El titular lo dice todo. Hace 70 años los aliados entraban en Aushwitz.
Archivo por meses: enero 2015
Escapada a Uzbekistán (y 40): El Corte Inglés de Fuengirola
Sábado 17 de enero de 2015
Un viaje a Uzbekistán, tiene ciertas dificultades de papeleo. hay que conseguir visados, seguros médicos, seguros de maletas, etc.
Esta vez, como otras muchas, lo que hicimos fue confiar en profesionales. Fuimos a «Viajes el Corte Inglés» y ellos se encargaron de pedir los visados, los vuelos y combinar los aviones con nuestras vacaciones, etc.
Todo funcionó según lo previsto.
Al volver, las maletas no llegaron con nosotros, se fueron a Estambul. Durante dos días estuvimos en Madrid sin nada que ponernos. Compramos pijamas, calzoncillos y camisas. Presentamos las facturas a «El Corte Inglés» y nos las pagaron sin ningún problema.
Yo suelo comprar muchas cosas por internet, pero para temas con la complejidad de un viaje a Asia Central preferí contar con los profesionales de «El Corte Inglés» de Fuengirola. ¡Muchas gracias!
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Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
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Escapada a Uzbekistán (39): Concluyendo. Moi aussi je suis Charlie… et Krae et Bassi…
Sábado 17 de enero de 2015
EL ESPACIO PRIVADO
Tras varios viajes a países con mayoría de habitantes islámicos –Egipto, Pakistán, Marruecos– me había prometido a mi mismo no volver a ninguno de ellos. Por una razón muy sencilla, por el distinto concepto de espacio privado que tenemos con ellos y por los pesados vendedores.
El sentido de espacio privado es una de esas cosas que nos pasan desapercibidas y que más extraño se hace. Recuerdo que en una mezquita de Pakistán –creo que en Islamabad– estaba con mi familia viendo la mezquita y que llamó la atención un detalle, lo señalé a mi familia y apunté con el teleobjetivo y un grupo de paquistaníes que había por allí, se nos acercaron y nos empujaron para ver –desde nuestra misma posición– qué es lo que nos llamaba la atención.
Esto es normal en ciertas culturas islámicas. A los españoles nos molesta y no digamos a los anglosajones, cuyo espacio «íntimo» es muy superior al nuestro. Para los paquistaníes no había nada de raro es empujarnos para ponerse en nuestro sitio y ver lo mismo que nosotros; para nosotros es muy raro y para los anglos es una auténtica grosería.
Estoy seguro de que, sin darme cuenta, alguna vez yo he hecho algo similar con los anglos. Como mi espacio «íntimo» es menor que el suyo, es muy posible que me haya acercado demasiado a un grupo inglés sin darme cuenta de que eso les molestaba,
Pues bien, he roto la promesa que había hecho y he estado en Dubai, Abu Dabi, Oman… y Uzbekistán.
Dubai, Abu Dabi y Omán no han cambiado demasiado mi concepto. Quizá el de los vendedores palizas sí, pues ni en Dubai ni en Abu Dabi los hay, pero el clima de opresión religiosa, está presente… y prefiero países libres, que no piensen que las verdades están en un libro por gordo que este sea.
UN ISLAM NO AGOBIANTE
Pero Uzbekistán sí que me ha hecho cambiar. Literalmente Uzbekistán no es islámico; es un país con una constitución laica, pero el 85% de su población es islámica. Pero es un islam no agobiante. Hay mujeres que van vestidas con Burka, pero también las hay que van en minifalda. Hay bodas tradicionales, pero también las hay al estilo occidental.
Hay bares con alcohol sin problemas. Los que no quieren beberlo por la prohibición religiosa, no lo beben, pero no imponen sus ideas a los demás. Al menos esa es la sensación que me ha dado en la semana que he estado allí.
Incluso las madrazas y mezquitas con representaciones de animales que hemos visto, demuestran que no es un islam impositivo. He estado muy poco tiempo, pero la sensación que me ha dado es que no tendría ningún problema para convivir con ellos.
