(Estas son las notas que utilicé para mis colaboraciones en Onda Cero en agosto de 2023. No es el texto exacto, tan solo son mis notas).
Hoy voy a hablar de por qué Aristóteles consideraba que la Tierra era una esfera. Pocas dudas hay de que Aristóteles es el filósofo más conocido de la antigüedad clásica. Aristóteles hizo un montón de contribuciones a la ciencia. Escribía de todo y a veces se equivocaba, como nos pasa a todos los humanos. En una de las cosas en las que acertó y lo hizo muy bien fue en dar las razones por las que él creía que la Tierra era una bola y no un disco, como creían muchos de sus contemporáneos.
La primera razón que da es que en los eclipses lunares siempre se ve la sombra de la Tierra de forma circular. Si no fuera una esfera, dependiendo de dónde estuviera la sombra, podría ser una elipse, pero no siempre circular.
La segunda razón es que según cambiamos nuestra posición en la Tierra, las estrellas también cambian. Por ejemplo, cuando nos vamos al norte, la polar se ve más alta y cuando nos vamos al sur, la polar se ve más baja.
La tercera razón tiene que ver con la anterior, pero va más lejos. Lo que nos dice Aristóteles es que por los relatos de los viajeros se sabe que cuando se van muy al norte o se van muy al sur, aparecen nuevas estrellas que no se veían desde Grecia y desaparecen otras que sí se veían. Aristóteles dice que esto ocurre porque la forma de la Tierra es esférica y nosotros tenemos que movernos sobre ella. Por esta razón también añade un detalle sumamente significativo. Dice que el tamaño de la Tierra tiene que ser pequeño, porque si fuera grande, estos efectos no se notarían. Es decir, si fuera muy grande, por irnos unos kilómetros al norte o unos kilómetros al sur, no se notaría la diferencia de las estrellas. Incluso Aristóteles hace algo más. Se atreve a dar un tamaño de la circunferencia de la Tierra y nos dice que está entre 70.000 y 80.000 kilómetros. Realmente es de 40.000 kilómetros, pero la aproximación de Aristóteles es francamente buena. No nos dejemos engañar porque Aristóteles decía que es el doble. Que el doble con aquellos instrumentos y en aquellos momentos era una gran aproximación. Bueno, ¿qué les han parecido los argumentos de Aristóteles? A mí me parecen fascinantes. Me resulta increíble que simplemente con mirar al universo, fueran capaces de llegar a tan buenas conclusiones.
Nada más por hoy. Un fuerte abrazo.
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Durante unos días he estado viajando por diversos países europeos. El décimo día, nuestro viaje fue desde Carcasona a Madrid, pasando por el área del Pic du Midi, Bielsa, Cetina (Zaragoza), etc. En esta entrada (10-4) hablaré del viaje desde el túnel de Bielsa hasta Cetina (km 200) y de la llegada a Madrid.
Al llegar a Cetina, vimos un bar-restaurante que se llama «Km 200», por la sencilla razón de que está en el km 200, desde Madrid. Está en la zona hotelera llamada «El Vergel».
La ubicación exacta estaba en la carta:
Había un menú de raciones y bocadillos. Pongo un trozo de el mismo:
Resultó que por la noche y siendo sábado tenían menú del día. Lo leímos y nos gustó por lo que nos quedamos.
El lugar estaba bastante bien, mesas bastante separadas.
Como pueden ver estaba casi vacío, por lo que cenamos muy tranquilos.
Primero nos trajeron las bebidas.
CaseraAgua Fuenmayor.
Fuera del menú había otros vinos para elegir.
Vinos disponibles.
Algunos chmapanes: Viuda de Clicquot y Mumm.
De primero «Pochas con almejas»
De primero, «Arroz negro con calamar y alioli»
De segundo «Salchichas a la brasa»
De postre «Arroz con leche».
Tras la cena, salimos para Madrid. Ya nos quedaban solo 200 km. Cuando llegamos a Madrid llovía.
Ruta desde Cetina a Madrid. Basado en un mapa de Google Maps.
Llegamos a Madrid con lluvia.
Aquí dimos por terminado el viaje.
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Las golondrinas son aves migratorias y, como tales, vuelven cada año a sus lugares de origen, pero en contra de lo que dice el refrán español, no lo hacen en verano sino en primavera.
