Día 28 de octubre de 2024
El día 24 de octubre salimos para realizar un pequeño crucero por el Mediterráneo que nos llevaría desde Barcelona hasta Malta y vuelta, con escalas en Marsella, Génova, Nápoles, Mesina y Malta. El quinto día visitamos Nápoles.
Hablar de Nápoles para mí no es sencillo. Esta es la quinta vez que estoy en esta ciudad. Las primeras veces fuimos a visitar los sitios obligados, es decir: el Vesubio, Pompeya y Herculano. Lamentablemente, las fotos que hice en esas ciudades fueron diapositivas, y, en contra de lo que yo creía, las diapositivas se han deteriorado inmensamente; tan solo han quedado unas imágenes monocromáticas en azul. ¡En azul! Los demás colores han desaparecido. Supongo que, con alguno de los nuevos programas de Inteligencia artificial, algún día, podré recuperarlas, pero, hoy por hoy, son recuerdos perdidos.
Pompeya y Herculano están muy ligados a la historia de España. He hecho una consulta a Copilot de Microsoft y he aquí su respuesta:
Carlos III de España, cuando era rey de Nápoles, jugó un papel crucial en el descubrimiento de Pompeya. En 1738, durante su reinado en Nápoles, Carlos III impulsó las primeras excavaciones arqueológicas en la región, incluyendo las ciudades de Pompeya y Herculano. Estas excavaciones fueron dirigidas por el ingeniero militar Roque Joaquín de Alcubierre, quien descubrió importantes restos de estas antiguas ciudades romanas.
Carlos III promovió estas exploraciones como parte de su interés por la ciencia y la cultura, lo que permitió desenterrar y preservar una parte significativa de la historia romana. Su apoyo a estas excavaciones marcó el inicio de la arqueología moderna y ayudó a revelar la vida cotidiana de las ciudades sepultadas por la erupción del Vesubio en el año 79 d.C.
En este mismo diario (blog) tengo dos entradas dedicadas a Nápoles. Son muy simples, y con fotos de una resolución muy pequeña, pues estábamos en unos momentos en los que el espacio de almacenamiento era muy caro. Pero es lo mejor que puede hacer en aquellos momentos. Si usted tiene algún interés, pueden ver estas dos entradas:
En esta ocasión me paso algo parecido, el tiempo era muy escaso. No podía ni soñar con ir a Pompeya o Herculano. Así que decidimos quedarnos en Nápoles y pasear por la ciudad.
COPILOT me ha decepcionado. Carlos III promocionó las excavaciones en Pompeya e incluso apoyó la publicación de un libro sobre las pinturas de Pompeya. Algunos consideraron que se trataba de la primera obra pornográfica del mundo. Pregunté a COPILOT y su Inteligencia Artificial, tremendamente puritana, me contestó que no puede hablar sobre pornografía. Quiero destacar que no se trataba de hablar de pornografía sino de decir que la primera obra impresa con pinturas de Pompeya algunos la consideraron pornografía. ¡¡¡La censura Woke cada día más tiránica!!!
Ya saben que en 2013, junto con mi esposa, dimos la vuelta al mundo, ya, casi al final, paramos en Nápoles. Y allí nos ocurrió uno de los acontecimientos más memorables de todo el viaje.
Durante los más de tres meses que había durado el viaje habíamos hablado con todo el mundo. Ni que decir tiene que con los que hablaban español el contacto era más fácil y fluido.
En la piscina nos solía atender un joven peruano que estaba haciendo las prácticas de turismo. Era un chaval encantador. Buen conversador. Lamento no recordar su nombre.
Al llegar a Nápoles, con solo unas pocas horas para visitarla, no sabíamos muy bien qué hacer… Descartamos Pompeya y Herculano, pues ya las conocíamos. Queríamos ir a un restaurante italiano y comer algo distinto de lo que comíamos en el barco, que era —en palabras de un amigo genovés— «comida italiana afrancesada».
Salimos, empezamos a andar y detrás de nosotros estaba el peruano que nos atendía en la piscina. Iba con varios amigos, unos cuatro, no recuerdo exactamente el número. «¿A dónde vais?» «A un restaurante que dan comida italiana, pero a muy buen precio y con amabilidad». «Os importa que vayamos con vosotros?». «No nos importa. Nosotros encantados».
Y así, les seguimos hasta un restaurante. No recuerdo en nombre del mismo, pero podría ser una pizzería cercana al puerto. Llegamos detrás de ellos. Nos sentamos. Pedimos. Comimos bien. Para terminar yo pedí un chupito de algo parecido al orujo. Y pedí la cuenta. Entonces vino la sorpresa. La camarera nos dijo que la cuenta estaba pagada, que nos habían invitado los peruanos y filipinos que servían en el barco.
Casi se me saltan las lágrimas. Difícilmente me pueden hacer un regalo mejor.
Desde Génova a Nápoles es la distancia más larga de todo el viaje (salvo la vuelta desde Malta hasta Barcelona). Por esa razón llegamos tarde, quiero decir que no llegamos a las seis de la mañana, sino más tarde de las once.

