La rapidez del viaje hizo que no pudiéramos ver muchas cosas. En esta entrada lo que quiero es reflejar aspectos de los que vimos un detalle y que nos incitan a volver en otra ocasión
Murallas
La muralla medieval de Carrión de los Condes data del siglo XII. Los lugareños la conocer como «cerca vieja». El 22 de diciembre de 2004 fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural). Más datos aquí.
Mercadillo de los jueves
Los jueves hay un mercadillo en el que se pueden encontrar cosas interesantes. Por ejemplo, y sin ánimo de ser exhaustivo, a mí me llamaron la atención ciertos productos de alimentación, como son la cecina de caballo y el orujo de hierbas. En España no hay mucha costumbre de comer carne de caballo, no obstante, he oído en algunos lugares que la mejor cecina es la de caballo. Para mi gusto está buena, pero quizá un poco dulzona. El orujo de hierbas hecho artesanalmente y que venden en Carrión resultó se estupendo para mi gusto.
Me hizo mucha gracia un letrero que anunciaba «bacalao biológico». ¿Conocen ustedes algún bacalao que no lo sea?
Ayuntamiento y algunas señalizaciones curiosas
Iglesia de Santiago, siglo XII
Tal como ya he dicho, pasamos a toda velocidad, por lo que solo pudimos ver la portada; pero esta es tan sugerente, que nos anima a volver en otro viaje.
Es sumamente interesante la arquivolta de la puerta de fachada en la que se muestran diversos oficios y gremios. El friso superior tiene una representación del juicio final con Jesucristo en el centro. Dentro de esta iglesia está desde 1993 el museo de arte sacro. Otra razón para volver a verlo.
Decididamente, tenemos que volver.
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Nosotros hemos viajado sin coche y lo que damos aquí son algunos datos de cómo llegar y moverse por Frómista.
Tren
Nosotros llegamos por tren. Mirando en Renfe he encontrado estos trenes:
Regional Exprés hacia Palencia: 12.09 y 18:22 el viaje dura 25 minutos y cuesta 4.15€
También hay un Media Distancia a las 12:09
Hacia Santander:
Regional Exprés a las 11:00 y a las 19:39
Si va sin maletas, desde la estación de tren de Frómista hasta la plaza de San Martín son tan solo 600 m y se pueden hacer perfectamente. Pero si llevan maletas, la mejor solución es llamar a la taxista, Elisa Vallejera, o mucho mejor, quedar el día antes con ella para que a esa hora no esté ocupada. Su móvil es 670710817 y el fijo: 979 810 079
Servicios médicos
Puede haber muchas circunstancias que nos hagan necesitar un servicio médico. En Frómista hay un Centro de Salud. Su teléfono es: 97981070
Desayuno
En Frómista hay muchos sitios en los que se puede desayunar. Nosotros elegimos «El Manchego» porque vimos que tenían Wifi y en aquel momento nos interesaba. Desayunamos bien y al precio estándar de esta ciudad.
Este bar está muy cerquita de la iglesia de San Martín. Muy cerquita significa algo así como 5o m. Su dirección es: Calle Arquitecto Anibal 3, 34440 Frómista, Teléfono: 979 81 04 28
Tomar algo para refrescar
También hay muchos sitios para tomar algo, pero si van hasta las esclusas, a pleno sol, sin duda que les apetecerá tomar algo fresco. En nuestro caso tan solo vimos un bar el las cercanías, La Gaspara, entramos y pedimos y nos atendieron bien y los precios nos parecieron muy razonables.
Es un sitio interesante pues el último bar antes de llegar a las esclusas y antes de la ermita del Otero. En este viaje nosotros no tuvimos ocasión de visitar la ermita, pero en la oficina de turismo, muy amablemente, nos dijeron que merecía la pena. Así que ya tenemos varias disculpas para volver a Frómista. No solo repetir lo ya visto sino lo no visto como la ermita del Otero, la iglesia de Santa María del Camino y el museo Vestigia, el museo etnográfico de Rodolfo Puebla, visitar la «estela del milagro»…
Oficina de turismo
Para cualquier información os atenderán en la oficina de turismo que está muy cerca de la iglesia de San Martín. Se encuentra en Plaza de Tuy, 6. Teléfono 979 810 001. Hay otra oficina al lado de las esclusas.
