He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
En algunas de las excursiones pasamos muy cerca de Padrón y la guía nos contó cosas interesantes. No pudo faltar el dicho de «los pimientos de Padrón, unos pican y otros no». El hecho de que unos pican y otros no es cierto, pero no es misterioso, simplemente es la forma en la que crece la planta, cuanto más vieja es más picante tiene. Por eso mismo, los pequeños no suelen picar y los grandes sí. Los recogidos a final de temporada, entre finales de agosto y finales de octubre, son más picantes.
Pero esto no fue lo que me llamó la atención. Lo fue que nos dijo que los pimientos vinieron de América (eso no era nuevo para mí) y que fueron los frailes de diversos monasterios los que los fueron aclimatando y dando origen a las distintas denominaciones, una de ellas «pimientos de Padrón» (eso sí era nuevo para mí).
Hoy son famosos los pimientos y su derivado: el pimentón de Extremadura. Su origen está muy relacionado con el monasterio jerónimo de Guadalupe. Fue el propio Colón quien llevó a los monjes jerónimos muestras de ají (allí llamaban a los pimientos) considerándola tanto un condimento para la comida como una medicina. De hecho, hoy en día, muchas cremas para quitar el dolor tienen capsaicina, obtenida de los pimientos.
Tras cultivarlos en el monasterio jerónimo de Guadalupe, los monjes los llevaron a los demás monasterios de la orden.
El cultivo del pimiento se benefició de esta extraordinaria red de monasterios jerónimos para su expansión en España. Así llegó, en primer lugar, a Yuste y, más tarde a La Ñora (Murcia), a La Rioja, a Andalucía y al resto de España (Zapata et al., 1992)
Bartolomé garcía, teresa; coleto martínez, José miguel; velázquez otero, rocío. HISTORIAS DE LA PLANTAS II: LA HISTORIA DEL PIMIENTO.
Parece ser que los pimientos de Padrón no están relacionados con los monjes jerónimos sino con los franciscanos. Al venir de América, algunos franciscanos, con sus plantas de pimientos, fueron a parar al convento de San Francisco de Herbón [sí de Herbón, no de Hebrón, que es lo primero que me ha venido a la mente], en Padrón. Y de allí surgieron los famosos pimientos del Padrón, que unos pican y otros no [1]. La adaptación al clima de Galicia fue realizada con mucha paciencia mediante selección artificial.
Es interesante estudiar la historia del pimentón. No se trata nada más que de pimientos secados y molidos. Los hay dulces y picantes. En una época donde las especias tenían precios astronómicos el pimentón permitía algo parecido a un precio muchísimo inferior. Además, descubrieron las propiedades bactericidas de los pimentones picantes por lo que se hicieron casi imprescindibles en embutidos.
Nada más. He verificado que lo que nos dijo la guía era real.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
La ruta que seguimos fue aproximadamente la que figura en el mapa:
Salimos de Sanxenxo cuando todavía era de noche. El tiempo era bastante malo había llovizna y una fuerte niebla.
Poco después el tiempo fue mejorando y ya pudimos ver claramente los cielos rojizos del amanecer, aunque seguían cayendo algunas gotas de agua.
En Pontevedra pasamos por encima del río Miño.
Al pasar por Ribadavía pudimos ver plantaciones de viñas de ribeiro y también vimos una bodega: Viña Costeira, que hace, entre otros, vinos con los varietales de ribeiro, albariño y mencía.
Un detalle curioso es que en la provincia de Orense pasamos primero por el pueblo de Melón y un rato después por el de Sandías.
Melón está en la zona de uvas de ribeiro, por lo que vimos bastantes viñas de esa variedad.
En Sandías hay un torreón en muy mal estado, que se ve bastante bien desde la carretera.
El motivo de la existencia de esta torre de vigilancia es que está muy cerca de la frontera con Portugal.
2. Parada técnica en Ginzo de Limia (Xinzo de Limia)
El nombre de Ginzo de Limia siempre me ha resultado muy sonoro. No tenía ni la más remota idea de lo que significaba, pero me sonaba bien. Hoy ya sé lo que significa. Ginzo o Xinzo (en gallego) es un nombre propio. «De Limia» significa que está al lado del río Limia. Este río es muy interesante, también lo llamaban el río del olvido. La razón nos la explica muy bien Wikipedia:
Este río fue llamado Lethes por los antiguos romanos, al confundirlo con el legendario río Lete (río del Olvido) del Hades, de la mitología romana, el cual se creía que tenía la propiedad de borrar la memoria de quienes lo cruzaban. En 138 a. C., el general romano Décimo Junio Bruto intentó deshacer el mito, que dificultaba las campañas militares en la zona. Se dice que cruzó el río Limia y entonces llamó a sus soldados desde el otro lado, uno a uno, por su nombre. Estos, asombrados de que su general recordara sus nombres, cruzaron también el río sin temor, acabando así con su fama de peligroso. En sus orillas construyeron el campamento de Aquis Querquennis del que se conservan restos actualmente.
wikipedia. entrada: Río_Limia [1]
Nosotros paramos en la estación de servicio de Cepsa en Xinzo de Limia, que también tiene un bar-restaurante llamado Antelia.
3. Parada técnica en «La Gran Casona» de Puebla de Sanabria
Puebla de Sanabria es una ciudad muy interesante. Uno de sus mayores atractivos es el Lago de Sanabria, que durante muchos años fue un lugar de veraneo y de recreo para muchas personas de los alrededores, incluyendo León, que ya no está tan cerca.
Debido a que nosotros estábamos allí simplemente de paso no pudimos ver nada. El lugar donde comimos se llama «La Gran Casona» y está al lado del hotel J. Enrimary o Gran Casona, de los modos se encuentra.
La estatua tiene un letrero, pero su tipografía es tan enrevesada que no soy capaz de saber qué es lo que pone. He consultado a la oficina de turismo de Sanabria para ver si pueden ayudarme. Ya les diré algo cuando tenga la respuesta.
La parada fue simplemente para ir a los servicios y tomar alguna cosilla. Mi lección fue un vino blanco con uva mencía.
En este lugar también había productos típicos de la zona, por ejemplo, la famosa cecina de León.
4. Almuerzo en Hotel Helmántico, Salamanca
Al hotel Helmántico llegamos ya bastante tarde. Eran más de las tres así que lo primero que hicimos fue ir al comedor. Allí comimos unas estupendas lentejas con chorizo, un lomo de credo, postre y todo acompañado con agua y vinos.
En el hotel Helmántico no solo comimos, sino que íbamos a pasar en él la noche. Sería al día siguiente cuando volveríamos a emprender viaje hacia el sur, hacia Fuengirola. Así que subimos a las habitaciones.