En este viaje, normalmente a las ocho de la mañana ya estábamos en puerto. Pero en esta ocasión se trataba del recorrido más largo, el segundo tras el viaje desde Malta a Barcelona.
A las nueve, todavía estábamos en alta mar, lejos —relativamente— de la costa.
A las nueve y media vemos el perfil de una isla. No he logrado saber qué isla es: ¿tal vez Ischia? ¿Tal vez Capri? ¿Tal ver Salerno?
Mucha Inteligencia Artificial, mucho «lens» de Google, o mucho Copilot de Microsoft, pero no sé a qué isla pertenece este perfil. Y, por desgracia, la ubicación GPS de mi móvil se había desactivado. Una nueva actualización y cambió los valores que tenía asignados por defecto. En mis fotos desapareció la información de ubicación.
Poco después de las once de la mañana, estábamos a punto de atracar en el puerto de Nápoles. Podíamos ver la ciudad.

Podemos ver que en Nápoles hay una colina y que en ella hay una fortaleza que se llama de «San Elmo». Me resulta curioso como el «Elmo» italiano, y de muchos otros idiomas, se convirtió en el Telmo español. El «San» español, en varias lenguas era «Sant» por eso Sant Elmo, se convirtió en San Telmo. Algo parecido a lo de Santiago: «Sant Yago» se convirtió en SanTiago.
El barco en el que íbamos era enorme; sin embargo, el proceso de desembarque estuvo tan bien organizado que todo fue rodado. Tengo que felicitar a MSC por la organización. En otros cruceros, en desembarque, era un barullo inmenso, en esta ocasión ha sido excelente.
A las 12:14 estábamos en la terminal de cruceros de Nápoles:
Al salir, un anuncio nos daba la bienvenida.

Nada más salir, nos encontramos con una escultura de aspecto geométrico. Se llama «Tótem de la paz». Detrás hay una fortaleza que parece tremendamente robusta. Se trata del «Castel Nuovo» (Castillo Nuevo).

Nos acercamos al Castel Nuovo. En Wikipedia, en la entrada sobre «Castel Nuovo» [1], podemos leer:
El Castel Nuovo (Castillo Nuevo), conocido popularmente como Maschio Angioino (Torreón angevino), es un castillo medieval italiano construido en la ciudad de Nápoles.
Su edificación data de la época de Carlos de Anjou, quien tras su ascenso al trono de los reinos de Nápoles y Sicilia en 1266 trasladó la capital desde Palermo a Nápoles; a pesar de que ya existían en la ciudad el Castel dell’Ovo y el Castel Capuano, Carlos dispuso la elección de otro castillo donde albergar su corte. En 1279 comenzaron las obras de construcción bajo la dirección del arquitecto francés Pierre de Chaule, siendo terminado al cabo de tres años.