Mi columna del Diario Vasco del día 5 de febrero de 2021 decía lo siguiente:
Hay un refrán español que dice que «una golondrina no hace verano», con lo que se quiere decir que a partir de un hecho aislado no se puede hacer una afirmación general. Pero en este refrán hay algo que sorprende, algo que no encaja con nuestras nociones de las migraciones de las golondrinas. Seguro que todos hemos visto bandadas de dichas aves en la primavera. Las golondrinas son un buen indicador de la llegada del buen tiempo y fin del frío invierno. Por lo tanto, parece ser que el refrán debería decir que «una golondrina no hace primavera».
El motivo de esa discrepancia debemos verla en el dicho latín original, que decía: «Una hirundo non facit ver» (Una golondrina no hace «ver»). En el Imperio romano no se consideraban cuatro estaciones sino cinco: la primera era la «prima veris» ha pasado al castellano como primavera, pero su significado es «primer verano», tras el que venía el «veranum» (verano), «aestivium» (estío), «autumnus» (otoño) e «hibernum» (invierno).
Es al primer verano, es decir a la primavera, a la que se refiere el refrán latino y su traducción al español.
Pasar de cinco estaciones a cuatro se lo debemos a Copérnico. En vez de cinco con límites no bien estandarizados, el astrónomo propuso nuestras cuatro estaciones, cuyo principio estaba señalado por puntos de la órbita terrestre muy bien definidos: solsticios y equinoccios. En España se estuvieron usando cinco hasta el siglo XVIII.
Diario Vasco 5 de febrero de 2021, última página
En mi blog, ya libre de las limitaciones de espacio que implica mi columna en el periódico, puede extenderme un poco más y explicar algo más, algún pequeño detalle.
Las fábulas de Ésopo
La primera referencia que he encontrado a este refrán se remonta a Ésopo,
La famosa y famosa frase: «una golondrina no trae primavera» proviene de un mito del novelista griego antiguo Ésopo. Es su fábula 169, que habla de un joven había derrochado todo su dinero. Tan solo le queda una capa para protegerse del frío. Ve una golondrina volando y llega a la conclusión de que el invierno ha acabado y vende su capa. Poco después encuentra a la golondrina muerta por el frío. Al verla, el libertino le dice a la golondrina: «Nos has perdido a ti y a mí». (Puede verse aqui).
Aristóteles, Ética nicomáquea.
Aristóteles menciona a Esopo. En su Ética nicomáquea nos dice:
“Pues así como una golondrina no hace primavera, ni tampoco un día de sol; de la propia suerte, ni un día, ni un corto tiempo, hacen a nadie bienaventurado y feliz” (traducción de Antonio Gómez Robledo)
Esta cita es de Origen práctico de la filosofía, cuyo autor es Gabriel Zaid, que fue publicado en la revista Letras libres en septiembre de 2016 y que puede consultarse aquí.
Aquí vemos que Aristóteles habla de primavera, no de verano.
En otros idiomas
Refranes casi idénticos los hay en muchos idiomas, pero, curiosamente, en unos dicen verano y en otros primavera.
Rumano: Cu o rândunică nu se face primăvară. (Siempre me ha sorprendido que sin saber rumano, pueda entender lo que quieren decir. Randunica se parece a la palabra italiana rondine y primavara no necesita traducción. En mi trabajo de fin de carrera tuve que usar dos libros en rumano, los leí sin demasiada dificultad).
Primavera y verano
En alemán ocurre algo muy curioso, hay dos refranes, en uno se habla de primavera y en el otro de verano.
Alemán, primavera: eine Schwalbe macht noch keinen Frühling (El alemán es muy preciso, pues dice: Una golondrina AÚN no hace verano. Yo no sé alemán, pero sí uso el traductor de Google)
En español, hay una referencia muy interesante en El Quijote, donde es muy preciso y nos dice que Una golondrina sola no hace verano (El Quijote I 13).
Algunas creencias antiguas curiosas sobre la desaparición de las golondrinas en invierno
Como los antiguos no eran capaces de concebir que un animalito tan pequeño viajasen miles de kilómetros, buscaron explicaciones peregrinas. Por ejemplo, en un libro anónimo
La dificultad en concebir viajes muy prolongados y }a incertidumbre que reinaba antiguamente acerca del lugar de destinación, había inducido a los antiguos a negar la emigración de las golondrinas.