5. Breve visita a Salamanca
Tras dejar dejar las maletas en la habitación, el autobús nos llevó hasta el centro de Salamanca, más concretamente hasta delante del museo de art nouveau y deco Casa Lis.
Decidimos ver la Casa Lis. Para subir a la puerta pasamos por la Cruz de los ajusticiados. El motivo de tal nombre es que allí en la parte alta de la cruz colgaban las cabezas de los ajusticiados, para que los visitantes vieran las leyes tan duras que había en la ciudad.
AL lado de la cruz de los ajusticiados hay una sencilla piedra de forma cilíndrica. Se trata del soporte que usaban para cortar cabezas.
Piedra para cortar cabezas al lado de la Cruz de los ajusticiados.
Una vez pasada la cruz subimos para entrar en el museo Casa Lis. Por desgracia no permiten sacar fotos por lo que no puedo mostrarles ninguna de sus colecciones: vajillas, copas, muñecas, pinturas, esculturas, muebles, etc. Tan solo saqué una en el bar, donde no ponía que no se podían sacar fotos.
Cristaleras del bar de la Casa Lis. Las de todo el edificio son parecidas.
Detalle de los cristales pintados en el bar. Observen la flor de Lis en verde.
Detalle de una lámpara en el bar. Este es un ejemplo de lo que se puede ver en el interior del museo.
Subiendo por la calle de curioso nombre Tentenecio se ve al fondo la torre de la catedral.
En la página de Salamanca Empresarial, describen muy bien la razón de ese nombre:
La calle Tentenecio debe su nombre a un hecho milagroso atribuido a San Juan de Sahagún. Se cuenta que paseando el fraile por las proximidades de la catedral escuchó gran griterío y vio que la gente corría despavorida. La causa eran las embestidas de un toro bravo que corría por la calle. El fraile se plantó ante el toro y le dijo, “tente necio”, y el toro se quedo quieto y no opuso resistencia a su retorno al corral. Por lo que la calle pasó a llamarse Tentenecio.
Salamanca Empresarial. Entrada: tentenecio [3].
En el llamado Patio Chico, en la parte trasera de la catedral hay dos medallones. Uno de ellos es el que viene a continuación:
Medallón representando a San Pablo en el Patio Chico detrás de la catedral
Catedral. Fachada a Patio Chico.
Torres vistas desde Patio Chico.
Fachada principal.
Enfrente de la fachada principal de la catedral está el palacio de Anaya, de estilo neoclásico.
Palacio de Anaya. Salamanca.
Al fondo, universidad pontificia de Salamanca.
Murallas de Salamanca.
Volvimos a montar en el autobús para regresar al hotel. Por el camino pudimos ver una preciosa puesta de sol:
Puesta de sol en Salamanca.
Y ya bastante anochecido llegamos al hotel para cenar.
Hotel Helmántico.
6. Cena en hotel Helmántico
Para la cena tuvimos de primero una sopa con huevo escalfado, trocitos de jamón, etc.:
De primero una sopa con huevo escalfado, trocitos de jamón, etc.
De segundo: bacalao al pilpil:
De segundo bacalao al pilpìl.
Y de postre un helado.
Y para terminar un helado
Terminada la cena nos fuimos a dormir. Mañana nos espera un larguísimo viaje.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
La Isla de La Toja, La Toja Grande, de Loujo o de Los Baños de Loujo1 (en gallego y oficialmente Illa da Toxa,2 Illa da Toxa Grande3 o Illa de Louxo[cita requerida]) es una isla española perteneciente a la provincia de Pontevedra, en Galicia. Está situada al este de la villa de El Grove, con la que está unida por un puente decimonónico. Posee un núcleo de población llamado Isla de La Toja, perteneciente a la parroquia de San Martín, que contaba con 83 habitantes empadronados en 2022.4 Tiene una superficie de 110 hectáreas.
wikipedia. entrada isla de la toja [1]
Ubicación de la isla de Toja. Mapa gentileza de Google maps.
Nuestro autobús cruzó a la isla de la Toja a través del puente del siglo XIX.
Cruzando el puente que nos lleva desde El Grove a la Isla de la Toja.
El Grove visto desde la isla de la Toja.
Desde la parada del autobús fuimos paseando hacia el monumento más popular de la isla de Toxa: la capilla de San Caralampio de Toja.
Ermita e San Caralampio de Toja.
Para mí, y sospecho que para otros muchos, lo más sorprendente de esta capilla es que está recubierta de conchas de peregrino (vieiras).
La Capilla de la Isla de A Toxa data del siglo XII, sin embargo en el siglo XIX fue reconstruida y recubierta con conchas de vieira. Posee planta de cruz latina y nave única.
Anteriormente estuvo dedicada a San Sebastián pero tras la reforma se coloca como imagen principal la Virgen del Carmen. En esta capilla se da culto el famoso San Caralampio, un mártir del s. III, que es patrón de las enfermedades de la piel, de ahí el patronazgo y culto en este lugar especial de aguas termales como terapias para curar la piel en los balnearios de esta isla de A Toxa, de ahí que la gente, desde muy antiguo, acude a esta capilla pidiendo la protección de este Santo
Turismo rías baixas. entrada Capilla de San Caralampio [2]
La capilla de San Caralampio.
La fachada principal. La entrada a la capilla.
Las conchas le dan ese aspecto tan bonito y distintivo. Creía que era un homenaje al Camino de Santiago, pero resulta que no es así. La razón por la que la capilla está cubierta de conchas de peregrino es totalmente pragmática: para evitar que el agua entre por las paredes. Es similar a lo que ocurre en el norte de Portugal que tienen sus edificios alicatados. La cerámica impide que entre el agua, es una protección contra las humedades. Lo mismo ocurre en esta capilla, las conchas protegen contra las humedades y, además, le da ese aspecto tan original.
Detalle de las conchas en las paredes.
En el interior lo que hay es una capilla sumamente sencilla. Quizá esa sencillez le da un encanto especial.
Interior de la capilla. Al fondo, la Virgen con el niño dentro de una concha.
Interior de la capilla. En las paredes, en madera de color oscuro, los pasos procesionales.
Detalle del techo.
Al lado de la puerta de entrada, en el jardín, se encuentra la escultura de un burro moribundo que está patas arriba.
Burro moribundo en la isla de la Toja.
