31 de marzo de 2013
Tuvimos doce horas para visitar la ciudad. Por tres veces hicimos recorrido muy parecidos, pero como la luz era distinta cada vez, las imágenes son muy diferentes. El mismo rascacielos visto a las diez de la mañana o cuando el Sol está muy bajo en el horizonte es muy diferente…
Como ya hemos dicho, Abu Dabi es el mayor de los Emiratos Árabes Unidos (EUA) y también es su capital. Está ubicado en el golfo Pérsico. He tratado de señalar su ubicación basándome en un mapa de Google. Creo que en él se ve bastante bien donde está el emirato de Abu Dabi y su capital que tiene el mismo nombre.
Pudimos desembarcar a las 9:00 de la mañana y zarpamos hacia Dubái a las 24:00. Tratar de ver un emirato en un solo día nos obligó a movernos muy rápidamente En mi recuerdo todo es como una carrera contra reloj en la que hay algo de onírico.
Desde la cubierta del barco había visto que había autobuses de dos plantas, con la superior descapotada, el típico de los autobús para ver la ciudad, que me dio la idea de ir a contratarlo. Bajamos a la terminal del puerto, que tenía algunos servicios, lo que era toda una novedad después de tantos puertos con aspecto de pabellón vacío. Había WiFi, tiendas, y varias oficinas que proponían diversas cosas. En una de ellas ví una cierta cola, pero no mucha, unas cuatro personas y que ponía «Big Bus Tours«. Me acerqué y pedí información, me dijeron que era un autobús de los típicos que te llevan a los sitios principales de la ciudad y que te puedes bajar y subir en cualquiera de las paradas, que hay grabaciones en varios idiomas –incluyendo el castellano– de los sitios en los que paraba y por los que pasaba…. Vi el plano de los sitios por los que iba. Vi los sitios en los que paraba y decidí que lo comprábamos. Lo compramos. Nos costó 50 US dólar por persona, aunque si lo hubiera sabido, como íbamos cuatro, quizá hubiera podido obtener un descuento por familia. Pero no lo hice. ¡Si ustedes lo van a hacer téngalo en cuenta!
Unos minutos después estábamos montados en el autobús que empezó a llevarnos por la ciudad.
En el mapa vimos que en el centro e la ciudad, en un centro comercial, salía un segundo tour –incluido en el precio– que nos llevaba hasta la isla YAS. Con todos esos ingredientes en la mano, hicimos un plan. Primero Mezquita, después Yas, después Marina Mall…
Al entrar en el autobús vimos que tenía un frigorífico y que la gente cogía de él botellas de agua. Hicimos lo mismo. Nos pareció un detalle interesante, PERO que después no funcionó en Dubái ni en Omán. Tanto en un lugar como en el otro tenían del servicio «Big Bus» pero no tenían agua… y muchas cosas más que iremos contando. «Big Bus» en Abu Dabi nos dio un servicio excelente, en Dubái mediano y en Omán realmente malo.
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LOS RASCACIELOS
En muy pocos minutos salimos del puerto y muy pronto vimos el hotel Palacio de los Emiratos, las torres de Etihad, el hotel Bab Al Qsar en construcción, el centro de exhibiciones de Abu Dabi,. «La Corniche«, el Marina Mall, la bandera de los emiratos, la villa que muestra cómo era la vida antes… y nos pusimos en carretera para llegar a la Mezquita Sheikh Zayed. Entramos en la mezquita. A las mujeres las disfrazaron de monjas… Salimos hacia el barco para comer. ¿O no comimos en el barco? Creo que no, pero todo es bastante confuso. Ahora recuerdo, tomamos unos bocadillos en un centro comercial del centro, de donde salían los autobuses para la Isla Yas. Compramos medicinas –pastilla contra el mareo de los viajes y «Voltaren» en una farmacia, y cogemos un autobús de Big Bus que nos lleva a la isla Yas y al Mundo Ferrari; descubrimos que se está construyendo «El Louvre de Abu Dabi«, vemos las pistas de carreras y el Mundo Ferrari desde fuera, vemos la «torre más cara del mundo» –luego explicaremos mejor–… Damos otra vuelta pues o queríamos perdernos las vista desde la «Sky Tower» –Torre del Cielo– de Marina Mall, subimos,… las imágenes de la ciudad son espectaculares, lástima que siempre tuvimos que verla a través de cristales que producen brillos, tomamos un café en la cafetería que está en lo alto de la torre –con el billete de Big Bus te hacen un buen descuento–… Empieza a anochecer y tenemos un sol muy bajo y rojizo… el Big Bus nos lleva al hotel Palacio de los Emiratos, a las torres Etihad, al hotel Bab Al Qsar en construcción… y a la mezquita Sheikh Zayed que ahora vemos con una luz baja y rojiza. La mezquita parece distinta, ahora tiene cierto aspecto de impresionante mole solitaria perdida en desierto… y no es tan blanca y resplandeciente, es más rojiza y humilde. Para mi gusto mucho más impresionante.
De allí volvemos al puerto con cierta sensación de repetición, de sueño que se reinicia tres veces, con un argumento muy parecido pero no igual.
Antes de cenar –en el barco– nos tomamos un coctail de color azul: curaçao y algunas cosas más.
* * *
La arquitectura sorprendente
Todavía recuerdo la primera vez que aterricé en Abu Dabi hace treinta y cuatro años. Fue una simple parada técnica que no duró más allá de una hora. Paramos a las cuatro de la mañana y hacía un calor enorme. Los trabajadores –la mayoría indios– trabajaban solo por la noche para huir de los calores del Sol. El aeropuerto era sencillo, blanco… Y a su alrededor no había nada. Nada. Ninguno de los edificios que hoy definen el «skyline» de Abu Dabi. En los últimos treinta y cuatro años Abu Dabi ha cambiado tanto que es irreconocible. Ahora hay edificios altos, jardines, fuentes, … no sé si aplaudirles o denunciarles por un consumo excesivo de recursos… ¡Vayamos a nuestro viaje! La mayor parte de las fotos la he sacado desde el autobús de la visita a la ciudad. Las he sacado detrás de las ventanas del mismo, por lo tanto, muchas veces no he podido eliminar los reflejos de los cristales.
Una de las cosas que sorprenden son las obras. Todo Abu Dabi está de obras. Esta imagen que vemos aquí no es especial, es lo normal en la ciudad.
De izquierda a derecha: los dos rascacielos con una pasarela entre ellos en la parte superior son las Torres de la Nación. El siguiente, un edificio terminado en dos torres son las oficinas centrales de ADNOC; es decir, de la Compañía Nacional el Petróleo. Un poco más a la derecha se ve un conjunto de edificios cuyo número es difícil de calcular pues unos tapan a los otros, se trata de las torres Etihad que son cinco, y detrás, que apenas se ve está en construcción el hotel Bab Al Qsar.
Seguimos paseando por «La Cornisa» (La Corniche) y desde el autobús llegamos al «Marina Mall» y de los muchos establecimientos que allí están vemos «Carrefour»
Tras las cercas de hierro se esconde el hotel «Palacio de los Emiratos». Tiene una gran fama. Ellos dicen que es un hotel de siete estrellas. Yo no sé qué significa eso. Para mí el mayor número de estrellas es cinco. La pinta que tiene desde el exterior es impresionante. Una de las excursiones adicionales –de pago– que ofrecían en el barco era una visita a la ciudad y un té en el Palacio de los Emiratos por 99 €. Otra era «lo mejor de Abu Dhabi» y un almuerzo en el Palacio de los Emiratos por 179 €. Para los que quieran conocer el lujo de este hotel y su calidad de servicio son buenas opciones. Nosotros preferimos seguir paseando –metafóricamente, pues lo hicimos en bus– por la ciudad.
El autobús una y otra vez nos permite ver distaintas perspectivas de los edificios fundamentales. Aquí –abajo– volevemos a ver la puerta del Hotel Palacio de los Emiratos, y el propio Palacio
A continuación nos llevan a unos majestuosos edificios que nos dan la sensación de cristal y no sé muy bien por qué me hacen sentir pequeño. Son las Torres Etihad, cinco torres, que aparecen como el sueño –o tal vez el delirio– de los arquitectos.
Al lado de las torres Etihad se está construyendo un edificio un tanto sorprendente: representa una puerta y tiene un «sabor» árabe indiscutible. Sabor que no tienen los otros edificios de las torres Etihad. Como veremos más delante, al atardecer, cuando el sol está hacia el oeste muy bajo en el horizonte, este edificio despide destellos de luz cobriza.
Creo que este hotel merece la pena que le dediquemos un cierto tiempo. Claramente representa una puerta con una estética árabe. Su nombre es Bab Al Qsar. Yo no sé nada –o casi nada– de árabe, pereo un sencilla búsqueda en Duckduckgo, que el buscador que últimamente utilizo, nor permite saber que el nombre «BAB» significa puerta. Puerta, de ahí la purta de la fachada del edificio. Y Al Qsar al principio suena raro, pero, vayamos haciendo unas pequeñas transformaciones. la primer poner junto Alqsar. La segunda añadir una vocal: Alqasar. La tercera cambiar el fonema «qa» por su equivalente el español-castellano: ca: Alcasar. Y quinto la «s» ligeramente silbante la ponemos como z: Alcazar: Alcázar.
Es decir, que si no me confundo, Bab Al Qsar significa El Alcázar — Palacio– de la puerta. Por lo tanto estamos ante el hotel. Palacio de la Puerta.
Al lado de la puerta y pegada a ella están construyendo otra torre.
No sé muy bien cómo volvemos al hotel Palacio de los Emiratos:
Y cogemos la carretera que nos lleva hacia la Gran Mezquita Sheik Zayed, pero en el camino volvemos a ver [casi] todos los edificios emblemáticos de Abu Dabi.
En «la Corniceh» pasamos por un lugar donde está desplegada la bandera de Los Emiratos
La bandera de Abu Dabi, es diferente.
Al fondo vemos el Marina Mall y la Sky Tower:
Seguimos viendo edificios en construcción. Las obras en Abu Dabi parecen no terminar nunca.
«Debajo del semáforo» la Torre de la Nación
En Abu Dabi hay más de doscientas mezquitas. Algunas son impresionantes como la «Gran Mezquita»pero otras son más humildes. A mi me gustan más. Lo mismo que me impresiona más el Visigótico español que el gótico.
Para llegar a la Gran Mezquita hay que recorrer 25 kilómetros en los que hay otras muchas mezquitas.
Un extraño edificio:
Y unos kilómetros más adelante nos encontramos con la Gran Mezquita
Se trata de un edificio moderno, muy moderno y mu singular. Tanto que merece una entrada de este blog aparte.
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