Aristóteles y Plinio dicen que las golondrinas van a pasar el invierno en climas más suaves, cuando estos no están muy alejados; pero si ellas están muy distantes de esas regiones templadas, permanecen durante el invierno en su país nativo y se limitan a ocultarse en algunas cuevas de montaña bien expuestas. Aristóteles agrega seriamente que se han encontrado muchas que estaban en el fondo de las cavernas y las que no tenían una sola pluma sobre el cuerpo.
Esta opinión encontró todavía otros defensores y vemos a Alberto, Agustín Nyphus, Gaspar Heldelin y algunos más asegurar que habían encontrado varias veces durante el invierno, en Alemania, golondrinas entumecidas en árboles huecos y hasta en sus nidos.
Anónimo 1922. De la revista El Hornero. Este trabajo puede verse aqui.
El famoso filósofo sueco Olaus Magnus también cree lo mismo:
El sueco Olaus Magnus anotó en el siglo XVI que las golondrinas se sumergían en las aguas de los canales europeos. Ahí, bajo el agua, sobrellevaban el invierno apelotonadas en grandes grupos. Incluso llegó a aconsejar a los pescadores, que si al echar las redes sacaban golondrinas, las liberasen y devolvieran al agua.
Blog CREAF. http://blog.creaf.cat/es/noticias/sabias-que-golondrinas/
En el siglo XVI fue el ornitólogo francés
Pierre Belon, comentó que al tiempo que las golondrinas desaparecían en Francia aparecían en el norte de África, sugiriendo que los animales migraban. Una hipótesis que recibió muchas críticas en su tiempo. Seguía prevaleciendo la idea aristotélica de la hibernación. El mismo Linneo, siglos más tarde, aún continuaba asegurando que las golondrinas que habitaban las casas europeas se sumergían en algún lugar durante el invierno para volver a emerger en primavera.
Hoy nos cuesta darnos cuenta de que contradecir a Aristóteles era casi un acto de heroísmo. Contradecir a Aristóteles fue uno de los elementos (hay más) que dieron origen a la ciencia moderna. Copérnico demostró que era la Tierra la que giraba en torno al Sol, en contra de lo que decía Aristóteles. Kepler demostró que las órbitas no eran círculos sino elipses, en contra de lo que decía Aristóteles. Galileo encontró montañas y valles en la Luna. Los cuerpos celestes no eran esferas perfectas como decía Aristóteles. Una vez que se abrió la veda de cazar los errores de los antiguos (y de la Biblia) y de someter los hallazgos al escrutinio de los experimentos y de los pares dio origen a la ciencia moderna.
En contra de una creencia muy extendida, los humanos sí que podemos tener más de 150 amigos.
Mi columna del Diario Vasco del día 7 de mayo decía lo siguiente:
Una idea muy extendida es que una persona no puede tener más de 150 amigos. Ese número recibe un nombre: número de Dunbar. En 1990, el antropólogo Dunbar, calculó ese límite basándose en los primates no humanos. Descubrió que el tamaño de una parte del cerebro (el neocórtex) estaba interrelacionado con el tamaño de los grupos sociales. Más tamaño equivalía a mayor número de individuos en el grupo. Extrapoló esos resultados al ser humano y apareció el número 150.
En un reciente trabajo, dirigido por Lindenfors P., en la revista «Biology Letters» echa por tierra ese número. Las razones son varias. Una de ellas es que el tamaño del grupo de primates está condicionado por cuestiones diferentes al tamaño del neocórtex, tales como su tipo de comida, qué predadores tiene y cómo se comportan antes ellos, etc. Dunbar no tuvo en cuenta que los humanos somos seres culturales. Es la cultura y no el tamaño del neocórtex el que determina el número de amigos que podemos tener. La cultura modifica ese límite. ¿Cuántos de nosotros tenemos más de 150 amigos en redes sociales?
El mayor problema del número de Dunbar surge cuando se repite su trabajo usando nuevas herramientas estadísticas, no disponibles en su tiempo. El resultado es demoledor. Sí que aparece un número parecido a 150, pero con un margen de error tan grande que el abanico para el que los resultados pueden considerarse correctos va desde 2 amigos hasta 520.
Diario vasco 7 de mayo. Última página.