En las placas que se ven abajo, se narra la leyenda del burro que hizo que se descubriesen las propiedades medicinales de las aguas de la Toja. Bruno Padín Portela, Dr. en historia, nos cuenta muy bien la leyenda de la Toja. Os paso sus palabras:
Cuenta la leyenda que un campesino llevó a su burro, lleno de costras, mataduras y dolores, casi moribundo, a la isla con intención de abandonarlo allí hasta que muriese. Lejos de cumplirse el fatal pronóstico, la sorpresa llegó cuando, tras cierto tiempo sin visitar el lugar donde había dejado al burro, el hombre regresó y no solo observó que el animal no había muerto, sino que lucía un aspecto espléndido. La alegría era doble. Por un lado, el borrico se había recuperado y, por el otro, podía servir para trabajar en las tareas propias del campo, ya que en esta época los animales tenían un peso esencial en las labores agrícolas.
Bruno Padín portela. Visitogrove. entrada o burro da toxa [3]
El campesino intrigado trató de saber qué había pasado y descubrió que el animal se había bañado en un charco lleno de barro caliente. El milagro lo había hecho el barro caliente. Y de esta leyenda surgen las propiedades sanadoras de las aguas de la Toja que dio origen al balneario de la Toja [4].
Tras la visita, volvimos al autobús y emprendimos la vuelta al hotel. Al día siguiente empezaríamos nuestro regreso a Fuengirola.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
Tras visitar la isla de Ons, ya se acercaba la hora de comer, y lo previsto era subir a un barco, de nombre El Barco de Pepiño, que sale del puerto de O Grove [1], y allí disfrutar de una mariscada, mientras el barco navegaba y se acercaba a las bateas para que pudiésemos ver el procedo de cría de mejillones [3].
En las Rías Bajas [2] (Rias Baixas) hay varios puertos desde los que salen barcos en los que se celebran comidas, normalmente mariscadas o degustación de mejillones. Naturalmente, los mejillones recién recolectados de las bateas en las que se crían. Nosotros cogimos nuestro barco en el pueblo de El Grove (O Grove). Allí mismo, en el puerto, había varios anuncios de cruceros gastronómicos.
Un ejemplo, es el de cruceros do Ulla. El restaurante marinero en barco cuesta 35€ para adultos y 20€ para niños.
Otro ejemplo es el del barco La Toja, que además de la mariscada ofrece la «ceremonia» de «La Queimada».
Otros barcos ofrecen viaje en catamarán, con suelo de cristal, para poder ver los fondos.
Además de la comida, hay bebida, donde no puede faltar la sidra. Se visitan las bateas y después hay música y baile. En algunos hay el interesante ritual de «La queimada [4]» en el que se quema orujo, en un ambiente oscuro para que se vean bien las llamas. El que hace la queimada suele recitar unos versos, en los que se habla de brujas. Cada día hay menos de estos rituales por los problemas de incendios.
Nosotros habíamos escogido el viaje ofrecido por el «Barco de Pepiño [5]».
El barco de Pepiño en el muelle y en el primer plano la pasarela para llegar a él.
Detalle del Barco de Pepiño. Cruceros Rías Baixas.
A cada uno de nosotros nos sirvieron la bandeja que pueden ver la foto.
Detalle de una ostra.
Mejillones.
Vino blanco Albeiro.
Tras los mariscos y los mejillones vino el postre. Una tarta de Santiago [6].
Tarta de Santiago. La he abierto para que se vea el inetrior.
Tras la tarta nos sirvieron una copita de crema de orujo [7].
Chupito de crema de orujo.
Mientras comíamos, el barco se había acercado a una de las bateas donde se crían los mejillones.
Nos dirigimos hacia una batea.
Batea en la que se crían los mejillones. La madera de los travesaños suelen ser de eucalipto.
Detalle de la batea.
Debajo de las bateas se ven (malamente por los reflejos en el agua) los racimos de mejillones.
Después hubo música y baile y todo ello animado por Pepiño. El viaje resultó agradable, aunque, por poner un pequeño defecto, los espacios para sentarse y comer eran muy pequeños. Los clientes estábamos muy apelotonados.
Ya volviendo a El Grove pudimos ver los vuelos de las gaviotas.
Vuelo de gaviota.
Tras bajarnos del barco, volvimos al autobús para nuestra siguiente etapa: La isla de la Toja.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
Es posible visitar la Isla de Ons bajo autorización de la Junta de Galicia, al igual que para acceder a las Islas Cíes.
wikipedia, entrada isla de ons. [1]
Se trata de una pequeña isla en la ría de Pontevedra, por lo tanto, pocas dudas hay de que para llegar a ella hay que hacerlo en barco. Nosotros salimos desde el puerto de «El Grove» y fuimos con la naviera «Cruceros Rías Baixas». El nombre del barco era «Delfín Primero».
Barco Delfín Primero de la naviera Cruceros Rías Baixas. Puerto de El Grove.
Cruceros Rías Baixas. Barco Delfín Primero.
Nos embarcamos en dirección a la isla de Ons. Atrás dejamos «El Grove»:
El Grove, desde el barco.
En el barco hay una mapa que, a juzgar por su color, es bastante viejo. En él se ven las islas a las que nos acercamos.
Ría de Pontevedra y a la izquierda, la isla más grande es la de Ons, y la que está debajo es Onza.
La grande es la isla de Ons, la pequeña es Onza.
La grande, isla de Ons. A nuestra izquierda, isla de Onza.
Atracamos en el puerto y nos dirigimos hacia los edificios más próximos.
Puerto y poblado de la isla de Ons.
Al fondo «El Grove». desde el muelle de la isla de Ons.
Detalle de muelle y una pequeña playa.
Muelle. Al fondo el barco que nos ha traído hasta aquí.
Tras el viaje nos apetecía tomar algo. Allí, en los primeros edificios con los que nos encontramos hay una bar: «Casa Checho». Allí tomamos algunas bebidas.
Mostrador Casa Checho en la isla de Ons.
Empezamos un paseo, acompañados de una joven guía, que nos fue explicando lo que veíamos. El primer lugar donde paramos fue en la iglesia del pueblo (iglesia de San Joaquín). Se trata de una iglesia de estilo moderno, construida en 1848 [2]. Se trata de un edificio muy sencillo, donde destaca la ornamentación en azul.
Iglesia de San Joaquín (isla de Ons).
A la entrada de la iglesia hay un crucero de piedra, que a mí me ha gustado.
Crucero en la iglesia e San Joaquín. Isla de Ons.
Crucero. En la cara que vemos está la virgen coronada con el niño. En la cara posterior, que no vemos, está el Cristo crucificado [3].
Un poco más adelante nos encontramos con un típico hórreo.
Hórreo en la isla de Ons.
Un poco más adelante nos encontramos con otro hórreo.
Otro hórreo en la isla de Ons. Las cruces en el tejado indica que los impuestos se pagaban a la Iglesia.
Otro hórreo:
Hórreo en la isla de Ons.
