22 de enero de 2013
Los grandes rascacielos con que amanecimos están en la península de Boca Grande. Se trata de una zona muy moderna ganada al mar. La península era una marisma pero se lleno de escombros y se construyeron estos enormes edificios que son pisos de lujo, hoteles, resorts, etc.
Antes de llegar pasamos por la playa de Cartagena que tiene 7 km de longitud. Cartagena tiene tan solo dos estaciones climáticas: la seca y la húmeda. Al llover la temperatura suele bajar por lo que se llama «verano». De junio a septiembre es la estación seca (verano).
Sopla brisa de diciembre a enero.
Los amantes de la playa suelen venir a esta playa a la de las Islas Rosario que están muy cerca a unos 45 m de viaje en barco.
Continuamos viaje hacia la península de Boca Grande que comenzó a rellenarse el año 1930.
A la entrada hay edificios como este:
Llegamos a un gran y conocido centro comercial que se llama de Pierino Grillo
Abajo a la izquierda se ve un letrero que dice «Adriana’s Jewellery» que es una joyería, regentada por una estadounidense que se ha afincado aquí. Es un joyería recomendada por los transatlánticos. Tienen diseños verdaderamente bonitos con esmeraldas y oro. A mi me han gustado estos diseños:
Lo que más me ha gustado de este diseño es que las piedras de esmeralda no están talladas y la monturas se adapta a ellas de una forma muy ingeniosa.
Aunque también hay otras talladas de forma más tradicional, pero quizá por eso, por se de forma más tradicional a mi me ha satisfecho bastante menos.
Internet
En esta zona no solo se venden esmeraldas, también hay, por ejemplo un centro de internet.
…o camisetas
Las camisetas son de buen algodón y tienen diseños muy interesantes. Se pueden conseguir por 8 Euros –sí, muchos admiten euros–. En caso excepcional con un buen regateador conseguimos 3 camisetas de algodón grueso y que al lavarlas no destiñen por 10 Euros tres de ellas. Pero ese no es el precio estándar, es el que consiguió un buen regateador.
Nuestro barco visto desde este barrio
El centro Pierino Grillo tiene dos plantas, en la segunda hay diversas tiendas de varias cosas, una de ellas de café colombianos, que, además, también lo pueden tomar por suelto. Pedimos un café solo, un expreso y uno «acompañado» de brandy. Los dos primeros costaban 1 US$ cada uno y el tercero 1,5 US$. El café era colombiano, sin duda, y era realmente bueno.
Además hay gente vestida con trajes folclóricos que se dejan fotografiar por una propina.
Además hay una persona que lleva consigo un perezoso para que te fotografies con él, previo pago. Me pareció un poco grosero el modo que trató a unos turistas que, desde muy lejos, sacó una foto del perezoso. Realmente grosero.
A la salida nos encontramos con estos pelícanos
Al salir del barrio nos encontramos con este anuncio, que no tiene nada de especial sino que es de Movistar
Así nos fuimos del barrio.
* * *