Letrero nombre del pueblo al estilo Hollywood
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El monasterio de San Zoilo empezó a construirse a finales del siglo X y posteriormente sufrió muchas modificaciones, por lo que hoy en día en el mismo conjunto hay partes románicas, góticas y renacentistas. Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el 11 de julio de 2002.
Se llamaba «libro becerro» a un libro en el que se anotaban los privilegios y los bienes que poseía un monasterio. En el año 948, el abad Todomiro, terminó de confeccionar el libro becerro de un monasterio que ocupaba el mismo lugar que el actual de San Zoilo. En aquel momento era un cenobio que llevaba por nombre San Juan Bautista o San Juan tras el puente.
Si nos fijamos en su ubicación actual la denominación de «tras el puente» se entiende perfectamente.
En el siglo XI llegaron desde Córdoba las reliquias de San Zoilo y el monasterio cambio su denominación y adquirió el nombre del santo cuyas reliquias poseían. Se construyó un nuevo monasterio y se concedió a la orden de Cluny. En el monasterio actual hay una pintura reciente donde se ve cómo pudo ser la entrega de las reliquias.
Hoy en día, parte del monasterio está ocupado por un hotel. La fachada de entrada al monasterio es de estilo plateresco.
La entrada cuesta 2,5 € y permite ver, entre tras muchas cosas, su famoso claustro pleteresco que fue diseñado por Juan de Badajoz en 1537.
Los capiteles de las pilastras de la galería del este, presentan calaveras.
Puerta románica
Se llama galilea a un espacio cubierto que está delante de la puerta de entrada. Está por delante de la entrada; podríamos decir que es algo parecido al nártex. En 1993 se descubrió que enterrada en los muros de la nueva iglesia se encontraba la puerta y la galilea de la antigua iglesia románica. Además, como había estado enterrada entre los muros su conservación era excelente.
Pasamos la puerta románica y entramos a la iglesia monacal, en la que hay tumbas de la familia de los Beni Gómez (los condes de Carrión y de los infantes).
Uno de esos sarcófagos tiene una delicada imagen esculpida. Parece una mujer, pero no he logrado averiguar nada más.
Celdas de castigo de los monjes
A veces los monjes transgredían las normas y eran castigados. En el monasterio de San Zoilo hay dos celdas. Muy pequeñas.
Otras imágenes
Cómo llegar
Nosotros llegamos desde Frómista en una minibus que circula los jueves. Sale de Frómista más o menos a las diez de la mañana y retorna desde Carrión de los Condes a las 13:00. El autobús cuesta 2,50€ cada trayecto. También se puede ir en taxi, que cuesta unos 25€ por trayecto.
Dicho sea de paso, en La muralla tomamos un aperitivo bien y a buen precio.
Como se pueden imaginar, si salimos de Frómista a las diez y a las 13 teníamos que estar en La muralla (Carrión de los Condes), el tiempo del que disponíamos era mínimo. Además, el monasterio de San Zoilo está en la otra punta del pueblo. Así que cogimos un taxi; creo que nos cobró 4€ pero no me hagan mucho caso.
Personal de San Zoilo
El personal que nos atendió en el monasterio de San Zoilo fue muy amable y competente. Gracias.
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La iglesia de Santa María del Camino es de estilo románico y fue construida a mediados del siglo XII, reinando Alfonso VII. Es una de las iglesias que forman parte del románico Palentino. Fue construida en honor a la Virgen del Camino también llamada de las victorias. Como su nombre indica, «del camino», está en pleno Camino de Santiago, en el llamado Camino Francés.
En su día Carrión de los Condes, a 18 km de Frómista y 40 de Palencia, estuvo amurallada. Hoy en día se conserva parte de la misma.
Los detalles del friso de los magos ante Herodes, pueden verse en este enlace. Esta portada fue realizada hacia 1130 por escultores de la escuela hispanolanguedociana.