Angevino quiere decir del ducado francés de Anjou.
En la Wikipedia en inglés, en la entrada de Castel Nuovo [2] podemos leer:
Fue sede real de los reyes de Nápoles, Aragón y España hasta 1815.
A continuación hay un pequeño plano donde se ve la ubicación del Castel Nuovo.
En la «chincheta» azul está la entrada al castillo. Allí hay algo muy curioso. Como puede verse, el castillo está edificado con una piedra con un poco de color. y en ciertas zonas, oscura. Sin embargo, a la entrada, hay una construcción en mármol blanco.


Gracias a MM y a Wikimedia por permitir usar sus fotos.
Esa construcción en mármol blanco es un «Arco Triunfal», que, según Wikipedia [1]:
El imponente arco de triunfo de mármol blanco de un solo lado, construido en 1470, conmemora la entrada de Alfonso V de Aragón en Nápoles en 1443. Se encuentra entre las dos torres occidentales del castillo angevino. El diseño general ha sido atribuido a Pietro di Martina, un arquitecto milanés, o, según Vasari, a Giuliano da Maiano. Algunos autores modernos atribuyen el diseño al escultor Francesco Laurana.
Tiene 35 m de altura y se ha alargado en dos arcos apilados.
En el interior del Castel Nuevo nos encontramos con este patio.

En la plaza del municipio hay muchos edificios emblemáticos, entre otros el del ayuntamiento, que es el que da nombre a la plaza.
Uno de ellos es el teatro Mercadante que se abrió al público el 1779, con la ópera de Giovambattista Lorenzi, «L’infedele fedele», con música de Domenico Cimarosa [3].
La obertura de dicha ópera puede oírse a continuación:
A la entrada del pasillo que nos lleva hasta el «Arco Triunfal» está el puesto de venta de billetes del autobús turístico de Nápoles [4]. Normalmente, nos gusta hacernos una idea de la ciudad que visitamos montándonos en este autobús.
En este caso, vimos que ofrecían dos rutas (por un único precio las dos). La que iba hacia el este nos llevaba a Herculano y Pompeya, que ya conocíamos. Así que elegimos la ruta que nos llevaba hacia el oeste.
Lo más interesante de ese recorrido resultó ser poder ver el monte Vesubio desde la otra orilla del Golfo de Nápoles.

La vista del Vesubio, desde Posillipo, es bastante impresionante.

Es curioso que la nube meteorológica sobre el Vesubio nos haga pensar en la nube explosiva que acabó con Pompeya y Herculano.
La población que está debajo del gigante Vesubio se ve sumamente frágil ante la furia del volcán.
Desde lo más alto de Posillipo comenzamos a descender y vimos algunas cosas interesante; por ejemplo el Castillo del Huevo (Castel dell’0vo).
Desde el Lungomare Mergellina vemos un puerto, el castillo del huevo y al fondo el Vesubio.


Siguiendo un poco más hacia abajo, vemos el puerto Mergellina y la Iglesia de Santa María del pianto (Santa María del parto).



Un poco más adelante pasamos mucho más cerca y pude sacar una foto mejor:

Una visita a Wikipedia, en la entrada Castel dell’Ovo [5] podemos leer lo siguiente:
El Castel dell’Ovo es el castillo más antiguo de Nápoles.[2] La isla de Megaride era donde los colonos griegos de Magna Graecia de Cuma fundó el núcleo original de la ciudad en el siglo 6 aC. Su ubicación ofrece una excelente vista de la costa de Nápoles y sus alrededores.
En esa misma entrada de Wikipedia, hay una buena foto del castillo del Huevo.