En el Diario Vasco tengo un problema que es inherente a todos los columnistas, el espacio que nos dan es muy reducido, por lo que hay que ir al meollo de la cuestión y no nos podemos permitir el lujo ni de dar bibliografía ni de hacer ninguna digresión. Pero en mi blog puedo hacer lo que me dé la gana, así que voy a ampliar la noticia.
De estos artículos se deducen dos cosas, en mi opinión sumamente importantes. La primera es que el número de Dunbar se obtuvo como una extrapolación. Dunbar descubrió (y es un descubrimiento importante) que el número de individuos en un grupo de primates se correlacionaba con el tamaño de su cerebro. Consideró que con los humanos iba a pasar lo mismo. No en vano somos primates.
Dunbar no tuvo en cuenta que nosotros sí que somos primates, pero también somos culturales, y nuestra cultura tiene mucho peso en todo. En muchos casos la cultura es capaz de desintegrar (o de superar) la biología. Somos un primate cultural.
El segundo error tiene que ver con las herramientas estadísticas. En las últimas décadas la estadística se ha perfeccionado enormemente. La gran potencia de cálculo de los ordenadores (o de los teléfonos) permite hacer cosas que cuando Dunbar escribió su artículo eran impensables. ¿Estaba equivocado Dunbar? La respuesta depende del momento. En su tiempo, usó las herramientas disponibles y le dio un resultado, que era correcto con ellas, pero al aplicar los conocimientos actuales la cosa cambia.
Con las herramientas de hoy en día, vemos que el margen de error de Dunbar era tan grande que ese 150, que él obtuvo, también permitía decir que el grupo de amigos era de 2 personas o de 520.
Por favor, no me entiendan mal. Lo que digo no es una crítica a Dunbar. Simplemente es una constatación de que la ciencia evoluciona. En la ciencia no hay verdades absolutas. Todos sus hallazgos están sometidos a la crítica.
Por otro lado, quisiera señalar, que no es lo mismo el número de amigos que puedes tener en un grupo de primates que se desplazan juntos en busca de alimentos, y nosotros, que, a través de esa maquinita que es el ordenador (el móvil es un ordenador) nos permite mantener relaciones muy diferentes. Poco de lo que éramos como primates recolectores permanece en la época de abundancia de alimentos y de internet.
En contra de lo que dice la sabiduría popular, la Luna también se ve de día.
He vuelto a ver en un programa educativo infantil que dice que cuando se acuesta el Sol aparece la Luna. El Sol reina el día, la Luna la noche.
Esta idea tan simplista ha llegado a molestarme. Basta con que uno sea normal y mire al cielo para ver que Luna muchas veces se ve de día. Por ejemplo, cuando hay Luna Llena, se ve la mayor parte del día. Pero a lo largo del mes, hay momentos en los que la Luna se ve de noche (Luna Llena) y momentos en los se ve de día (por ejemplo, muy cerca de la Luna Nueva).
Por poner otro ejemplo. Aquí hay una foto en la que el Sol todavía no ha salido, y la Luna ya está visible. Después, a lo largo del día, Sol y Luna mantendrán su distancia. La Luna se verá durante casi todo el día:
La Luna menguante acompañará al S0l todo el día. Está amaneciendo. Luna y Sol irán hacia nuestra derecha (hacia el oeste) y la Luna se verá durante casi todo el día. La Luna se pondrá un poco antes que el Sol.
También es cierto que la Luna se verá muy débilmente. Pero se verá. La Luna y el Sol comparten el cielo. La Luna se ve por la noche y por el día. Lo que si es cierto es que es mucho más notable por la noche que por el día.
¿De dónde surge el mito de Luna de noche y Sol de día?
Muchas veces, en el cielo se ven nubes que parecen platillos volantes. Esas nubes se llaman lenticulares, debido a que su forma es la de una lente.
Al amanecer, o atardecer, cuando el sol está bajo en el horizonte adquieren tonos rojizos que las hacen muy llamativas. Y si todavía no amanecido o ya se ha puesto el sol, a veces esas nubes adquieren una bellísima luminosidad. Las que yo les presento hoy, están obtenidas cuando el sol todavía estaba alto y, por ello, su color es blanco.
Nubes lenticulares en Tenerife.
Como se puede ver, había bastantes nubes. Parecía una cuadrilla de ovnis. Voy a acercarme más al ovni de la derecha.