Isla de Onza vista desde la isla de Ons.
Aquí la guía-monitora nos habló de una rana de la isla de Ons que cambia de ovípara a vivípara, según la humedad del ambiente. Por más que he buscado no he logrado encontrar ninguna referencia a ella. Normalmente las ranas son ovíparas, es decir, ponen huevos que posteriormente se desarrollan.
Pero hay algunos anfibios que, aunque ponen huevos, estos se desarrollan en el interior de la madre, por lo que nacen ya desarrollados. Ese tipo de reproducción se llama ovovivípara.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
En la entrada anterior estábamos en el monasterio de Poyo. De allí nos fuimos a ver Combarro, también del municipio de Poyo.
Una primera observación que tenemos que hacer es que Combarro es de Galicia y no hay que confundirlo con Combarros que es de León.
La cantidad de hórreos y de cruceros que hay en Combarro es muy notable. Hay tantos que es imposible, para el objetivo de este blog, mencionarlos todos. Así que haré una selección de lo que a mí me ha gustado, pero dejando muy claro que lo que muestro aquí es tan solo una pequeña parte de lo que hay.
Nuestra entrada a Combarro fue por el puerto deportivo (o Marina) de Combarro.
Marina de Combarro.
Marina de Combarro. El barco «grande» que se ve en primer plano es de la empresa que anuncia una novedad: visitas a la isla de Tambo.
La isla de Tambo está en la ría de Pontevedra. Es una isla muy pequeñita, pero que tiene algunas cosas curiosas, como, por ejemplo, un faro con escaleras exteriores. Lamentablemente, como casi siempre, el tiempo no nos permitió ir a verla. Una disculpa excelente para volver a Combarro.
Ruta isla de Tambo, que sale desde el puerto de Combarro. La empresa que lo hace es «Cruceros Pelegrin».
Una vista de la ría de Pontevedra desde el puerto de Combarro.
Nuestra excelente (ya lo he dicho varias veces) guía, nos señaló que en el puerto crecía el «perejil de mar» también llamado «hinojo del mar». Es una planta comestible. No me pude resistir y probé un poco. Es ácida. De hecho tiene vitamina C (que es ácida) y por ello fue utilizada para combatir el escorbuto.
Hinojo de mar. Planta comestible que se usaba para combatir el escorbuto.
Tras dejar la marina nos dirigimos al centro de la ciudad. Sin duda los hórreos son un sello distintivo de la misma.
Hórreos, hórreos y más hórreos. Hórreos de piedra, de ladrillo, de madera… Hórreos cuyas patas se han suprimido y ahora son una muro, hórreos al lado del mar, hórreos llenos de gatos,… hórreos…
Hórreos de Combarro.
Detalle de los tornarratos.
Como ya henos dicho antes, los tornarratos eran las piezas que se colocaban para que los ratos (ratones) no pudieran subir al lugar donde estaban almacenados los alimentos.
Hórreo en Combarro.
No todo en Combarro son hórreos. Me da la sensación de que ha pasado de ser una ciudad marinera a ser una ciudad turística, por lo que hay muchos bares, restaurantes, tiendas de souvenirs, etc.
Taberna Leucoiña con una sirena.
La sirena.
Allí mismo veo que ofrecen el champán Bollinger que, si no recuerdo mal, era el preferido del agente 007. Me sorprendió que en una taberna de Galicia ofrecieran el champán francés preferido de James Bond.
El champán de James Bond.
Un hórreo, cerca del mar, en vez de alimentos tenía gatos. Muchos gatos. Incluso pedían dinero para cuidar (y capar) a los gatos.
Hórreo con muchos gatos.
Un gato del hórreo me mira con cara de pocos amigos.
Anuncio donde piden dinero para ayudar a la alimentación y a la castración de gatos callejeros en un hórreo lleno de gatos.
Aspecto de un bar restaurante al lado de la ría.
Un hórreo con la parte superior de madera.
Un crucero de los muchos que hay en Combarro.
Calles estrechas que llevan al mar.
Calles con soportales.
Cruceros y fuentes.
Detalle del crucero.
Detalle de la fuente.
Otro hórreo.
Otro crucero.
Seguimos viendo hórreos y cruceros. Hórreos bonitos, hórreos feos,… hórreos de todo tipos. Los cruceros, sin embargo son todos bonitos.
Ya cansados nos paramos en un bar a descansar y tomar algún producto de la zona. Paramos en la cafetería bocatería «A Batea» [2].
Cafetería «A batea».
Un vino de ribeiro servido en copa helada.
Después pedí un chupito de orujo de hierbas. Me sorprendió el gran tamaño del «chupito». Estaba bueno.
Después nos fuimos a la estación de autobuses para volver al hotel y cenar. Había acabado nuestro quinto día de excursión.
Una vez más, el tiempo que tuvimos nos supo a poco. Tendremos que volver a Combarro para ver más cosas, para degustar sus platos, etc.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
Tras comer, de nuevo en Sansenxo, emprendimos viaje para ver el monasterio de Poyo (o Poio en gallego).
Ruta seguida. Hay unos 14 km y se tarda en recorrerlo unos 20 minutos. Mapa gentileza de Google Maps.
Entrada al monasterio de Poio.
Entrada al monasterio de Poio
Hoy el monasterio también es una hospedería. Pero antes de llegar al monasterio, me gustaría que se fijasen en el enorme hórreo que se al fondo.
Hórreo del monasterio de Poio.
Como pueden ver, el hórreo es enorme. Es el mayor de Galicia en superficie. Fue construido a finales del siglo XVIII. Tiene un largo de 33,46 metros y un ancho de 3,368 m, es decir de 123,13 m2 . Pero no es el mayor en longitud, ese honor le corresponde al hórreo de Carnota (provincia de Coruña) que tiene 34,74 m de largo, aunque es más estrecho, por lo que su superficie es menor [1] y [2]. Este hórreo se destinaba a guardar el maíz y otros cereales.
El hórreo del monasterio de Poio más cerca.
Detalle del hórreo del monasterio de Poio.
Antes de llegar al monasterio nos encontramos con una especie de capilla en la que hay una estatua de la virgen con el niño. Pero no se trata de una capilla, sino de la traída de agua al monasterio. La obra se hizo en 1733. El agua venía de unas minas situadas a casi 700 m de distancia y se hacía por medio de una tubería de piedra. En la parte superior hay dos escudos de piedra, uno es el del monasterio de Poyo y el otro es el del monasterio de Montserrat.
Traída de agua al monasterio. Arriba los escudos de los monasterios de Poyo y de Montserrat.
El interior de la traída.
Pila para recibir el agua.
Ya llegamos al monasterio.
