Domingo 25 de octubre
La Asociación de Pensionistas y Jubilados de Fuengirola, organizó una excursión para visitar la zona de «Las Batuecas», en la provincia de Salamanca. Hicimos el viaje felizmente y lo que aquí presentamos son unos apuntes tomados durante el mismo. No se trata nada más que de eso: de unos apuntes tomados vuelapluma. Podemos haber cometido errores, así que los datos que damos no deben tomarse como verdades contrastadas pues no lo son.
En nuestro post anterior, http://felix.ares.fm/?p=6920, habíamos recogido castañas en una finca de La Alberca. Unos pocos pasos más nos llevaron al bellísimo pueblo de La Alberca.
Durante la mayor parte del tiempo de nuestra excursión nuestra guía fue una nativa de La Alberca de nombre Maite. Una de ls mejores guías que conozco. Mientras íbamos desde el castañar hacia La Alberca, nos llevaba otra chica, cuyo nombre, lamentablemente, no recuerdo; pero, cuando íbamos a entrar al pueblo, apareció una mujer mayor, vestida con el típico traje de La Alberca. Resulto se la «madre» de Maite. La explicación de las comillas más abajo.
Como creo que habíamos dicho, el día era gris y poco propenso para hacer fotos, pero eso es lo que teníamos y no nos quedaba más remedio que conformarnos.
Nada más entrar en el pueblo nos dimos cuenta de que todo él estaba construido con la arquitectura tradicional de Las Batuecas.
Paseamos por sus calles estrechas de estilo medieval.
A veces algunos letreros nos sorprenden:
Pasamos por un edificio en el que la algarabía de pájaros era muy fuerte. Tenía que haber muchos pájaros, pero era muy difícil verlos. Gracias a la ayuda de uno de los co-excursionistas, logré ver uno. Dicho sea de paso no tengo ni la mś remota idea de cómo llamarlo.
Unos pasos después estábamos en la Plaza Mayor, con sus soportales con impresionantes vigas de madera.
HOSPITAL DE PEREGRINOS
La historia del hospital de peregrinos de La Alberca nos lleva a otra historia que ya hemos mencionado de pasada. Se trata del descubrimiento de la Virgen de la Peña de Francia. La historia es larga y está muy bien contada aquí, en inglés. El 4 de septiembre de 1401 nació en París, Simón Rolan. Era hijo de una familia acomodada. Tras la muerte de sus padres donó toda su fortuna a los pobres y a la iglesia e ingresó en un convento.
Un día, rezando, perdió la consciencia y sintió que la virgen le pedía que buscase una imagen suya en la Peña de Francia y que entonces cambiaría su nombre de Simón Rolan a Simón Vela.
Buscó, y buscó y buscó…. pero no encontró la tal Peña de Francia. Fue a Santiago de Compostela a visitar al santo y, un día, en Salamanca, se encontró con un hombre que vendía carbón y le preguntó que de dónde venía y la contestación fue que se San Martín del Castañar. Le pidió que le hiciera de guía, pero no lo hizo. Tras muchas vicisitudes llegó a San Martín del Castañar y allí, al preguntar por la Peña de Francia, por la que nosotros hemos pasado varias veces, se la mostraron. Subió a la cumbre y empezó a excavar, pero entonces pensó que si encontraba algo, en solitario, nadie le creería. Bajó al pueblo y subió con Antón Fernández, Pascual Pérez, Benito Sánchez, Juan Hernández y Antonio Sánchez, el párroco de San Martín. Excavó y excavó y, al final, debajo de una piedra encontró a una virgen morena: la Virgen de la Peña de Francia y cambió su nombre de Simón Rolan a Simón Vela.
Lo mismo que existe un Camino de Santiago desde los Pirineos hasta Compostela, también existía el camino del sur, que pasaba por Salamanca y por cerca de San Martín del Castañar. A partir del descubrimiento de la virgen, se hizo muy famoso, y muchos peregrinos se desviaban para ver la Virgen de la Peña de Francia. Tantos eran los peregrinos que se hizo un hospital: ese que ven al fondo y que de: Biblioteca Pública.
OTRAS FOTOS DE LA PLAZA MAYOR
Donde está el círculo rojo está la vara de medir del pueblo. Os recuerdo que antes de la implantación de sistemas de medidas universales como fue el Sistema Métrico Decimal, cada país, región e incluso cada villa tenía su propio sistema de medidas. Para evitar fraudes, era habitual que a la entrada de los pueblos, estuviera una muestra de los sistemas de medidas, siendo habituales la unidad de longitud, la vara; la de peso y la de volumen. En este caso, la luz señala la vara que tenían que utilizar los comerciantes para vender sus productos, por ejemplo, las telas. «Una vara de paño de Flandes».
La vara de La Alberca está tan mimetizada con la viga de madera en la que está, que es dificilísimo verla, pero lo intentamos.
En 1922, el rey Alfonso XIII visitó las Hurdes y en ese viaje pasó por La Alberca.
La guía nos hace que veamos un detalle de una chimenea en la que hay dos cerditos.
LA IGLESIA
La iglesia parroquial de La Alberca está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. En el pórtico de esta iglesia, nuestra guía, disfrazada de su madre, nos cuenta cosas interesantes.
Por ejemplo, nos habla de las Loas frente a la iglesia, se trataba de pequeñas obras de teatro parecidas a los autos sacramentales pero de carácter profano. Todos los 17 de agosto, en La Alberca se celebra una loa.
Otra de ls cosas interesantes que nos contó la guía es el significado de cruces como esta que rodean el edificio de la iglesia:
Esos mojones lo que señalan es la zona a partir de la cual se podían construir casas. Había un espacio reservado para la iglesia y ese espacio lo marcaban estos mojones.