El elemento monumental más representativo de Daroca es su muralla, que empezó a construirse en el siglo IX y sufrió muchas modificaciones a lo largo de los siglos. Entre los siglos XIV y XV las modificaciones fueron muy importantes. Daroca tiene fama por los sagrados corporales, donde quedan las marcas de seis hostias que aparecieron empapadas en sangre, en plena reconquista cristiana de Al-Ándalus, en 1239. Se conserva una piedra de molino, llamada «el ruejo», que según la leyenda, evitó que la población quedara totalmente inundada por el desbordamiento del río. Otro punto interesante es la fuente de los veinte caños, construida en 1639.
Nuestra siguiente parada en Daroca. Fue una parada breve, pues teníamos el hotel reservado muy lejos.
Daroca
Según algunos historiadores, donde hoy está Daroca había una aldea celtibérica de nombre Darek. La primera mención documental es del año 837. En aquellos momentos era una ciudad de cierta importancia que pertenecía al norte de Al-Ándalus. Los árabes le pusieron el nombre de Calat-Darawca en el año 862. Calat o Qualat, en árabe, significa ciudad fortificada o ciudadela, y Darawca, parece hacer referencia al Darek celtíbero. Los árabes la tuvieron en su posesión hasta cuatrocientos años después, cuando Alfonso I de Aragón la conquistó en 1120, pasando a ser cristiana.
Acuarela que muestra como era Daroca y sus murallas en 1668. El autor es Pier Maria Baldi – La imagen es de dominio público. Está en este enlace. Hay una copia en Wikimedia.
Ni que decir tiene, que tras ser conquistada por los cristianos, siguió habiendo luchas, ahora contra otros reinos cristianos. Por ejemplo, entre 1356 y 1369, de modo intermitente, hubo una importante guerra librada entre Castilla y Aragón. El rey de Castilla era Pedro I y el de Aragón Pedro IV. Por eso, esta guerra se llamó de los dos Pedros. Para defenderse, sus murallas tuvieron que ser ampliadas. Pueden verse muchos datos históricos interesantes en la entrada Daroca de Wikipedia.
A pesar de que se convirtiera en cristiana la influencia de la cultura árabe fue muy importante. Por ello, podemos considerar que Daroca es una ciudad donde abundan tanto el románico como el mudéjar. Hay cuatro iglesias que son total o parcialmente románicas: Santa María de los Corporales, San Miguel, Santo Domingo y San Juan de la Cuesta. Estas dos últimas, en el siglo XIII fueron modificadas al estilo mudéjar.
Desde la calle Mayor, al fondo, se ve el campanario de la basílica de Santa María de los Sagrados Corporales.
En una pared de la calle Mayor, exactamente en el número 147, nos encontramos con una placa conmemorativa donde se nos dice que allí vivió la famosa Dolores de Calatayud.
En la calle Mayor está el letrero que nos recuerda que aquí vivió la famosa Dolores de Calatayud, de la copla.
En el número 100 de la calle Mayor está la sede del partido Cha, en una casa antigua de estilo aragonesista. A la izquierda hay un pasadizo que pasa por debajo del edificio.
Sede del partido Cha. Calle Mayor 100. A la izquierda un pasadizo que cruza por debajo de la casa.
Si entramos en el pasadizo y miramos hacia la calle Mayor, lo que vemos en la foto siguiente.
Vista de la cafetería Imperio desde el pasadizo al lado del Cha.
Justo enfrente del edificio del Cha hay una cafetería que se llama Imperio y a su izquierda también hay un pasadizo que pasa por debajo de un edificio. Hay varios pasadizos de este tipo en Daroca.
Terraza de la cafetería Imperio.
Vista de la calle Mayor desde el pasadizo al lado de la cafetería Imperio.
Observen en otro pasadizo, las puertas de hierro y las vigas de madera del techo.
Gatos
El porrero medieval en una ventana de Daroca
Paseando por Daroca
El porrero medieval es un personaje de comics creado por el dibujante de Daroca llamado Moratha.
Vista desde cafetería Imperio
Vista más cercana
Vistas de la Puerta Baja, desde la calle Mayor.
La muralla
La muralla de Daroca no está completa como la Ávila o Lugo pero está muy bien. Tiene una longitud de cuatro kilómetros. Disponía de 116 torreones, de los cuales catorce eran muy grandes. Muchos de los torreones son bastante impresionantes.