Recuerdo que cuando salimos de Jiva por la puerta del este, nos cruzamos con muchas personas vestidas con los trajes tradicionales, que debían de ir a la mezquita. Al pasar se me ocurrió saludarles, todos me devolvieron el saludo y, aunque no entendí ni palabra, su sonrisa, su placidez me demostraba que me deseaban un buen día.
Según nos dijo el guía –creyente y practicante del islam– el problema de Uzbekistán es proteger sus fronteras de la entrada del fundamentalismo islámico. Cuando llegamos, la mayor parte de su ejército estaba al sur, para proteger sus fronteras de los intentos de Afganistán de llevar su fundamentalismo al norte.
Me ha hecho pensar que mezquitas antiguas hoy sean museo de temas que no tienen nada que ver con la religión. Eso es impensable en un islam fundamentalista. ¿Y en un cristianismo fundamentalista?
Me ha hecho ilusión ver que en las madrazas enseñan informática y telecomunicaciones. Pasar de enseñar el Corán en exclusividad a otras materias tiene mérito.
CHARLIE HEBDO
Aunque el viaje lo hice en agosto, este diario lo he acabado en enero de 2015. Un enero conmocionado por el atentado islamista a la revista «Charlie Hebdo». Los chistes de esta revista me parecen muy burdos. Pero defiendo al libertad de expresión. La libertad de todos, de los islámicos con sus prohibiciones que para mí son absurdas y de los cristianos con las suyas o de los hinduístas con sus prohibiciones de comer vacas. Y no solo eso, yo no creo en homeopatía ni en las «medicinas alternativas» pero sería horrible que alguien las prohibiera. Si alguna empresa de homeopatía sufriera un atentado, yo me manifestaría por su derecho a decir chorradas y, probablemente, a continuación diría que sus productos son un fraude.Tal como decía Voltaire: «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo«.
Estos días también se ha recordado las denuncias a Bassi y a Krahe. Freñir u crucífijo –Krae– no me parece la más brillante de sus ideas, pero pretender penarle por ello es una aberración indigna de un país moderno. Los que le acusaron no dejan de sertseres bárbaros que no merecen estar en mundo civilizado.
Leo Bassi y su Iglesia Patológica, me parece tremendamente burdo y simple, y sobre todo, una copia de la Iglesia del «Monstruo del Espagueti Volador«.
Prohibir una procesión atea me parece una perversión propia de cavernícolas. No muy distinta de la de lanzar una fatwa contra los «Versos Satánicos».
He venido de Uzbekistán pensando que puede haber una sociedad islámica tolerante. Me ha reconfortado enormemente y espero que las cristianas también sean capaces de hacerlo. Aunque lo dudo. Me ha sorprendido que Mariano Rajoy que ha hecho una de las leyes más represivas contra la libertad de expresión de todo el mundo occidental, se haya manifestado en París a favor de Charlie. Contradicciones de ese extraño partido que es el PP. El más corrupto y el que tiene mayor intención de voto. ¿Ustedes lo entienden? Yo tampoco. Estoy pensando irme el próximo verano a Jiva a tumbarme al sol y olvidarme de nuestro absurdo país, atrapado entre la Edad Media y la modernidad.
Si puedo, volveré a Uzbekistán. Una semanita en el hotel de Jiva, con su piscina, sus cervezas y sus paseos por una ciudad que es en sí un museo, merece la pena. Es muy gratificante perderse en sus calles. Y soñar en los saltos en el tiempo tan típicos de la literatura islámica.
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Escapada a Uzbekistán (38): Cerrando el círculo, Tashkent
Lunes 22 de agosto de 2014
Ayer, un poco antes de que terminase el día, cogimos el avión en Urgench, que está muy cerca de Jiva, y regresamos a Tashkent.
De hecho, en este mapa está todo nuestro viaje. En la parte de abajo hay dos líneas grises, nosotros fuimos por la de más abajo. Y la línea azul marca nuestro regreso al punto de origen.
Si elegimos la vista satelital, nos encontramos con esta foto:
Salimos de Urgench, donde hay una zona verde debida al río Amu Daria, después, al desplazarnos hacia el este, sobrevolamos el desierto Kyzyl Kum y aterrizamos en Tashkent, ciudad verde debida al río Chirchik.