Una de las cosas más llamativas de este castillo es su nombre que traducido del italiano es «Castillo del huevo».
La razón de ese nombre se debe a que el gran poeta romano Virgilio vivió en Nápoles. Y la leyenda, que puede verse en Wikipedia, entrada Castel dell’Ovo [5]:
Una antigua leyenda afirma que su nombre procede de que el poeta latino Virgilio tenía escondido en las mazmorras del edificio un huevo mágico que tenía el poder de mantener en pie toda la fortaleza. Sin embargo, su rotura habría provocado no solo el derrumbe del castillo, sino también una serie de ruinosas catástrofes a la ciudad de Nápoles. Durante el siglo xiv, en la época de Juana I, el castillo sufrió graves daños a causa del derrumbe parcial del arco sobre el que se apoyaba y, para evitar que entre la población se difundiera el pánico por las presuntas futuras catástrofes que iban a golpear a la ciudad, la reina tuvo que jurar haber sustituido el huevo.2
Volvimos al centro de Nápoles. En la Plaza de la República, en la rotonda, hay un monumento con el curioso nombre de «Monumento allo scugnizzo» (Monumento al pilluelo de la calle). Este monumento conmemora a las personas que se levantaron (y murieron) contra el régimen nazi en 1943, en el episodio que se conoce como los cuatro días de Nápoles. «El levantamiento popular, que tuvo lugar entre el 27 y el 30 de Septiembre de 1943, permitió a las fuerzas aliadas encontrar a su llegada, el 1 de Octubre de 1943, una ciudad ya libre de la ocupación nazi» [6].
Entre todos los personajes del levantamiento destaca «Gennarino Capuozzo, que muere con una granada en la mano lista para lanzarla a los carros armados nazis». [8].

He oído miles de veces la canción «O Sole mío», pero nunca la había asociado al levantamiento de los «cuatro días» de Nápoles.
Parece ser (no estoy seguro) de que esta canción forma parte de la película del mismo título, en la que «Un oficial italoamericano se lanza en paracaídas detrás de las líneas para reunir información sobre los movimientos del ejército alemán y promover el desembarco aliado. En Nápoles, entra en contacto con grupos de resistencia locales y ciudadanos comunes, que finalmente se unirán en las barricadas contra los alemanes». [7]
El autobús se dirigió al túnel de la victoria.
Al descender hacia el puerto, una vez más vimos, de frente, la imponente silueta del Vesubio.

Poco después, el autobús nos llevaba a la estatua de Umberto I.
Humberto (en italiano Umberto) I de Saboya fue rey de Italia entre 1878 y 1900. [9].
El autobús sigue dando vueltas por el centro de Nápoles. Pasamos por el «Complesso Monastico di San Marcellino e Festo», que, perdónenme, esa cúpula me recuerda a la arquitectura religiosa valenciana.
Se trata de una iglesia del siglo XVIII. Mejor dicho, la cúpula que vemos es una pequeña parte de todo el complejo monástico. Ya saben que como el tiempo era muy escaso ni siquiera pudimos bajarnos. Sacamos una foto desde el autobús y seguimos adelante.
Iba a decir «nuestros pasos», pero creo que es más correcto decir que «las ruedas del autobús» nos llevaron ante una plaza en la que estaba la imponente estatua de Víctor Manuel II de Italia, que logró la unificación de Italia y fue su primer rey [10].
Es curioso que durante el llamado «Risorgimento italiano», cuando Italia se unificó, había muchas personas que compartían el eslogan: ¡Viva Verdi! Ese Verdi tenía un doble significado, por una parte una alabanza al magnífico compositor Verdi, con obras tan famosas como la Marcha Triunfal. Pero por otro lado eran las siglas de «Vittorio Emanuele Rey de Italia».
Al acercarnos un poco más, puede sacar una foto más cercana de Vittorio Emanuele:

Esta «Marcha Triunfal» me trae viejos recuerdos de tiempos muy lejanos, ya casi olvidados. (Jura de bandera, campamento del Robledo, la mili, …).
La estatua es muy alta y en su base hay imágenes muy interesantes. Lástima que desde el bus no pudiera pararme para sacar fotos de algunos detalles interesantes.
Y casi sin darnos cuenta, llegábamos al «Castel Nuovo» final de nuestro viaje.

Aunque Castel nuovo era el final de nuestro viaje, todavía no paramos, seguimos dando vueltas por el centro de Nápoles. Vimos muchas cosas, pero lo más destacable fue la plaza de Dante.