Al entrar, la nave central tiene este aspecto:
El retablo mayor fue construido en 1684 por Santiago Carnicero.
Esta virgen es del siglo XIII y está realizada en piedra policromada y es de estilo gótico.
En el templo hay un cristo que llama mucho la atención pues no está crucificado en forma de cruz, sino que su cuerpo forma una Y. Se trata de una talla gótica del siglo XIV, de origen renano.
Íbamos con muy poco tiempo. Así que con esta visión rápida dimos por terminada nuestra visita. En la oficina de turismo lo que más nos resaltaron fue el Cristo en forma de Y griega.
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No sé si hay un acuerdo entre los restauradores del Camino de Santiago, pero he visto en sitios tan dispares como Roncesvalles (Navarra) o Frómista (Palencia) que ofrecen el menú del peregrino por 11 €.
En Frómista, tal como han podido ver en entradas anteriores, hemos comido muy bien en el restaurante del hotel San Martín, pero quisimos probar el menú del peregrino.
Vimos un restaurante que lo ofrecían. Se trata del Van-Dos, un nombre que me sorprendió pues no tengo muy claro si es que es el segundo restaurante que tienen estos dueños y, por lo tanto, «van dos» o si es un homenaje a Jean-Claude Van Damme.
El interior era un típico restaurante popular.
El menú del peregrino no estaba mal. Tenía muchas opciones para elegir.
De primer plato nos decantamos por una menestra de verdura y unos espaguetis.
La verdad es que ahora, al ver la foto de la menestra, tiene una pinta muy apetecible. Los espaguetis también.
De segundo nos decantamos por el codillo y unas albóndigas:
El codillo estaba muy bien. Las albóndigas siempre me dan miedo, pues muchas veces son de lata con un sabor a salchicha alemana que es terrible para mi gusto. Estoy convencido de que ese es el sabor que gusta pues en caso contrario los fabricantes no lo usarían, pero para mi paladar es desastroso. En este caso no hubo problemas. Las albóndigas eran caseras, con sabor a carne picada y no a salchicha alemana.
De postre elegimos melón y una tarta con salsa de frambuesa.
Todo ello estuvo acompañado de vino tinto de mesa, gaseosa y pan bregado.
Nos atendió una camarera que cumplió su papel con diligencia y profesionalidad.
Para nuestro gusto –que no tiene porqué coincidir con el de usted– la experiencia fue muy positiva.
Se trata de un restaurante sencillo, con un menú del día de 11 €. A mí me ha gustado y me ha parecido digno. A veces he tenido problemas con personas que esperan que si cito un restaurante es porque es extraordinario. No. Esa no es mi intención. Yo soy una persona normal, humilde, viajando a precios módicos. Yo no soy crítico gastronómico. Ni quiero serlo. Simplemente soy un viajero. ¿Un peregrino? Con el bolsillo no demasiado repleto y tengo que buscar lugares sencillos, donde den un producto digno. Y Van-Dos lo es.
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En la localidad de Frómista, Palencia, hay una joya del románico, que es la iglesia de San Martín. El ser un monumento tan importante ha hecho que otras iglesias que merecen la pena han pasado desapercibidas. Una de ellas es la iglesia de San Pedro, gótica del siglo XVI.
Vista por la noche, iluminada, a lo lejos, la iglesia de San Pedro da cierta sensación de fortaleza. Más que una iglesia gótica, parece de un románico tardío.
Esa sensación se desvanece en cuanto entramos dentro de la iglesia, indudablemente gótico.
La fachada de la puerta principal es claramente renacentista.
Dentro de la iglesia hay un pequeño museo. Hay pinturas de José con el niño y un cristo crucificado, que se atribuyen a Gregorio Ferro…
Si pasan por Frómista, no se limiten a ver San Martín, hay otras cosas que merecen la pena.
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En la localidad de Frómista, Palencia, hay una joya mundial del románico. Se trata de la iglesia de San Martín de Tours que está considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, asociado al Camino de Santiago y que se considera Monumento Hstórico-Artístico Nacional desde 1894. A su lado está en hotel San Martín.
