22 de enero de 2013
El Palacio de la Inquisición muestra muchos de los elementos que constituían este tribunal. Muchas de las máquinas que se exhiben para nuestro gusto actual nos parecen auténticas atrocidades, pero no debemos perder el contexto histórico. Esto es lo que se llevaba, Y de hecho, los inquisidores se consideraban confesores que querían salvar el alma de los posibles herejes. Era preferible que fueran al cielo cojos, mancos o ciegos y permanecer el la fe que perderla y con ello perder el alma y ganar la condenación eterna. No quiero justificarles, simplemente quiero situar en el contexto y que se vea que los inquisidores quería evitar la condenación eterna, querían ayudar. Y que quede claro que me parece una aberración, obviamente su error fue no tener ninguna duda de que estaban en posesión de la verdad.
Una de las formas de detectar brujas era pesarlas. Si pesaban menos de la cuenta era un indicio de que podían volar. Lo que yo no so sé es cómo sabían que pesaban menos. ¡Pobres mujeres mayores con osteoporosis!
Hay testimonios de los propios acusados que hablan de haber tomado diversas hierbas psicotrópicos incluyendo marihuana por lo que sospechamos que sus «vuelos» eras mucho más un mal viaje producido por las drogas que otra cosa.
La sierra se utilizaba para ir cortando miembros. Se ponía al reo boca abajo colgado por los pies, para que la sangre llegara al cerebro y no perdiera el conocimiento y con la sierra se le iban cortando diversas partes del cuerpo.
La uña de gato desgarraba la piel en tiras, que se arrancaban.
A la salida de las salas expositivas nos encontramos con un curioso juego de campanas de diversos sitios: un barco árabe, iglesia, convento…
Este edificio se construyó en 1574
Además hay un segundo piso:
Y nos vamos dejando atrás un preciosa puerta de madera con un tirador que es un león.
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