En esta misma parte trasera de la iglesia hay una escultura moderna, de 1996, en homenaje al «cerdo de San Antón». Al hablar de Mogarraz, ya nos ocupamos la tradición de este cerdo. No solo era una tradición típica de Mogarraz, también lo era de La Alberca y de otros muchos sitios de la zona.
Nos alejamos un poco para tener una panorámica de esta puerta trasera.
Si nos fijamos en la cúpula de la derecha, veremos que tiene una extraña veleta:
Nuestra excelente guía, nos señala este edificio, que está en la misma plaza de la iglesia en la que estaba el cerdito.
Y aquí nos explica la construcción típica que consta de cuatro plantas. 1) es la entrada del ganado. 1.b) es la entradas de los y humanos. 2) es donde están las habitaciones –observen que es encima del calor el ganado–. 3 es donde está la cocina. 4) es la buhardilla.
Es interesante observar que la 3 no tiene chimenea. Allí se quemaba madera pero el humo se quedaba, se usaba para ahumar chorizos y jamones. ¡Qué ricos!
También nos dice algo muy curioso, y es que en la casa hay una habitación llamada «sala buena» que solo se usa tres veces en la vida: nacimiento, boda y muerte.
Del ciclo vital y de las costumbres de las gentes de Las Batuecas hay un interesante libro que podéis ver aquí: http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/144772.pdf. Es muy largo, es un libro.
En esta misma plaza tenemos el edificio de la Inquisición:
Ese edificio nos lleva a otra consideración, en la iglesia se conserva una talla en la que se a Santa Ana coronada, a la Virgen María delante de ella, más pequeña, y entre los brazos de la virgen está el niño Jesús. En esta talla, el poder parece tenerlo Santa Ana –la madre de María– y eso parece ser que era considerado herético por la Inquisición.
Pero no nos adelantemos, estamos hablando de arquitectura. Una cosa que llama la atención son las columnas de madera y las vigas transversales –inclinadas– que hay en los edificios.
Parece ser las vigas transversales son para compensar la inclinación de los edificios debido al desnivel que se produce con el tiempo. Tras construirlos suelen moverse y esas vigas de madera se resisten a que el edificio se deforme.
Además, nuestra guía nos dio algunos datos tremendamente curiosos. En otoño-invierno hay más humedad y las columnas de madera se ensanchan. Cierran herméticamente, no dejan pasar ni una molécula de aire; pero en verano, la madera se encoge y por las juntas pasa el aire, refrescando las habitaciones. No he logrado verificar en otras fuentes esta curiosidad.
Nuestra guía nos lleva a otro lado de la iglesia, a una zona donde hay una cruz que pone «Hornacina dedicada a las ánimas benditas» y nos cuenta que todos los días, desde aquí salen doce «mozas de las ánimas» para recorrer el pueblo rezando por las almas del purgatorio.
Aquí, en este vídeo, que es muy malo, tienen el sonido de las «mozas de las ánimas». Cuando buscaba esta documentación me he encontrado con una leyenda de la moza, pero en Mogarraz: https://www.youtube.com/watch?v=3dkzR4LHhbo
Las doce «mozas de ánimas» –una por cada mes– tienen un problema: los mozos no
pueden ir con esas mozas.
Entre una charla y otra se nos va haciendo de noche:
Pero nuestra increíble guía, que conoce a todo el mundo en La Alberca, se encontró con el joven párroco de la iglesia que tuvo la inmensa amabilidad de abrirnos la iglesia y enseñarnosla por dentro.
A la izquierda tenemos un púlpito que es extraordinario. Es un púlpito en granito policromado del siglo XVI. Se me olvidaba, la iglesia es del siglo XVIII pero el púlpito es anterior.
Al lado izquierdo del altar mayor hay un retablo una de cuyas piezas es la Virgen de las majadas.
Todavía sigue teniendo las caras inexpresivas típicas del románico, pero, ¿qué quieren que les diga?, me gusta la inocencia de este estilo.
Es sorprendente encontrar una pieza tan rara en una iglesia de un pueblo de Las Batuecas.
¿Y qué me dicen de esta talla en madera de la virgen con el niño?
Al lado hay un estupendo San Blas.
En esta iglesia hay una imagen muy famosa y venerada: la del Cristo del sudor:
Según la tradición este Cristo sudó sangre que se encuentra en Coria (Cáceres).
GRACIAS AL PÁRROCO
Todo lo que he dicho sobre el interior de la iglesia no son nada más que las nots que pude tomar de lo que nos decía el párroco. Sé que nos dijeron su nombre pero no lo anoté y se me ha olvidado. Solo me (nos) resta darle las gracias por abrirnos la iglesias, por su amabilidad y por las magníficas explicaciones. ¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!
UN DESCANSO
Tras la visita tuvimos un rato de descanso. Volvimos a la plaza mayor y quisimos probar un vino de la tierra. Hay una varietal de uva de la zona que se llama «rufete». Quisimos probarlo y pedimos un vinito de esa uva. Aunque lo que nos dieron era rufete con tempranillo.
Desde nuestra ubicación volvemos a ver la cruz de granito de la Plaza Mayor, pero ahora lo hacemos con la Luna al fondo.
Una vez descansados, volvemos sobre nuestros pasos, hasta llegar al lugar en que nos esperaba el autobús:
Vino el autobús y nos llevó a nuestro hotel en la Villa de Mogarraz.
* * *
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Félix Ares, Maricarmen Garmendia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en viajes.ares.fm.
Contacto con nosotros: