Miércoles 27 de marzo de 2013
Hoy hemos llegado al Terminal de Cruceros Internacional de Mumbai. Mumbai, antes conocida como Bombay, es la ciudad más populosa de India con sus casi catorce millones de habitantes. Es una gran ciudad, con grandes y bellos edificios. Una buena explicación del cambio de nombre puede verse aquí, en el apartado etimología.
Nada más llegar nuestro barco atracó al lado de varios navíos de guerra de la armada India.
Barco de guerra con helicóptero
Los trámites aduaneros fueron un poco largos. Ciertamente que lo ocurrido en India con los pasaportes es un poco extraño. En todos los países que hemos visitado nos controlaban los pasaportes en el primer puerto en el que atracábamos pero después ya no. Pues en India resulta que nos han controlado en las tres ciudades que hemos visitado: Cochín, Goa y Mumbai. Si a eso le añadimos que el visado en carísimo resulta un tanto ingrato. Tuvimos que esperar en el teatro hasta que las autoridades nos dejasen desembarcas durante bastante más de una hora.
En Mumbai estuvimos dos días. Entre las excursiones que se incluían en la vuelta al mundo estaba una visita a la ciudad, pero que a nosotros nos tocó el segundo día, así que el primer día lo teníamos libre. De entre todas las excursiones que ofrecía Costa la que más nos gustó fue la la Isla Elefanta. la contratamos y nos fuimos.
Contratamos la excursión con Costa aunque después descubrimos que se podía hacer bastante más barato cogiendo un taxi y que te llevara hasta la «Puerta de la India» y allí coger uno de los muchos barcos de pasajeros que te llevan a la Isla Elefanta. Pero de eso nos enteramos tarde. Por otro parte no hay ninguna suda de que es más cómoda la excursión que te ofrecen pues los autobuses te esperan a la salida del barco y te devuelven al barco.
La Puerta de la India es un arco conmemorativo de la visita del rey Jorge V del Reino Unido y de su esposa en 1911. Es un arco de basalto e 26 metros de altura que está en el puerto de Mumbai, en el Mar Arábigo. Desde su finalización era el lugar de desembarque de las personas importantes que llegaban a la ciudad. Hoy en día es uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Nosotros al día siguiente volvimos, pero de momento tan solo hicimos una rápida pasada para coger el barco que nos llevaría a la Isla Elefanta.
PUERTA DE LA INDIA Y HOTEL TAJ MAHAL
Puerta de la India
Embarcamos en un simpático barco de madera:
Y desde él pudimos tener otras perspectivas de la Puerta de la India y del hotel Taj Mahal.
En primer plano la Puerta de la India desde el agua. Al fondo el hotel palcio Taj Mahal
A la izquierda el hotel Taj Mahal con más detalle
Taj Mahal y Puerta de la India según nos alejábamos hacia la
La Puerta de la India con los barcos que te llevan a la Isla Elefanta
Otra vista del Taj Mahal y de la Puerta de la India
Los barcos frente al Taj
En los barcos está prohibido sacar fotos. Mejor dicho, maticemos, con la proa hacia la Isla Elefanta a nuestra izquierda —babor— hay un puerto militar y eso es lo que está prohibido fotografiar, pero nada te impide sacar el hotel y la puerta.
HACIA LA ISLA ELEFANTA
Al fondo la Isla Elefanta
El Costa Deliziosa visto desde el barquito que nos lleva a Isla Elefanta
Al fondo Isla Elefanta y más cerca uno de los barquitos que hacen el recorrido hasta la Isla
En los barcos de turistas es habitual que suban vendedores que ofrecen collares y algunas telas a precios que parecen baratos. Pero mi consejo es que no se os ocurra comprar nada. Me explico. Por poner un ejemplo, por una collar nos pedían diez Euros. Tras regatear nos los dejaron en siete. Cuando nos acercábamos a la Isla se lo dejaban a cinco a quien quisiera comprarlo e incluso alguna persona los sacó en tres. Nada más bajar, en los puestos de la Isla –sin regatear– los vendían a dos Euros.
Vendedor y compradora en el barco. Al fondo la Isla.
El puerto de la Isla Elefanta
Llegamos a la Isla Elefanta, declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Lo más famoso de la Isla Elefanta es un templo excavado en la roca en cuyo interior hay muchas escenas de la vida de los dioses del hinduismo. Para llegar a ella hay que andar bastante y hay que subir 120 escalones, que no están distribuidos como una escalera habitual sino que horizontalmente entre escalón y escalón hay un trecho muy grande.
La primera parte del camino puede hacerse en un trenecito bastante simpático, pero desistimos de cogerlo debido a las colas que había que esperar. Otra vez más, los pasajeros del barco desbordamos la capacidad de los servicios.
Camino hacia el templo. A la izquierda la vía del trenecito.
El tren acercándose
Detalle del tren
Detalle ruedas del tren. Tienen un cierto aspecto de juguete, ¿no?
Camino. A la izquierda una vaca sagrada
Vaca sagrada
Indicador de la dirección que hay que seguir para llegar a las cuevas-templo.
Para llegar hay que subir más de doscientos escalones. Por suerte, todo el camino se hace bajo la sombra de las lonas que cubren los tenderetes de venta de souvenirs.
Y así, llegamos a las cuevas de la Isla Elefanta:
Así llegamos a las Cuevas.