A la izquierda el monasterio, al fondo su iglesia.
Aunque estoy acortando a «monasterio de Poyo», realmente, su nombre completo es «monasterio de San Juan de Poyo». Inicialmente era un monasterio benedictino, aunque hoy está ocupado por los padres mercedarios. Desde 1971 está declarado «Bien de Interés Cultural». La fecha del monasterio es difícil de conocer. Hubo un monasterio inicial en el siglo VII y en el año 942 fue reconstruido en el lugar que ocupa hoy en día. «En 1581 comenzaron las obras de la iglesia actual y del claustro procesional, desarrollándose entre 1600 y 1612» [3].
Fachada de la iglesia del monasterio de San Juan de Poyo.
Detalle de la entrada al monasterio.
Cuando llegamos nosotros, la visita al monasterio ya estaba cerrada. Para ver el monasterio con su interesante claustro procesional y jardines, hay que sacar una entrada cuyo precio es 2,50 € individual y 2 € en grupo.
Una placa de bronce nos recuerda que la UNESCO lo considera «Luz de la Humanidad».
Ante la imposibilidad de entrar, dejamos el monasterio y nos fuimos a ver el pueblo de Combarro. La próxima entrada irá de ese bonito pueblo.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
Ruta de Sanxenxo a Santiago. 79 km. 1h10m
Santiago de Compostela, en los últimos años se ha convertido en uno de los lugares más visitados de España, tanto por turistas, que, como nosotros, van a ver la ciudad por curiosidad, para ver sus monumentos y disfrutar de una buena comida, y por peregrinos del Camino de Santiago.
En el año 2022 llegaron a Santiago más de 435 000 peregrinos, lo que significo un gran incremento respecto al año anterior, y fue el récord de número de visitantes [1].
Tantos visitantes hace que el tráfico tanto de coches como de autobuses esté muy reglamentado.
Nosotros, que íbamos en autobús, tuvimos que bajarnos en la estación de autobuses. Por suerte, está muy cerca de la catedral.
Desde la dársena de los autobuses se ven las torres de la iglesia de San Francisco, que está muy cerca de la catedral
Nuestra guía nos llevó hasta la iglesia de San Francisco y allí nos dio unos pocos detalles de la misma. No recuerdo todo lo que dijo,
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», España envió como documentación un «Inventario Retrospectivo – Elementos Asociados» (Retrospective Inventory – Associated Components) en el que en el n.º 859 figura el monasterio de San Francisco de Valdedios.1
WIKIPEDIA. entrada: Convento de San Francisco (Santiago de Compostela) [2]
Aunque el monasterio es del siglo XIII, se hundió a principios del siglo XVIII y hubo que levantar otro: el actual, que es del siglo XVIII. La fachada que vemos es de estilo barroco y fue diseñada por Simón Rodríguez y ejecutada por Manuel Caeiro.
Unos metros más adelante entramos en la plaza del Obradoiro, qué es donde se ubica la fachada más conocida y más fotografiada de la catedral de Santiago. Atención a la palabra obradoiro. Es una palabra en gallego que podríamos traducir como taller. Aquí era donde trabajaban los canteros que construyeron la catedral. Pero, en esa plaza, no solo está la catedral, hay otras cosas, empecemos por el lado norte. Allí está el Parador de Santiago de Compostela, llamado Hostal de los Reyes Católicos.
Parador. Hostal de los Reyes Católicos.
La iluminación solar que había cuando llegamos permite destacar la fachada plateresca. Lo que hoy es un Parador, nació como hospital de peregrinos. Debemos tener en cuenta que en la Edad Media, la peregrinación era tremendamente dura. Si hoy queremos hacer el viaje desde Flandes hasta Santiago, es duro, pero hoy no hay ladrones, y los caminos son bastante buenos. Imagínense cómo era en la Edad Media. El viaje tardaba muchos meses, incluso años. Los peregrinos sufrían todo tipo de penalidades y, como era de esperar, muchas enfermedades, por lo que se estableció una cadena de hospitales de peregrinos a lo largo del Camino. El primero se cree que fu fundado por el rey Alfonso III en el año 883 en Villarmilde, Asturias.
Ya sabemos que hubo varias epidemias de peste negra, una enfermedad terrorífica. En las épocas de peste, cuando los peregrinos llegaban a la plaza el Obradoiro, los metían en el hospital y allí estaban cuarenta días (la cuarentena), para asegurarse de que no eran portadores de la peste.
Volviendo a la actualidad, la guía, nos contó una cosa que me hizo gracia. A los diez primeros peregrinos que lleguen, por la mañana, al Parador (con todos los sellos del Camino bien puestos) les dan comida gratis. Solo a los diez primeros, pues llegan al día más de tres mil. Por lo que conozco de los Paradores, la comida suele ser excelente. En mi opinión, es uno de los puntos fuertes de los paradores.
Detalle de la fachada plateresca del Hostal de los Reyes Católicos.
En un lado de la fachada plateresca hay una imagen de la Reina Isabel y en el otro el rey Fernando.
Escudo de armas de Castilla.
Ni que decir tiene que también está el escudo de armas de Aragón, pero creo que del Hostal de los Reyes Católicos ya hemos visto bastante. Nos vamos a otro lado de la plaza, al lado sur. Allí esta el Colegio de San Jerónimo, un colegio mayor para estudiantes de arte pobres, que hoy pertenece al rectorado de la universidad de Santiago.
Colegio mayor de San Jerónimo.
En San Jerónimo hay muchas cosas muy interesantes, tan solo muestro unas pocas fotos.
Detalle de la jamba derecha.
Detalle de la facha del colegio de San Jerónimo.
Letrero actual donde se dice que pertenece a la universidad de Santiago de Compostela.
Al oeste tenemos el ayuntamiento de Santiago de Compostela, ubicado en el antiguo pazo de Rajoy.
Ayuntamiento de Santiago de Compostela en el antiguo pazo de Rajoy.
Por desgracia, en nuestra visita estaba en obras y lleno de andamios:
Es interesante la escultura en lo más alto del edificio, muestra a Santiago en su caballo blandiendo una espada.
Santiago con caballo y espada encima del ayuntamiento.
Y ya, por fin, nos fijamos en la imagen más popular de la plaza. La más fotografiada. La fachada del Obradoiro (es decir la que a la plaza del Obradoiro) de la catedral de Santiago de Compostela.
A la hora en la que estábamos, el sol estaba detrás de la fachada del Obradoiro por lo que la luz no era buena para obtener detalles de la misma.