Nosotros llegamos por la llamada Puerta Alta. Su nombre es bastante obvio: está en la parte alta del pueblo. Desde esta puerta la calle Mayor desciende hasta la Puerta Baja.
Puerta Alta, a la derecha está la llamada Torre de los Huevos. o de los Escolapios
Al lado de la puerta Alta se encuentra la torre de los huevos o torre de los escolapios. El nombre de torre de los escolapios es debido a que en sus cercanías había un colegio regentado por frailes de dicha orden. Por más que buscado no he logrado encontrar la razón del nombre de torre o torreón de los huevos.
Detalle de la Puerta Alta, vista desde fuera de la muralla..
La Torre de los Huevos.
Es curioso cómo cambia el aspecto de estas puertas cuando se las ve desde dentro o desde fuera. La puerta vista desde el interior de las murallas luce muy distinta:
Puerta Alta vista desde dentro de las murallas. A la derecha se ve la muralla.
Al lado de la Puerta Alta hay varias torres que se ven muy bien:
Torres y parte de la muralla, cerca de la Puerta Alta.
Para mi gusto creo que no hay duda de que los torreones de la Puerta Baja son los mejores.
Puerta Baja, vista desde fuera del recinto amurallado.
Las torres actuales son el resultado de una modificación que se hizo en 1451 a las antiguas que databan del siglo XIII (Más datos en el apartado «Puerta Baja» de Wikipedia).
En las torres destacan los matacanes con almenas que le dan un aspecto muy estético. En el arco, en la parte superior, apenas se distinguen las aspilleras desde las que podían lanzar flechas u otras armas ofensivas a los enemigos. En el siglo XVI se rebajo el arco y se puso el escudo imperial de Carlos V.
Aspilleras
La zona del arco rebajada y el escudo de Carlos V
Detalles del arco de la Puerta Baja
Detalles de los matacanes.
Voy a sacar una foto enfocando la izquierda de estas imágenes. La foto no es buena, pero en ella se puede ver parte de la muralla.
Puerta Baja y un trozo de muralla.
Torreón de la Sisa, que forma parte de la muralla.
Los sagrados corporales
Corría el año 1239. La lucha por la Reconquista cristiana había llegado al sur de Valencia, al castillo de Xio en la población de Luchente. Los musulmanes ocupaban el castillo. El ejército cristiano celebró una misa, momento en el que los musulmanes aprovecharon para realizar un ataque.
El sacerdote que oficiaba la misa -padre Mateo Martínez- dobló los corporales que contenían las formas consagradas y las guardó debajo de una piedra. Después de ser rechazado el ataque, se decidió continuar la celebración de la eucaristía, pero al recuperar el sacerdote los corporales descubrió que las formas estaban ensanguinadas.
El corporal, o corporales, es el paño que se pone sobre el altar, para situar sobre él el cáliz y la patena con la hostia durante la celebración de la misa católica. Al descubrir que los corporales estaban ensangrentados, consideraron que había ocurrido un milagro. Los soldados presentes en el acto quisieron quedarse con aquella milagrosa reliquia, pero había un problema: entre los soldados los había de Daroca, Calatayud y Teruel, por lo que decidir quién se quedaría con ella era un tema difícil. Y, naturalmente, los habitantes de Luchente querían que se quedase en su pueblo, donde había ocurrido el milagro.
La solución en la que pensaron fue acudir a la sabiduría de Dios y dejar que él decidiera. Para ello cogieron una burra sarracena y sobre ella pusieron los corporales y la dejaron deambular a su antojo (ver nota 1). La burra inició un largo camino de 50 leguas (ver nota 2), sin pararse para comer, beber o descansar, llegó a Daroca, exactamente al Convento de los Trinitarios y allí cayó muerta. La suerte estaba echada: Daroca sería la depositaria de los santos corporales, con todo lo que ello significaba de peregrinaciones, donativos, etc.
En 1239, el 7 de marzo, la burra murió en la puerta de la iglesia del hospital de San Marcos.
Puerta de la iglesia del antiguo hospital de San Marcos, donde murió la burra que transportaba los corporales. Hoy es el convento de las hermanas de Santa Ana.
Al lado de la puerta hay una placa conmemorativa del hecho.
Placa conmemorativa de la llegada a Daroca de los Santos Corporales.
