17 de septiembre de 2020
Con Alfonso III (866-910) de Asturias, la frontera entre la España cristiana y la España musulmana quedó fijada en el río Duero. Pero eso no significaba que no hubiera guerras y escaramuzas. De modo que los musulmanes conquistaban tierras del norte y viceversa. Para defenderse de esas continuas guerras, se hicieron muchos castillos en las riberas del Duero (otro días hablaremos de los magníficos vinos de la Ribera del Duero). Uno de los castillos más significativos es el de Peñaranda del Duero, aunque fue reformado en el siglo XV, y lo que hoy vemos data de ese siglo. Este castillo es uno de los mejores ejemplos que nos quedan de aquellas épocas turbulentas. Pensándolo bien: ¿qué época no fue turbulenta?
Peñaranda del Duero es un pueblo con muchos restos medievales que merece la pena visitar, pero hoy me quiero centrar en su castillo. En los paneles informativos que ha puesto en el castillo la diputación de Burgos, nos dice que: «Se suele asociar una fortificación en este lugar con el avance que el año 912 realizaron los cristianos hasta el Duero, pero la primera cita documental es del siglo XI. Su fundación se remonta a los tiempos del Conde Castilla Fernán González, cuando el río Duero se alzó como frontera divisoria entre moros y cristianos.
Fernando IV el emplazado, donó la población a Don Fernando Ruíz de Amaya. En el siglo XV, Don Diego López de Zúñiga y Avellaneda, primer conde de Miranda del Castañar y Condestable de Castilla, reconstruyó la fortaleza existente siguiendo las normas tácticas y estratégicas de la época».
Aquí leemos claramente que existía una fortaleza anterior, pero que lo que nosotros podemos contemplar es del siglo XV, salvo unos escasos restos ubicados en el interior del actual castillo.
Husmeando por internet, he encontrado este vídeo con vistas aéreas de Castillo de Peñaranda.
El castillo se alza sobre un roquedo que domina la llanura. Sin duda es un punto estratégico. Delante de la puerta había un foso tallado en roca viva y que con toda probabilidad tenía un puente levadizo, que hoy no se conserva. La estructura del castillo se adapta a la forma de la roca sobre la que se sustenta.
Las tres estructuras cilíndrica que están al lado de la puerta se llaman cubos. El de la izquierda y el de la derecha muestran almenas, que en su día sirvieron para defenderse de posibles ataque. El cubo del medio ha perdido sus almenas. A la izquierda de esta fotografía; es decir, al sur, se encuentra el pueblo de Peñaranda de Duero.
En un castillo feudal se llaman cubos a las estructuras cilíndricas, normalmente de pequeño tamaño adosadas al recinto principal. Pueden ser de varios pisos, en los que se encuentran diversos sistemas de defensa como troneras o aspilleras desde las que disparar al enemigo.
La torre del homenaje es la torre más alta del castillo y también es la más inexpugnable. Normalmente estaba en el centro del recinto, por lo que era el sitio más difícil de llegar. Se construían para la protección, no obstante normalmente en ellas se podía vivir cómodamente.
Observen que la torre del homenaje no tiene la puerta en el suelo, sino que hay que subir unas escaleras de madera que se quitaban en caso de conflicto, para dificultad su asalto.
El voladizo de arriba, se llama matacán. El motivo de estar hueco es para poder arrojar cosas al enemigo desde allí.
Viollet-le-Duc en su Dictionnaire raisonné de l’architecture française du XIe au XVIe siècle, Tome 6, nos muestra este dibujo, en el que podemos ver cómo eran los matacanes en Francia y, además, en la parte alta de la torre podemos ver una aspillera en cruz.
Los muros de la torre del homenaje suelen ser muy gruesos para resistir los golpes de ariete del enemigo. Para subir a las plantas superiores usualmente había que hacerlo por escaleras de caracol muy estrechas y fácilmente bloqueables.
Las almenas de la torre del homenaje están tal altas que es muy difícil llegar a ellas.
El adarve también se conoce con el nombre de paso de ronda. Ese camino es para el servicio de las almenas, para que pudieran circular los vigilantes, los arqueros, etc.
Las aspilleras se hacían para permitir lanzar flechas o lanzas. La forma abocinada se debe a dos cosas: 1) por fuera, la abertura era muy estrecha para dificultar la entrada de las armas arrojadizas lanzadas por el enemigo. 2) Por dentro era mucho más ancha por lo que podían disparan en diversos ángulos.
Las aspilleras no siempre eran una simple ventana rectangular. Podía tener diversas formas, una de las más típicas es la que, además de la ranura rectangular, tiene un agujero circular en el centro. También las hay con agujero circular en la parte de abajo o arriba. Y las hay en forma de T (llamadas de T y orbe) y en forma de cruz (una ventana rectangular vertical y otra que le cruza por la mitad en horizontal), estas últimas se llaman de cruz y orbe.
Cuando los cañones se fueron popularizando, para poder emplazarlos, las aspilleras se hicieron más grandes.
Tan solo nos queda decir que el pueblo de Peñaranda tiene muchas más cosas que su castillo. Únicamente como ejemplo, le dejo una puerta de su antigua muralla.
Horarios y precios pueden verse en esta dirección: http://www.xn--pearandadeduero-zqb.es/lugares-de-interes/castillo-de-penaranda-de-duero.
En resumen, la entrada al patio de armas está abierta todo el año. Pero la torre del homenaje, tan solo abre algunos días y a algunas horas:
Horario de Verano ( 19 de junio al 15 de septiembre)
Miércoles: Tarde de 17:00 a 19:30 (entrada libre)
Jueves: Tarde de 17:00 a 19:30 (se paga 3€ la tarifa general y 1€ los niños)
Viernes, sábados y domingos: mañanas de 11:00 a 13:30 y tardes de 17:30 20:00 horas. ((se paga 3€ la tarifa general y 1€ los niños)
Horario de invierno (1 de octubre al 30 de mayo), la torre del homenaje permanece cerrada.
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