Ya hemos visto tres lados de la plaza del Obradoiro que es cuadrada. Hemos visto al norte el parador, hospital del Rey; al sur El colegio Mayor de San Jerónimo (rectoría de la actual universidad) y al oeste el pazo de Rajoy (ayuntamiento). Solo nos falta el este, y allí es donde está la catedral. La llamada fachada del Obradoiro, puesto que da a esta plaza.
Catedral de Santiago. fachada del Obradoiro.
Les ruego que se fijen en la torre de la derecha de la catedral. Parece escalonada. Luego hablamos de ello.
Al ver esta fachada nos damos cuenta de que hay muchos estilos: románico, gótico y barroco. Las razones de tantos estilos son las habituales. Los templos van cambiando en el tiempo. Además, en este caso, es que como cada vez iban más peregrinos hubo que ampliar la iglesia.
El actual templo se construyó en el emplazamiento hubo una iglesia primitiva, que contenía el sepulcro de Santiago y un altar. Después hubo una iglesia prerrománica, cuya consagración fue en el año 899. En el verano del año 997 Almanzor atacó la ciudad de Santiago de Compostela y quemó el templo prerrománico. En el año 1075 se empezó a construir el templo románico del que todavía quedan restos. Como se quedó pequeño poco a poco se fue agrandando, cada vez de acuerdo con los estilos predominantes en su momento, por lo que hay una gran parte gótica y algunas fachadas barrocas.
Desplazándonos hacia la derecha de la foto, es decir hacia el sur, logré sacar otra foto de la fachada del Obradoiro, con otra luz, un poco mejor.
Catedral de Santiago de Compostela. Fachada del Obradoiro.
Y ahora les pido que se fijen en la torre escalonada de la que hablaba más arriba:
Torre escalonada en la catedral de Santiago de Compostela.
No está claro el simbolismo de estas torres (hay dos). Parece un elemento discordante con el gótico o con barroco. Para algunos, tienen un significado religioso, simbolizando la ascensión. Para otros, es un homenaje a la arquitectura americana precolombina [4].
Fachada de la plaza Quintana. Catedral Santiago de Compostela. A la torre se la conoce con el nombre de Torre del reloj.
La Quintana es la segunda plaza más grande de Santiago de Compostela.
Para entrar a ver la iglesia hay que pasar por la fachada que se llama «de las platerías». Se trata de una fachada lateral orientada al sur. Su nombre se debe a que en la plaza que tiene enfrente había muchos talles de orfebres.
Entrada por la fachada de las platerías.
Ya vemos que hay unos cuantos escalone para subir. Para los que nos cuesta subir escalones, hay que decir que dando una vuelta por una calle lateral se sube sin escalones.
Nave central.
Nave lateral.
El famoso botafumeiro.
Cuando estuve en museo del incienso (The Museum of the Frankincense Land), en la ciudad de Salalah, en el emirato de Omán, me llamó la atención descubrir que el incienso del botafumeiro se enviaba desde Omán. Hay varias calidades de incienso, para Santiago iba el de mayor calidad. También me sorprendido que la famosa ciudad de Petra, y el imperio Nabateo, debían su prosperidad, en parte, al tráfico de incienso desde Omán a Europa. Pero, obviamente, esa es otra historia. [5] y [6]
Altar mayor.
Detalle del órgano.
Detalle de la cúpula.
Tras ver unas cuantas cosas más decidimos dejar la catedral e ir a ver otras cosas, como por ejemplo el famoso colegio de Fonseca. Sí, el de la canción: «Triste y sola, sola se queda Fonseca, triste y llorosa queda la universidad». Se refiere a ese colegio.
Enfrente había un bar y ya, cansados, pedimos unas bebidas y no podía faltar una ración de pulpo.
Ración de pulpo.
Y con esto dimos por terminada nuestra visita a Santiago de Compostela.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó el 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
Los romanos construyeron un puente de piedra para cruzar el caudaloso río Lérez. La ciudad fue creciendo en torno a ese puente. Después se hicieron otros, pero aquel primero empezó a conocerse como «puente viejo», en latín «pontem veteram», y de ahí, tras varias modificaciones, quedó en Pontevedra.
Hoy la ciudad de Pontevedra tiene varios puentes. Nuestro autobús cruzó, hacia la parte antigua a través del puente de la Barca.
Desde el bus cruzamos a la ciudad antigua a través del puente de la Barca, que cruza el río Lérez.
Río Lérez visto desde el puente de la Barca.
Desde el autobús es muy difícil conseguir algunas fotos, pues nunca se para en el enfoque que nosotros queremos. Vi una iglesia bonita, la Capilla de San Roque, del siglo XIX, pero lo único que pude fotografiar fueron las ventanas de una de sus paredes.
Ventana de la capilla de San Roque, siglo XIX.
En Pontevedra hay unos jardines que se llaman de Marescot. Hay un escultor —amigo de nuestra guía— llamado Santiago Castro Soage que hace esculturas de madera. Una de ellas la hizo para conmemorar a su amigo Gerardo. La gente suele ver un duende, pero Santiago dice que él ve a Gerardo. La figura es muy singular. Véanla ustedes.
El duende Gerardo del escultor Santiago Castro Soage. Se puso en este jardín en mayo de 2019.
En los mismos jardines vemos un gran monumento.
Monumento a los héroes de PontesampaioEl monumento a los héroes de Pontesampaio un poco más cerca
Detalle del monumento a los héroes de Puentesampaio.
El monumento es muy bonito. Muy épico. Pero supongo que la mayoría de ustedes, como yo mismo, no tenemos ni idea de quiénes y qué son dichos héroes. He tenido que acudir a mi buscador favorito —Duck Duck Go— para enterarme de que:
La Batalla de Puente-Sampayo fue un enfrentamiento armado de la Guerra de la Independencia Española que tuvo lugar en la localidad gallega de Puente-Sampayo, actualmente perteneciente al municipio de Pontevedra), entre el 7 y 9 de junio de 1809.
wikipedia. entrada batalla de puentesampaio.[1]
Así que me enteré de que el monumento se refiere a unos héroes españoles que lucharon contra la invasión napoleónica.
Quizá les haya sorprendido que mi buscador favorito no sea Google. Pues así es. No lo es. Sé que Google da mejores resultados que Duckduckgo, pero también sé que Google guarda todos los datos de mis búsquedas y los usa para «publicidad ajustada a mi perfil», pero, ¿qué quieren que les diga?, prefiero peores resultados pero que nadie guarde mis datos. Creo que la primera vez que me enfadé porque alguien guardara mis datos fue con Amazon, cuando tan solo vendía libros, en la prehistoria, cuando tenía que acceder a través de un módem de 600 bits por segundo, a una cuenta estadounidense. Me enfadó cuando me recomendó unos libros y casi, casi me compré todos. Me molestó enormemente que una empresa fuera capaz de adivinar lo que me iba a gustar. ¡Y acertó! Me preocupó ser tan transparente. Pero me estoy alejando del tema, continuemos andando por Pontevedra.