No pudimos entrar en la iglesia. Su entrada tiene una arquería gótica bastante interesante:
Vista general
Techo del convento de la Santísima Trinidad, donde la burra que llevaba los Santos Corporales murió.
Como consecuencia de tener una reliquia tan importante, Daroca se convirtió en un lugar de peregrinaje y la población adquirió gran importancia. recuerden que si quieren ver los santos corporales, hoy no están en el convento de los Trinitarios sino en Santa María de los Sagrados Corporales.
El ruejo
Según el diccionario de a RAE, ruejo es una piedra de molino.
Cuenta la leyenda que en 1575, veinte años después del gran terremoto de Lisboa, en Daroca hubo unas enormes precipitaciones. El agua que entraba por la parte alta (puerta Alta) descendía a toda velocidad, por la calle Mayor, hacia la puerta Baja. Con la llegada del agua, la puerta Baja se cerró y el agua empezó a subir de nivel, peligrando la vida de los habitantes de Daroca.
Cuando los vecinos estaban al borde de la desesperación, un ruejo que estaba en casa de Don José Garcés, bajo desde la puerta alta a la puerta baja a gran velocidad, y descargó un fuerte golpe sobre la puerta, abriéndose de golpe, por lo que el agua comenzó a salir de la ciudad. Se dice que este milagro fue obrado por los Santos Corporales guardados en la localidad. Todavía se conserva este elemento dispuesto en un pedestal en la localidad.
Probablemente la leyenda tenga algo de verdad. Aunque no lo sé. Pero, lo que sí quiero mostrarles es el ruejo que evitó que, según la leyenda, evitó Daroca fuera anegada. El ayuntamiento ha rendido homenaje al ruejo y podemos verlo, con paneles contando su historia en una placita, con juegos infantiles, que hay enfrente de la puerta Baja, donde la calle Mayor se bifurca en dos: avenida de Madrid y paseo de la Constitución. Al lado mismo del convento de los Trinitarios.
En el punto donde comienza la bifurcación entre avenida de Madrid y paseo de la Constitución está el ruejo. Mapa de Google Maps.
El ruejo. La piedra de molino que, según la leyenda, bajó desde la puerta Alta hasta la Baja y al chocar con esta última el agua que estaba inundando Daroca, se escapó por la puerta rota.
La fuente de los veinte caños
La fuente de los veinte caños, se construyó entre 1639 y 1642 por el maestro cantero Pedro de Aguilera. Está dividida en diez tramos mediante pilastras, en cuyos capiteles se representan atlantes agachados. Entre las pilastras hay bajorrelieves. Si se cuentan los caños, efectivamente, la fuente hace honor a su nombre y hay veinte.
Atlante
Atlante
Fuente de los veinte caños. Daroca
Fin de la visita
Tras esta breve visita, empezamos a subir desde la puerta Baja hacia la Alta.
Sin duda quedan muchísimas cosas por visitar. Esa es una buena disculpa para volver.
Notas
(1) Cuando yo estudiaba, era habitual que nos contasen un mal chiste sobre la labor de los ingenieros. El chiste decía más o menos que en un pueblo contratan a un ingeniero para que les diseñe el camino para ir a la ciudad importante. El ingeniero, lo hace, y les pregunta que por que le han contratado. La respuesta de los del pueblo es, más o menos, que normalmente sueltan a un burro para que decida el camino.
—¿Y cuándo no tienen un burro a mano?
—Entonces contratamos un ingeniero.
(2) La legua no es una medida única. Se dice que una legua es lo que una persona recorre andando en una hora; pero, obviamente, no es lo mismo una persona alta, con piernas muy largas, que un niño con piernas pequeñas. Y no es lo mismo ir a un ritmo que a otro. Así que, si lo ponemos en medidas actuales, hay leguas de 4 km y leguas de 7 km. Y muchos valores intermedios. La legua castellana era de 4190 m. En la provincia de Zaragoza se usaba una legua equivalente a 5,572699 kilómetros.
Si, en la leyenda usaban leguas de Zaragoza, 50 leguas equivale a 278 km. Usando Google maps, encuentro que la distancia entre Lucente y Daroca es de 359 km. Por lo que no me queda más remedio que concluir que no usaban la legua Zaragozana. La legua de Valencia era de 6,04 km. Con esas medidas 50 leguas serían 301 km, lo que todavía es corto. No sé qué legua usaron. Tendría que ser una legua superior a los 7 km.