El hotel San Martín es muy sencillo, de dos estrellas, pero con una característica muy importante, está a pocos metros de la iglesia de San Martín y desde las ventanas de algunas de sus habitaciones se ve la iglesia. Nosotros tuvimos la suerte de tener una de esas habitaciones y pudimos fotografiar la iglesia con multitud de iluminaciones, desde el amanecer hasta el anochecer, con focos de luz para su iluminación y simplemente con la iluminación de la calle.
Bastaba con abrir la ventana para poder sacar fotos de la iglesia.
Tal como hemos dicho es un hotel sencillo. Tiene Wifi gratuito para los clientes. En la parte baja del hotel hay una terraza, un bar y un restaurante. La comida del restaurante nos gustó. Según nos dijo la persona que nos recibió, guisa su madre y lo que hace es comida tradicional castellana.
La receta de la sopa de ajo es muy sencilla, pero es muy fácil caer en un exceso de aceite o de sal. Para mi gusto, la del hotel San Martín estaba en su punto.
A lo ancho de la geografía española hay muchas formas de preparar los callos, que van desde los callos con garbanzos típicos de Andalucía hasta los callos a la madrileña de la capital, pasando por otros guisos de diversos despojos a los que también llaman callos. Para mi gusto, los mejores callos son los que se hacen con estomago de vaca (callo) y un poco de chorizo y tal vez un poco de morcilla o morro de cerdo, pero nada más. Y esa es la fórmula que nos presentaron en el restaurante del hotel San Martín. Los que se hacen con otros despojos no me gustan
Tienen un menú del día por 13€:
Y, por supuesto, también tienen menú a la carta.
El teléfono del hotel es el: 660 570 511
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En la localidad de Frómista, Palencia, hay una joya mundial del románico. Se trata de la iglesia de San Martín de Tours que está considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, asociado al Camino de Santiago y que se considera Monumento Hstórico-Artístico Nacional desde 1894.
El nombre de Frómista, una palabra que se me hace difícil de pronunciar, siempre me ha intrigado. ¿De dónde procede ese extraño nombre? Parece ser que su nombre deriva de la palabra latina frumentum que significa trigo (Este dato lo he obtenido de aquí). Se trata de un nombre muy adecuado pues estamos de lleno en las tierras de Castilla en las que destaca el cultivo de dicho cereal.
En mitad del pueblo se eleva una iglesia que destaca sobre las demás por su belleza. Tiene la simplicidad y la inocencia del románico.
Al ver esta iglesia no da la sensación de vieja. Parece nueva y ello es debido a que durante los años 1894 a 1904 fue desmontada y reconstruida. El arquitecto fue Manuel Anibal Álvarez Amoroso quien quitó muchos de los elementos que se habían añadido a lo largo de los siglos y no le tuvo más remedio que inventarse cómo serían algunos de los que faltaban, como por ejemplo, las torres del sur. Lo que había, antes de la restauración de Álvarez, es esto:
Algunos capiteles originales han sido sustituidos por copias. Los originales están en el Museo Arqueológico de Palencia. (La fuente de estos datos pueden consultarla aquí).
Las puertas y ventanas son de medio punto, es decir, con la parte superior formando un semicírculo, son típicas del románico. Y los canecillos, esas figurillas de piedra que he señalado con una flecha negra, también lo son.
En esa foto se ve una característica interesante de esta iglesia, debajo de las ventanas y rodeando por encima la puerta principal hay unos decorados como si fueran cuadrados del juego de ajedrez, se llaman ajedrezados.
Se entra por esta puerta y hay que pagar una modesta entrada. Pero antes de introducirnos en el interior vamos a ver otras fotografías desde otros lugares.
La fachada principal está flanqueada por dos torres cilíndricas. Al fondo, a la izquierda, está el hotel sonde nos alojamos. Concretamente la ventana de la izquierda fue la que ocupamos. De ello hablaremos más adelante, pues las vistas desde el hotel (Hotel San Martín) nos permitieron sacar fotos de la iglesia con todas las iluminaciones posibles.
