5 de febrero de 2013

Salimos del Palacio y fuimos paseando hasta la siguiente parada de trolebús que nos llevaría hasta los muelles, concretamente hasta Fisherman Wharf, el «pier» 41, el 39 y una sorpresa inesperada: el Rainforest Café.

Imagen típica de bSan Francisco con sus calles empinadas y con los cables del trolebús.

Una vez que nos dejó el autobús fuimo hacia al Hyde St. Pier

Comimos en un restaurante tailandés que está a mano derecha, en la primera calle. Nos atendieron muy bien y aunque la comida no era deslumbrante, al ser distinta de la que nos dan en el barco –que ya empieza a parecer repetitiva– nos gustó mucho. Fue un destello de variedad en la monotonía habitual.

Edificio con plantas sobre el dintel de la puerta

Seguimos andando y llegamos al famoso Fisherman Wharf. El puerto de pescadores que ahora se ha convertido en un mercado donde hay de todo, destacando los restaurantes con mariscos.

En la cera de enfrente nos encontramos con una sorpresa: el Rainforest Café. La sorpresa es la decoración que imita una selva tropical en la que hay gorilas que se mueven (animattonics), serpientes que saltan, tigres que te observan, preciosos peces tropicales y un entorno con temperatura y humedad de selva tropical en el que puedes tomar un café o comer. Los pecios son los estándares.

Ya caminando hacia el barco nos encontramos con el pier 41, de donde salen ferries para distintos sitios:

Y el famoso «pier 39»

Unos metros más y llegamos al barco.