El autobús siguió su camino y llegamos a la estatua de Garibaldi.
Giuseppe Garibaldi fue uno de los promotores de la unificación de Italia. Que Italia sea lo que es hoy se debe en gran parte a Garibaldi [11].
No quiero dejar de resaltar que cuando Antonio Meucci inventó el teléfono (sí, ya saben ustedes que Graham Bell robó el invento) estaba asociado a Garibaldi (formaba parte de la Sociedad Garibaldiana de Nueva York.
Ya es hora de que los libros de texto dejen de decir que Graham Bell inventó el teléfono cuando realmente lo fue Antonio Meucci, que, aunque nacido italiano, y habiendo vivido en Cuba (provincia de España), también era ciudadano estadounidense (me niego a decir americano. América tiene muchos más países que USA).
Al pie del gran monumento a Garibaldi hay unas estatuas más pequeñas.
Hay un tema que me ha desagradado enormemente de todas las ciudades italianas y se trata de las pintadas, de esos vándalos (que me perdones los vándalos de verdad que eran mucho más limpios) que ensucian todas las paredes del mundo y que se creen artistas.
Nuestra parada final era, de nuevo, el Castel Nuovo. Podíamos haber cogido la segunda ruta, la que nos llevaba a Pompeya y Herculano, pero no teníamos tiempo. Así que decidimos dar una vuelta por los alrededores y tomar alguna cosilla.
Elegimos el «Café Bistro Marsui». Lo elegimos porque era el que nos pillaba de paso. No hubo ninguna otra meditación. Ni vimos que fuera más elegante, ni más barato, ni más caro… Simplemente nos pillaba de paso y nos sentamos.
El café tenía terraza en la calle. Fue allí donde nos sentamos.
Pedimos dos cervezas y un café.


La sorpresa vino cuando nos trajeron unos «aperitivos» o si quieren lo podemos llamar «tapitas» o «pinchos», «gratis»; es decir que se incluía en el precio de las bebidas.

Y tengo que dar la factura final: 17 € por dos cervezas (grandes) y un café.
Ya se nos hacía la hora de volver al barco. Estábamos cerca, fuimos paseando y muy pronto nos encontramos con la popa del mismo, que ya estaba iluminada.
Subimos al barco y nos dispusimos a decir adiós a Nápoles con una copa de prosecco en la mano.
Una bandada de gaviotas seguía al barco.
Es sorprendente la de cosas interesante que hay en esta ciudad. Me han quedado muchas ganas de volver a Nápoles.
¡¡Chin chin!
NOTAS
[1] Wikipedia. Entrada: Castel Nuovo. https://es.wikipedia.org/wiki/Castel_Nuovo [Consultado 20 de diciembre de 2024]
[2] Wikipedia en inglés. Entrada: Castel Nuovo. https://en.wikipedia.org/wiki/Castel_Nuovo [Consultado 20 de diciembre de 2024]
[3] Teatrodinapoli. Entrada: Nota storica. https://www.teatrodinapoli.it/teatri-e-sale/teatro-mercadante/
[4] Napoles.net. Entrada: Autobús turístico de Nápoles, https://www.napoles.net/autobus-turistico-napoles
[5] Wikipedia. Entrada: Castel dell’Ovo. https://es.wikipedia.org/wiki/Castel_dell’Ovo [Consultado 20 de diciembre de 2024]
[6] Lucio. Napoli Turistica. Entrada: Monumento allo Scugnizzo in piazza della Repubblica. Publicado el 1 de junio de 2022. https://www.napoli-turistica.com/monumento-allo-scugnizzo-in-piazza-della-repubblica/
[7] Lavanguardia. O sole mio. https://www.lavanguardia.com/peliculas-series/peliculas/o-sole-mio-386554
[8] Wikipedia. Entrada: Le quattro giornate di Napoli. Le quattro giornate di Napoli – Wikipedia, la enciclopedia libre [Consultado 21 de diciembre de 2024]
[9] Wikipedia. Entrada: Humberto I de Italia. https://es.wikipedia.org/wiki/Humberto_I_de_Italia [Consultado 21 de diciembre de 2024]
[10] Wikipedia. Entrada: Víctor Manuel II de Italia. https://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_Manuel_II_de_Italia [Consultado 21 de diciembre de 2024]
[11] Wikipedia. Entrada: Giuseppe Garibaldi. https://es.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Garibaldi [Consultado 21 de diciembre de 2024]
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