La tercera fachada, la que se ve desde el hotel, es la oeste. Su aspecto, poco antes de que se ponga el sol, es el que se muestra a continuación.
Si nos fijamos en los tejados, vemos que hay dos naves alargadas en el oeste, y aunque no la veamos hay una tercera en el este. Es decir, se trata de una iglesia con tres naves alargadas. La nave central más alta que las dos laterales. Este tipo de construcción se llama de planta basilical. Mejor dicho, pseudobasilical. La explicación del «pseudo» es que las basílicas tienen ventanas por encima de los soportes y las pseudobasílicas no las tienen. En este caso no hay ventanas por encima de los soportes y, por lo tanto, tenemos que llamarla pseudobasílica.
Nos falta por ver la fachada norte. En este caso es donde se ven los tres ábsides correspondientes a las tres naves basilicales.
El cimborrio es una torre, normalmente cuadrangular u octogonal que se levanta sobre la nave central y cuya misión es proporcionar luz al interior. Las ventanas de las que dispone son lo más importante, pues se trata de iluminar.
Si pasamos al interior podemos ver algunas cosas muy interesantes. Nada más entrar, si nos acercamos a la nave central vemos lo siguiente:
Acercándonos hacia el fondo, podemos ver las tres imágenes: a la izquierda San Martín de Tours, del siglo XIV; en el centro la cruz con Jesucristo de gran valor, de finales del siglo XIII; y a la derecha Santiago peregrino del siglo XVI. (Referencia aquí).
El valioso Cristo merece que le hagamos un primer plano:
Pero, para mi gusto, y esto es absolutamente personal, la imagen que más me agrada, aunque sea moderna, es la de una nave lateral. Es esta:
Siento cierta debilidad por las pequeñas imágenes de vírgenes negras románicas. Esta pequeña imagen es de la iglesia de San Martín de Tours en Frómista.
Si nos acercamos un poco lo que vemos es esto:
De esta sencilla y preciosa virgen llaman la atención varias cosas, una es su color negro y la otra es el dorado de su túnica. No sé más de esta imagen. No sé de qué siglo es ni de donde proviene. Lo más que he encontrado es que «sobre la procedencia de esta talla mariana, apenas me dijo que fue un regalo de las monjas de Saldaña al párroco de Frómista, que la tenía en su casa» (Frómista y la Virgen Negra del Buen Camino). Por otro lado en la página https://www.biodiversidadvirtual.org/etno/Estatua-de-Virgen-de-la-Acogida-Fromista-img74890.html, nos dicen que es la Virgen de la Acogida y que es una talla del siglo XX.
Ante las dudas que me presentaba esta imagen decidí preguntar a los expertos, a las personas de la oficina de turismo de Frómista y han confirmado lo que he entrecomillado más arriba: la virgen es propiedad del párroco, no lo es de la iglesia. Lleva unos pocos años (cinco o seis) expuesta y el nombre de virgen de la acogida se lo dio el cura párroco.
Antigua o moderna, me gusta. Agradezco a la oficina de turismo su respuesta profesional y competente.
Los canecillos y los capiteles de las iglesias románicas cuentan historias que eran conocidas por los habitantes de la zona y de la época. A veces son historias bíblicas que somos capaces de identificar, pero otras nos sumergen en el mundo extraño que, al menos a mí, me hacen pensar en una cosmogonía sorprendente.
Capiteles del interior de San Martín de Tours en Frómista. Los canecillos también representan figuras para nosotros extrañas, pero que para aquellas gentes eran perfectamente conocidas.
N que decir tiene que hay muchas más cosas que ver, pero no quiero hacer una entrada demasiado larga.
Fuera de la iglesia, en la plaza de la población, hay reproducciones de varios de los capiteles de la iglesia. Quiero creer que son los capiteles más interesantes. A continuación muestro dos de ellos.
El precio de la entrada es de 1,5 € y los horarios y precios reducidos los podéis ver aquí.
