1 de abril de 2013
A unas pocas decenas de metros del Museo de Dubái, hay una «Torre de viento». Una de aquellas que fotografiamos desde la ría.
Las «Torres de los vientos» que en árabe se llaman Badgirs son un ejemplo de cómo cuando la gente tiene un problema inventa soluciones imaginativas. Y no ahora, ya lo hacían hace cinco mil años.
En el Diario Vasco, Félix, escribe una columna semanal. La del 10 de julio de 2013, decía así:
Torres de viento
Autor. Félix Ares
Torres que en los desiertos logran mantener una habitación a temperatura agradable
Llevan construyéndose desde hace más de cinco mil años y son una prueba del ingenio de aquellos arquitectos. Las torres funcionan con viento y sin viento y lo hacen por la noche y por el día. Hay torres de muchos tipos pero el más normal tiene la base cuadrada –prisma cuadrangular– y en su interior hay dos muros construidos en forma de x que la dividen en cuatro prismas triangulares. Normalmente son de adobe por lo que la torre-chimenea tiene una gran masa lo que hace que tarde en calentarse y también tarde en enfriarse (gran inercia térmica).Hacía muchos años que había leído sobre las torres de viento que permitían en las zonas desérticas que la temperatura en una habitación fuera agradable, e incluso había leído que en Afganistán con una torre similar había fabricado hielo. Por fin las he visto en Dubái.
Se emplean en edificios con planta baja y sótano y se elevan muy por encima de los mismos. En la parte superior de la torre hay cuatro grandes ventanales con mecanismos para abrirlos o cerrarlos. Normalmente se abren el que está en dirección del viento (barlovento) y su opuesto (sotavento) y se cierran los otros dos. Por el ventanal de barlovento penetra aire más frío que el del edificio y la corriente se conduce primero a la planta baja y después al sótano. En el sótano suele haber un pequeño estanque con agua, o simplemente esteras o telas humedecidas, que al evaporarse y sumarse a la corriente de aire lo enfría. Como el aire frío pesa más que el caliente se queda en el sótano. El aire cálido se escapa por la parte de sotavento de la torre debido a que en ella se ha creado una baja presión –efecto chimenea– que arrastra al aire caliente hacia el exterior. De ese modo, el aire circula y se renueva en el interior del edificio. En resumen: renovación, se enfría en el sótano y se queda en las habitaciones, y el aire caliente se expulsa por la chimenea.
Sin viento, el color oscuro de la torre hace que absorba mucha radiación solar, por lo que el aire en su interior se calienta y se va hacia arriba succionando el aire caliente de abajo.
Por la noche, el aire exterior suele ser más frío que el interior. El aire frío bajará por una parte de la chimenea y los adobes transferirán parte de su calor al mismo. Por lo tanto, lo que llega a las habitaciones es aire caliente. Cuando los adobes se enfrían, normalmente ya ha acabado la noche.
En zonas húmedas no funcionan pues las paredes se llenan de microorganismos que producen enfermedades.
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En una columna periodística no se puede poner mucho más por la escasez de espacio y porque no se pueden poner fotos. Pero aquí no tengo esta limitación, así que voy a comentar algunas cosas que me tuve que dejar en el tintero.
Para entender el mecanismo de la torre que «caza» los vientos lo mejor es un dibujo. Nos vamos a basar en uno de Wikipedia, la que se refiere a las «Torres de viento» y a los «Captadores de viento«. «Basar» significa que lo hemos modificado ligeramente.
Hay torres de los vientos de muchos tipos: con cuatro lados, con solo dos, con seis, con ocho… El más habitual es de cuatro.
El de cuatro lados permite abriendo o cerrando ventanas que de algún modo se oriente hacia el viento. Las torres de madera y arpillera se pueden girar. Normalmente las torres están hechas de adobes, con paredes gruesas, lo que les da una gran inercia térmica. Es decir, que por día se calientan, y por la noche entregan ese calor al aire que baja hacia la habitación.
(La imagen de arriba se basa en un dibujo de Wikipedia. Las flechas negras indican simplemente la circulación del viento. En la parte baja, la flecha roja indica aire caliente, la amarilla aire templado y la azul claro aire frío y el agua del canal es azul claro por estar fría. Haciendo click en la imagen se abre con mayor resolución)
En este caso, que el viento sopla por la derecha, se abren dos ventanas: la que está orientada hacia el viento y la trasera. El viento que llega penetra por la ventana de barlovento y es dirigido hacia las habitaciones de abajo. El viento en la parte de sotavento de la chimenea, por efecto Bernouille, produce una baja presión; es decir, hay un efecto de aspiración. El viento que entra por la derecha, que presiona hacia abajo, más el viento que se «chupa» hacia arriba por la izquierda, hacen que haya circulación de aire. Además, en los casos más completos de «Torre de los vientos» se construye encima de una canal que lleva agua. Y se hace otra chimenea que lleva el aire desde el exterior hasta el interior de las habitaciones. La fuerza que mueve ese aire es la baja presión creada en lo alto de la chimenea.El aire caliente y muy seco del desierto, al pasar por encima del canal de agua hace que esta se evapore. Para evaporarse necesita mucha energía (si no me confundo, y no sería la primera vez, para evaporar un gramo de agua se necesitan 550 calorías). Esa energía sale de enfriar lo que hay alrededor, entre otras cosas en el propio aire. Así que aunque el aire entre al canal caliente –en el dibujo en rojo–, sale mucho más frío –en el dibujo, color azul–. Es el mismo efecto del botijo: es un recipiente poroso que permite que parte del agua se filtre al exterior, allí, el agua se evapora quitando la energía al propio aire y a las paredes del botijo, por lo que se enfría. Así que vemos que se forma una corriente de aire y que parte del mismo se ha enfriado en el canal, lo que hace que el ambiente en la casa sea agradable. l enfriamiento se debe a dos motivos, uno es el «efecto botijo» ya mencionado, y el otro es que como el agua está fría, transmite ese frío al aire; o dicho de otro modo, le roba calor. El gua se calienta un poco y el aire se enfría lo equivalente.
Por las noches, en el desierto el aire se vuelve frío. Penetra por la chimenea que, como hemos dicho, está hecha de adobe, por lo que conserva el calor del día y lo transmite al aire. El calor que llega a la habitación es templado. Normalmente, cuando las paredes de la chimenea se enfrían, ya es de día y comienza de nuevo el ciclo de aire exterior caliente.
Si el sistema es tan bueno, podría pensarse que es una tontería que no se use en otros sitios. El problema es que donde funciona bien es en los lugares con aire muy seco. Se ha intentado exportar la tecnología a lugares más húmedos y ha habido dos problemas: uno, que no refresca tanto; dos, que las chimeneas son un lugar perfecto para que habiten microorganismos, algunos de los cuales pueden causar infecciones en los humanos.
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Nota fotos. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
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