10 de enero. En la cena de ayer hablamos de viajes; supongo que es lo normal en una vuelta al mundo. Uno de los comensales nos preguntó si habíamos estado en Ecuador y nuestra respuesta fue que no. Entonces nos habló de que es un país muy interesante y digno de visitarse. Lo que creemos sin duda alguna. Y nos contó que unos kilómetros al sur de Quito pasa la línea del Ecuador, que está bien marcada y hay un «teatrillo» de interpretación de la misma. Y nos decía que era espectacular ver cómo por encima de la línea del Ecuador –hemisferio norte– el remolino que formaba el agua al salir por un desagüe era en el sentido de las agujas del reloj y que un metro al sur, el remolino era en contra de las agujas del reloj.
También nos contó que el presentador intentaba poner un huevo «de pié» un metro más arriba de la línea y que no lograba. El huevo se caía. Y lo mismo ocurría un metro más abajo. Pero que en la línea del Ecuador el huevo se sujetaba, y nos dijo algo así como que era por la «influencia de los polos».
Un espectáculo similar lo hemos visto en otros lugares de mundo y tal vez sea bueno recordar que es teatro, que es un espectáculo de magia. Todo lo que dicen es mentira.
Los remolinos de los desagües del hemisferio norte van en el sentido de las agujas del reloj o en el contrario y lo mismo ocurre en el hemisferio sur. Es decir, que los remolinos van hacia donde les da la gana. Las razones son sencillas. Los grandes remolinos como los huracanes, se deben a que son muy extensos y por ello la velocidad de arrastre el aire es distinta en el borde sur que en el borde norte. Un viento arrastrado por la gravedad en el ecuador va mucho más deprisa que si se hace a 45º de latitud. El círculo del ecuador es mucho más grande que el de un paralelo a 45º, por eso cuando el viento del ecuador se desplaza hacia latitudes más altas tiende a ir hacia la derecha. Y eso forma los remolinos.
Pero eso influye cuando se trata de grandes tamaños y las velocidades de arrastre son claramente distintas, pero cuando se trata de unos centímetros, la fuerza de Coriolis es insignificante y tienen mucha más importancia otras cosas, entre las que se cuenta la inclinación del desagüe –la más importante– e incluso la «memoria» de giro de agua –el sentido de giro que tenía mientras se llenaba el lavabo–. Basta hacer unos numeritos para darse cuenta de que la fuerza de Coriolis en un desagüe es tan sumamente insignificante y que no tiene ningún efecto.
En cuanto a lo del huevo es obviamente un truco. El huevo es muy difícil de sujetar verticalmente por la punta fina tanto si estás en el norte, como en el sur o en el ecuador. Una solución ya la encontró Colón hace muchos años: se casca un poquito la punta por la que quieres que se quede de pié.
En cualquier caso, vamos observar el desagüe de nuestro baño cuando estemos en el hemisferio norte y haremos lo mismo cuando estemos en el sur. Y si podemos lo haremos en el ecuador. Les iremos informando.
10 enero. A 35º de latitud norte. El desagüe va claramente en sentido contrario a las agujas del reloj.
6 de marzo. A 37º de latitud sur. El desagüe va claramente en sentido contrario a las agujas del reloj.