Antes de despedirme quiero señalar simplemente que la habitación que tuvimos desde el hotel SanMartín nos permitió ver la iglesia con múltiples iluminaciones. El personal del hotel resultó muy amable, nos ayudaron en todo y comimos allí varias veces, una excelente comida castellana; pero de eso hablaré en otra entrada.
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El Canal de Castilla fue una de las obras hidráulicas más importantes realizadas en España entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX. Su objeto era transportar el trigo de Castilla a los puertos del norte. En pleno Camino de Santiago, en la localidad de Frómista, puede verse muy bien e incluso darse un paseo en barco por el canal.
La localidad de Frómista dispone de una iglesia románica que es una auténtica joya; se trata de la iglesia de San Martín de Tours que está considerada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, asociado al Camino de Santiago.
De esa iglesia, hablaré en otra entrada, hoy quiero hablar de otro aspecto interesante que puede verse en Frómista. Siguiendo el Camino de Santiago, a la salida del pueblo, muy cerca de la estación del tren, nos encontramos con el Canal de castilla y cuatro de sus esclusas.
Hasta 1860 se estuvo utilizando para transportar granos por medio de barcazas, que eran arrastradas por animales de tiro desde las orillas. La construcción del ferrocarril hizo que el canal dejase de ser útil.
Castilla tiene fama de ser una llanura bastante lisa; no obstante el canal tiene que salvar importantes desniveles. Esta parte del Canal pertenece al ramal norte, que tiene casi 75 km de longitud, y pasa salvar el desnivel de 85,44 m hay 24 esclusas.
Cuatro de esas esclusas están en Frómista.
Detalles de las maquinarias de las compuertas.
Por el Canal de Castilla se trasladaban barcazas. Para moverse las barcazas estaban enganchadas por maromas (sirgas) a las orillas y allí había animales de carga, normalmente mulas, o personas que tiraba de ellas. A este sistema de navegación se le llamaba «caminos de sirga».
En la página bicitarianosnelcanaldecastilla nos encontramos, entre otras muchas imágenes antiguas, muy interesantes con esta:
Cómo llegar
Desde el centro de la población, digamos desde la plaza de San Martin, la distancia es de 900 m y según Google maps se tarda 12 minutos.
Si no le apetece caminar no puede hacerlo, en la misma plaza suele estar el taxi. La carrera serán aproximadamente 3 Euros. También pueden llamar. La taxista se llama Elisa Vallejera: 670710817
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En la anterior entrada de nuestro viaje por Asturias, que nos iba a llevar hasta Donostia-San Sebastián (puede verse aquí: http://felix.ares.fm/?p=8285 ) habíamos quedado en la estación de tren de Salamanca. Montamos y comenzamos nuestro viaje. Nos gusta el tren. Mucho más que los aviones, y no solo por la comodidad: hay más espacio, te puede levantar e ir al bar, etc. Hay otra razón, desde las ventanillas del tren vez los paisajes, los cultivos, incluso en las estaciones ves a la gente… y eso no pasa en el avión.
En nuestro viaje nos encontramos con pueblecitos de humildes iglesias, que me encantan. Son iglesias simples, pero que para nosotros están llenas de encanto.
Iglesia al lado de un restaurante que se llama «el mirador».
No tengo ni idea de cómo se llama el pueblo aunque creo que seguimos en la provincia de Salamanca.
Al ldo de las vías del tren hay amapolas y margaritas.
Llegamos a Palencia; allí tenemos que hacer transbordo y esperar un rato al tren que nos llevará desde Palencia hasta Donostia San Sebastián.
Mira os para ver si en los alrededores de la estación había alguna cafetería o bar, pero no lo vimos. El único era el de la estación de tren. Así que fuimos allí.
BAR DE LA ESTACIÓN DE RENFE DE PALENCIA
El aspecto del bar es el típico de una estación.
Pedimos dos vinos de la tierra. Preferimos probar lo de la tierra.
Vinos de la Ribera del Duero.
Y lo acompañamos de dos tapas de ensaladilla rusa cuyo precio era 1,90€. Ustedes decidirán si es caro o está bien de precio:
A continuación nos montamos en el tren que nos llevaría hasta Donostia-San Sebastián.
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