Al mediodía teníamos que salir hacia el aeropuerto para volver a Madrid, pero teníamos toda la mañana para poder volver a ver lo que ya habíamos visto al principio del viaje y quizá alguna cosa nueva.
Armados con un mapa turístico que nos dieron en el hotel empezamos a caminar. Nuestro hotel está en esta calle:
nada más cruzar la calle hay una fuente:
Muy cerca hay un canal
En 1966 hubo un importante terremoto en Tashkent, de 7,5º en la escala de Richter. Más de 300 000 personas se quedaron sin hogar. Hay una estatua que conmemora el acontecimientos:
En los jardines del bulevar hay preciosas flores:
Las cigüeñas son el abe nacional de Uzbekistán.
La plaza está adornada con fuentes y con flores:
Llegar hasta aquí, andando, en un día soleado de agosto produce bastante sed. Entramos en una tienda a ver qué tienen:
Pero fíjense en el agua, como las gotas convierten la botella en algo empañado, traslúcido; algo que dice: ¡bébeme!
No obstante, no cedimos a la tentación y nos tomamos unas estupendas cervezas.
En un lado hay un centro comercial, con tiendas de ropa, de electrodomésticos y bares y restaurantes de todo tipo.
Algunos nombres nos son muy conocidos:
Admiten Visa
No pone online sino ONLAIN.
Un primer plano a la cigüeña de la plaza de la independencia:
Ya de vuelta al hotel pasamos por el palacio de Turkistán:
Volvemos a pasar por el canal:
Llegamos corriendo al hotel. habíamos quedado a las dos de la tarde y eran las dos menos diez, pero ya estaban todos esperándonos, cogimos las maletas, que estaban en recepción y, antes de dar las dos, ya estábamos con los demás cogiendo la furgoneta que nos llevaría al aeropuerto de Tashkent.
Nuestro vuelo, ya está anunciado:
En el aeropuerto hay lo que en la mayoría de los aeropuertos del mundo, por ejemplo, una hamburguesería:
Pasamos por encima del Mar Caspio a:
El viaje había concluido.
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Escapada a Uzbekistán (37): Jiva (Xhiva), paseando sin rumbo
Domingo 21 de agosto de 2014
Seguimos en nuestro paseo sin rumbo, y vimos escenas de la vida cotidiana en Jiva: niños en bicicleta,…
y una imagen curiosa de cómo se limpian las alfombras. Es una tarea en la que están participando adultos y niños.
Lugares con menos glamour:
Nos encontramos con un extraño recipiente que tiene fuego por debajo:
Al fondo, nuestro hotel:
Tras el largo y polvoriento paseo, nos apetecía un baño:
El bar tiene los precios estándares de Uzbekistan. Tras el baño, decidimos volver a la ciudad sin rumbo fijo.
Al otro lado de la puerta está la mezquita yl minarete de Sayiz Niaz Dheliker (Said Niyoz Sholikorboy) construida en 1842:
Volvemos a entrar y ya es sol se está poniendo:
Tenemos que empezar a volver al hotel pues nuestro avión a Tashken sale a las nueve de la noche.
En mitad de la calle nos encontramos con una cama en la que está durmiendo una persona:
Servicios públicos en Jiva:
Llegamos al hotel y allí nos está espetando la furgoneta que nos lleva a toda velocidad hacia el aeropuerto de Urgench:
Siempre los letreros en azul se ven mal. Voy a oscurecer para que se vea el nombre del aeropuerto.
Tras un viaje sin incidentes llegamos a nuestro hotel el Tashkent: Ramada.
Un hotel sin ningún encanto. De muchas estrellas pero como cualquier otro de cualquier otra parte del mundo. Probablemente ha sido el hotel más caro de todo nuestro viaje y para mi gusto el peor.
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Escapada a Uzbekistán (36): Jiva (Xhiva), murallas de Ichan Kala
Domingo 21 de agosto de 2014
Tras la comida, el guía nos dejó para que hiciéramos lo que quisiéramos. Ya que estábamos cerca de la puerta donde está la escultura de Al Kuwarizmi, nos decidimos a entrar por ella y volver a ver la estatua del famoso matemático. La luz ahora era muy distinta, tanto que las imágenes no parecen las mismas:
La puerta que menos habíamos era la norte y hacía allí nos dirigimos.