El arcoíris en los mismos jardines.
Basílica Real Santa María la Mayor
Seguimos andando, y al fondo vemos la la Basílica Real de Santa María la Mayor.
Al fondo basílica Real de Santa María la Mayor.
La basílica de Santa María la Mayor, es del siglo XVI. Es de estilo gótico, aunque tiene una cierta influencia del estilo manuelino portugués.
Seguimos avanzando hacia la basílica, y me encuentro con un edificio que tiene una pared lateral completamente recubierta de tejas. El edificio no tiene nada de especial. Simplemente las tejas en una pared me sorprenden, pero intuyo que es debido a la humedad, a la lluvia. Para evitar que entre agua, las tejas pueden ser una buena solución, como son los alicatados en los edificios del norte de Portugal, o incluso las conchas en la iglesia de la Toja.
Edificio con pared lateral recubierta de tejas.
Al ir avanzando hacia la basílica, nos encontramos con un un jardín con estos extraños frutos, o lo que sea:
Al mirar en Google Lens, me dice que esta planta es australiana y que se llama Lilly Pilly. Pues bien, me lo creo.
Crucero delante de la basílica.
Los muros de la basílica hacen que el crucero se vea desmerecido. Me desplazo un poco y saco la misma foto del crucero, pero desde otro ángulo.
Crucero delante de la basílica.
Fachada de la basílica.
Encima de una de las puertas existe esta decoración:
Decoración encima de una de las entradas (puerta sur). Observen que aquí también está el niño a la derecha.
En una de las paredes de la basílica hay una sencilla Virgen con el niño en brazos que me ha sorprendido un poco. Lo habitual es representar a la Virgen con el niño en el brazo izquierdo, en esta imagen lo tiene en el derecho y se me ha hecho raro; aunque es cierto que hay muchas esculturas con el niño en esa posición.
Virgen en los muros de la basílica.
En otra pared de la basílica vemos otra imagen de una virgen. Al verla en piedra nos parece extraña, pero si pensamos en cómo sería pintada, entonces, rápidamente, recordaríamos a la Virgen de Guadalupe.
Virgen de Guadalupe. Todavía quedan restos que nos hacen ver que era policromada.
También hay un reloj de sol y un grafiti.
Reloj de sol. Las marcas de horas se ven muy mal, pero teniendo en cuenta la hora solar, creo que funciona bastante bien.
Un grafiti dedicado a José Antonio Primo de Rivera. No solo es ahora cuando los que se creen artistas ensucian las paredes.
Entramos en la iglesia y al mirar al exterior esto es lo que vemos:
Vista del exterior desde el interior de la basílica.
Interior de la basílica
Techo de la basílica
Capilla de la Virgen del perpetuo socorro. Observen que el niño está en la izquierda (que es lo más habitual).
Las tallas del púlpito me parecieron excelentes.
Detalle del púlpito.
Otro detalle del púlpito.
Representación del paño de la Verónica.
Iglesia de la Virgen Peregrina
Nuestro siguiente destino era la iglesia de la Virgen Peregrina. Es un trayecto corto, aproximadamente 500 m. Antes de llegar vimos algunas cosas interesante, como por ejemplo, esta fuente.
Fuente de Sesmeros.
En realidad tiene cuatro caños. Esta fuente es de hierro fundido y tiene más de cien años, fue adquirida a instancias del técnico municipal Sesmeros [3].
Después pasamos, aunque tan solo lo vimos de lejos, sin poder acercarnos, las ruinas de Santo Domingo [4].
Ruinas de Santo Domingo.
Los frailes dominicos construyeron el templo en el siglo XIII como templo gótico. En los siglos XIV y XV intentaron una reconstrucción en estilo neoclásico, pero quedó sin concluir.
Santuario de la Virgen Peregrina.
Ya comenzamos a ver el templo de la Virgen Peregrina. Se empezó a construir en 1778.
y se trata de una de las edificaciones más simbólicas y relevantes de la Ciudad de Pontevedra. Está dedicada a la Virgen que, según la tradición, guiaba a los peregrinos desde Bayona hasta Santiago.
Declarada monumento histórico-artístico en 1982, mezcla un barroco tardío con formas neoclásicas, como su retablo mayor, erigido en 1789. La forma de su planta está inspirada en una concha de vieira, símbolo por antonomasia de los peregrinos, con finalización en cruz. Esta forma circular se asocia a la tipología imperante en los templos portugueses de la época.1Fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento el 13.
wikipedia. entrada Iglesia de la Virgen Peregrina [5].
Santuario de la Peregrina (Siglo XVIII)de la Virgen Peregrina
El nombre completo incluye «de la Virgen Peregrina», pero normalmente se acorta a «de la Peregrina».
La única nave. En ella se puede apreciar la forma de vieira. La foto está sacada desde la entrada (parte ancha de la concha) y el altar está en la parte estrecha.
Altar mayor, con la imagen de la Virgen Peregrina.
Cúpula central.
Cúpula y ventana.
Detalle de la cristalera.
Siguiendo el paseo por Pontevedra
Salimos del templo, y nos hicimos la foto en el casi inevitable gran cartel con letras enormes que se está poniendo de moda en todas las ciudades.
Letrero de Pontevedra.
Loro Ravachol.
El loro Ravachol es el símbolo del carnaval de Pontevedra.
este ave, que fue animal de compañía del farmacéutico Perfecto Feijoo, vivió en la ciudad entre los años 1891 y 1913. De hecho, la estatua en cuestión fue instalada en la misma zona en la que se encontraba la famosa botica de Perfecto.
Thalia Garcia. ¿Qué revelan las esculturas urbanas sobre la historia de Pontevedra? El Español 18/9/22 [6]
Siguiendo el paseo pasamos por delante de la Casa Consistorial:
Casa Consistorial, Pontevedra.
Ya un poco cansados decidimos parar en un bar y tomar algo. El azar nos llevó a un establecimiento que se llamaba Al-Andalus, lo que no deja de ser curioso, teniendo en cuenta que veníamos de Fuengirola. Tomamos unos vinos blancos (godello). Acompañaron los vinos con unos pinchitos de tortilla de patatas, que estaba muy buena,
Bar Al-Andalus, Pontevedra.
Un godello.
Dos pinchitos de tortilla de patata (gratis). Cada copa de vino 2,80€
Habíamos quedado con el autobús en la iglesia de San Roque, aquella de la que tan solo pude sacar las ventanas. En esta ocasión también pude sacar la cruz del tejado.
Cruz del tejado de San Roque.