Paseamos por la ciudad, tratando de ir por las calles laterales, no las principales:
Y, por fin, llegamos a la puerta norte. Tras la comida y con ese sol de justicia, no fue fácil.
Si se fijan a la izquierda, hay una rampa que conduce a la muralla. Allí nos dirigimos.
Acercándonos con el zoom:
Bajamos de la muralla:
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Escapada a Uzbekistán (35): Jiva (Xhiva), la madraza más pequeña, rincones con encanto
Domingo 21 de agosto de 2014
Seguimos paseando por la ciudad y una y otra vez veíamos los mismos minaretes, más cerca. más lejos,…
No todas las madrazas de Jiva son grandes. Algunas son pequeñas. Por ejemplo esta:
Tiene una puerta de madera magníficamente tallada. Fue construida en 1905 y hoy es una tienda de alfombras y kilims. Que hoy una madraza e incluso una mezquita sean tiendas demuestra el espíritu tolerante de los uzbekos. No estamos ante un islam radical sino ante un islam tolerante.
Fíjense qué columnas de madera en el sencillo pórtico visto en las dos fotos de arriba:
Pasamos por los puestos de venta en los que hay cosas de las más diversas. Por ejemplo, este rodillo para hacer tallarines:
También nos encontramos con otra pequeña madraza convertida en un taller de enseñanza del tejido tradicional y de los tintes naturales. Se trata de la madaza Yoqubboy Xója. Construida en 1873:
Dentro nos encontramos con hilos de pelo de camello:
Las jóvenes alumnas de la escuela estaban en el patio comiendo. Eran su tiempo de descanso.
Después pasamos por la única fábrica de tapetes uzbekos que se se llaman «suzanni».
Al lado, en la madraza Xójash Mahram, construida en 1839, estaba un taller de artesanía en madera que fabrica atriles. Lo curiosos es que lo hacen de una sola pieza de madera. No hay nada pegado.
Salimos de las murallas. Hay un parking de coches.
Uno de los coches de unos recién casados tiene un gran peluche en el frontal:
Nuestra siguiente parada es la madraza Bikaron Bika, que fue construida en 1894 y que hoy es un restaurante, de nombre «Silk Road», la ruta de la seda en inglés.
Si nos alejamos un poco vemos toda la estructura de la madraza convertida en restaurante:
Cuando llegamos ya teníamos nuestra mesa preparada.
Después nos trajeron una crema de calabaza.
Después nos trajeron en famoso arroz plov de uzbekistan:
Todo ello estuvo acompañado de pan cocido en el horno tandir:
y una buena cerveza:
Terminamos con un postre tradicional:
Tras la comida teníamos toda la tarde libre y lo que hicimos fue volver a visitar, ahora con más tiempo algunas de las cosas que ya habíamos visto y aprovechamos para subir a la muralla. Pero eso se lo contaré en el próximo post.
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Escapada a Uzbekistán (34): Jiva (Xhiva), madraza de Islom Xo’ja y mausoleo de Pakhlavan Makhmud
Domingo 21 de agosto de 2014
Salimos de la madraza Alla Kuli Kan y nos dirigimos hacia la madraza Abdullaxon (Abdulla Kan).
En nuestro paseo, pasamos cerca de la puerta del este:
Por el camino nos encontramos con puestos de recuerdos, que venden desde gorros de diverso tipo, hasta aparatitos para adornar el pan.
Una vez más xon es Kan.
MADRAZA ISLOM XO’JA
Seguimos paseando y vemos a lo lejos la madraza de Islom Xo’ja (Islam Khodja) y su minarete.
Al acercarnos a ella, nos encontramos con escenas de la vida cotidiana en Jiva.
Entramos en la madraza:
Se trata de la madraza y el minarete construidos por el visir como Islom Xo’ja en uzbeko y como Islam Khodja en otras transcripciones. Fue construida entre 1908 y 1910.
Islam-Khodja fue el primer visir del kanato de Jiva de Muhammad Rahim-kan II, que gobernó entre 1863 y 1910 y después, con la muerte del kan continuó siendo el visir de su hijo Esfendiyar-kan (1910-1920).
Se ha convertido en un museo de «artes aplicadas».