Queda para otro viaje poder sacar la iglesia completa. ¡Tengo que volver!
Ya en el bus, volvimos a cruzar el río Lérez
Río Lérez
Y volvimos a nuestro hotel (Nuevo Vichona) en Sanxenxo. Y allí cenamos. Nos fuimos a la cama bastante cansados. Así había terminado nuestro cuarto día de excursión.
He estado unos días visitando Galicia, en un interesante viaje organizado por CESETUR, junto con Juan Alcaraz. El viaje comenzó en 30 de septiembre en Fuengirola y termino el 7 de octubre, obviamente, en Fuengirola.
En la entrada anterior estábamos en el pazo de Fefiñanes. El pazo y la iglesia de san Benito conforman la plaza de Fefiñanes. Allí está en punto de parada de un tren turístico. Sacamos las entradas, nos montamos y salimos a hacer una visita rápida a Cambados.
NOTA AÑADIDA EL 24 DE OCTUBRE: El mes de Mayo, la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) nombró a Cambados como «Ciudad del vino» de 2024. Es la primera vez que se hace ese nombramiento.
La entrada, que nos muestra la ubicación del tren en la plaza de Fenfiñanes. Ya ven que el precio para adulto en grupo es de 5€. Se llama Pavi Tren.
Desde mi puesto en nel tren se veía muy bien la torre de Fefiñanes.
Así era el «tren».
Salimos por la rua Real y lo primero que vimos fueuna Taberna, con una portada muy bonita. Hace diez meses que aquí estaba el restaurante «A de Luis», pero Luis se jubiló y ahora está nueva taberna, cuyo nombre es algo así como Taberna 7 dos solo, o algo similar.
Taberna en rua Real 16.
Después pasamos por Parador de Turismo de Cambados, que está ubicado en nlo que era el pazo de Bazán.
Parador de turismo de Cambados. Antes era el pazo de Bazán, que ahora ha sido transformado en Parador de turismo.
La siguiente vista fue una escultura en honor al escultor Francisco Asorey [1]. Es obra del Lucas Míguez y fue realizada en 2011.
Pasamos por el famoso pazo de Ulloa, que enfrente tiene una rotonda con un cruceiro de piedra.
Pazo de Ulloa, con un crucero en la rotonda.
Detalle del crucero.
Al lado mismo del pazo de Ulloa está el museo del vino.
Museo del vino.
Aquí hicimos una parada de cinco minutos para poder el famoso cementerio de Santa Mariña de Dozo, según el escritor Álvaro Cunqueiro «el cementerio más melancólico del mundo». La iglesia de Santa Mariña de Dozo fue mandada construir por el señor feudal López Sánchez de Ulloa, en el siglo XV.
Nada más verlo, ya desde la distancia, los arcos desnudos de una iglesia antigua me llamaron la atención. Ver los arcos, sin muros es algo así como ver el esqueleto de la iglesia.
Detalle de la entrada al cementerioOtro ángulo de la entrada al cementerio
Entrada donde se ve en detalle el «esqueleto» de la iglesia.
Tumbas y la iglesia en esqueleto.
Arcos de la iglesia. Mirando hacia el altar.
Arcos de la iglesia mirando hacia la puerta.
Arco y altar mayorDetalle del altar mayorPuerta que todavía se conserva bienDetalle del muroEste crucificado tan rústico y desgastado me ha encantado Cruz a la salida
Arco y cruz
Tras esta pequeña pausa volvemos a montar en el autobús para seguir nuestra ruta por Cambados.
Pasamos por una plaza desde la que se ve lo que fue el antiguo pazo de Montesacro, del siglo XVII, que después fue convertido en asilo de ancianos y que hoy se ha puesto a la venta.Si a usted le sobran un millones de euros, podría tener una preciosa casa señorial.
Pazo de Montesacro y capilla, dentro del terreno del pazo, dedicada a la virgen de Valvanera. Ambos edificios son de estilo Barroco y son del siglo XVIII.
El tren turístico nos acercó a la playa y pudimos verla en marea baja. Además, como estamos muy cerca del equinoccio de otoño, tenemos mareas muy grandes (mareas equinocciales). Cada mes (en realidad un poco menos de un mes, pues ocurren trece veces al año) hay mareas muy potentes que se llaman vivas. Las mareas vivas correspondientes a los equinoccios (aproximadamente 21 de marzo y 21 de septiembre) son mucho más fuertes. Y en el hemisferio norte son más fuertes las de otoño que las de primavera, debido a que el agua del mar está más caliente [3]. Por lo que estábamos en una época del año con mareas, tanto alta como baja, fortísimas.
La excelente guía nos contó que hay dos de las islas Cíes [4] que están separadas, pero que en la marea baja del equinoccio de otoño se puede ir de una a otra andando, pues aflora un camino transitable. Eso nos dijo la guía, he tratado de verificarlo y me ha sido imposible. Sí he encontrado lo contrario. Hay tres islas. Dos de ellas, la isla de Monteagudo y la isla de Montefaro, normalmente están unidas por una estrecha franja. Los días de marea alta muy viva, como las de otoño, la franja desaparece y las islas quedan incomunicadas [5]. Seguiré buscando para ver si encuentro lo que decía la guía. En mi búsqueda he descubierto que en mitad de la ría, en 2004, se puso una estatua del capitán Nemo (de Veinte mil leguas de viaje submarino, Julio Verne) con dos buzos a sus pies. Nemo se ve siempre, los buzos se ven tan solo con marea baja y no se ven enteros, para verlos completos hay que esperar a las supermareas equinocciales [6]. No tuve ocasión de ver este monumento, pero me gustaría hacerlo.
Playa con marea baja.
Los barcos varados en la arena siempre me dan cierta nostalgia, aunque en este caso, sé que unas horas después, cuando suba la marea, volverán a flotar y a balancearse alegremente.
La especie de ruinas, con forma de triángulo que se al fondo, es la Torre de San Sadurniño, que, en su día fue un faro.
En Cambados se pesca y se cogen mariscos, en la siguiente foto hay redes-trampa para peces y mariscos.
Al fondo la población de Cambados.
También pasamos por algunas rotondas que tienen representaciones de cosas típicas de Galicia.
Rotonda con una prensa de uva.
Paquecito con hórreo:
Hórreo como elemento decorativo.
Ya se nos había hecho muy tarde y era hora de volver a comer a nuestro hotel (hotel Nuevo Vichona en Sanxenxo). Voy a ser muy breve. Tuvimos un primero, un segundo y un postre:
Callos a la gallega.
Sardinas.
Postre. No recuerdo lo que era.
Nada más en esta entrada. En la próxima nos iremos a Pontevedra.