En algunas de las salas hay cuadros, en otras libros, etc.
Una de las peculiaridades de esta madraza es que se puede subir al minarete. Es una escalera muy empinada y angosta, pero permiten su subida (tras el correspondiente pago).
Unas de las cosas que descubrimos fue que ese lugar oscuro es el que usan las parejas de jóvenes de Jiva para estar juntos lejos de las miradas de otros.
Arriba las ventanas están enrejadas. Aunque a través de las rejas se ve la ciudad.
Vistas desde abajo, estas son las ventanas:
En la foto de arriaba se ve al fondo el minarete «corto» que visto desde esta altura no parece tan corto. Destaca del resto de construcciones. En primer plano el mausoleo de Pahlavan Mahmud.
Bajamos:
MAUSOLEO DE PAKHLAVAN MAKMUD
Nuestros pasos nos dirigen al mausoleo de Pakhlavan Makhmud:
El mausoleo es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de Jiva, cionstruido en la tradición de la arquitectura de Corasmia de los siglos XVIII y XIX. Fue construido en honor de un famoso poeta, artesano y luchador nunca derrotado, que era famoso por su fuerza hercúlea. Su nombre era Pahlavan Mahmud (1247-1326).
El edificio original era modesto, pero como recibía muchísimas visitas de las gentes de los alrededores, habiéndose convertido en un sitio de peregrinaje muy popular se construyó el actual mausoleo.
Una costumbre de la zona es que los novios vengan a rezar al hombre santo:
En el interior hay varias historias que contar. En la puerta del fondo está la tumba de Pakhlaven Makmud. Luego la veremos y veremos que la gente deja dinero, fácilmente robable, pero que nadie lo hace.
Si nos fijamos en la escena de la derecha veremos que hay un grupo de personas hablando con una persona sentada, que es un imán recién licenciado. El guía le saludó. Parece ser que le conocía y nos dijo que ser imán está muy bien considerado y que ganan bastante dinero.
Ya hemos estado aquí, viendo lo que hacía la gente algo más de una hora. Consideramos que ya era suficiente, aunque es fascinante ver lo que hace la gente en sitios como este.
Decidimos salir y seguir paseando por esta interesante ciudad, que, sin duda, se merece el título de Patrimonio de la Humanidad.
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Escapada a Uzbekistán (33): Jiva (Xhiva), Ollo Quli Xon Madrasasi (Madrasa Alla Kuli Kan)
Domingo 21 de agosto de 2014
El Kan Ollo Quli Xon (Alla Quli Kan) no solo hizo el palacio de piedra, también hizo una madraza que es esta:
Como siempre, en elmpiso de abajo suelen estar las cocinas y arriba los dormitorios. Subimos a uno de ellos, el de la ventana segunda hacia la izquierda desde la puerta.
Desde la puerta de la madraza se ve otra madraza: la de Kutlug-Murad-Inar:
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Escapada a Uzbekistán (32): Jiva (Xhiva), Tosh Hovli Saroyi (Palacio del patio de piedra)
Domingo 21 de agosto de 2014
Este palacio se construyó como residencia del kan Allakouli Kham. Gobernó desde 1820 a 1892. Primero encargó la obra a un arquitecto, al que le enseñó los planes y le dijo que le daba tres años par hacerlo. el arquitecto dijo que en ese tiempo era imposible y el kam le cortó la cabeza. Ser arquitecto en las cortes de Jiva no era una profesión muy segura, por lo que se ve.
Después se lo encargó a otro arquitecto; comenzaron la obra en 1832 y la acabaron en 1841 y no perdió la cabeza. Parece que el primer arquitecto no estaba equivocado. En la obra trabajaron en torno a los mil esclavos.
Arriba hay tres letreros. El del medio dice:
Dentro hay un museo de la vida del kan
Veamos una de ellas más de cerca:
Dentro hay un museo con diversas piezas de la industria del siglo XIX:
Nos vamos hacia el harem:
Al fondo se ve un pozo:
Por el harem volaban muchas libélulas; logré «cazar» una al vuelo:
Pasamos por una zona con instrumentos de distintas profesiones:
Hay fotos de:
Salimos y decimos adiós al Palacio del patio de piedra.
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