Embarque en Barcelona

El día 8 de enero embarcamos en el barco «Costa Deliziosa» con el destino de dar la vuelta al mundo.

Las horas de entrada eran de 14:00 a 15:300. Llegamos a las 14:00 y no había ninguna cola. Nada más bajar del taxi un empleado muy amable nos cogió las maletas, nos pidió las tarjetas para las maletas que nos había dado en la agencia de viajes y él se hizo cargo de ella. Todo perfecto.

Nos mandó al mostrador en el que había una compañera de trabajo que nos pidió que le enseñáramos los pasaportes y todos los visados, se los enseñamos y nos dio su conformidad. Y nos dijo que subiéramos unas escaleras, y que allí nos esperaría una azafata en español. Efectivamente así fue. Nos dijo que era muy importante que estuviéramos a las 16:30 en un teatro  donde nos informaría de diversos detalles de la vida a bordo.

También nos dijo que si queríamos podíamos ir a comer a la planta 9 al buffet libre. Así lo hicimos. Todo muy bien, salvo que a esa hora ya casi no había postres.

Subimos a las piscinas y todo estaba bien, pero como soplaba algo de viento decidimos ir a por algo de ropa. Al bajar a nuestro camarote nos encontramos con que ya estaban allí las maletas. Entramos y nos pusimos a ordenarlas. Tarea nada fácil, pues, por poner un ejemplo, las medicinas para evitar el bulto las habíamos metido sueltas, sin caja, y ahora se demostraba que encontrar cada tipo de pastillas era toda una odisea… pero lo conseguimos.

Encima de la cama nos encontramos con dos tarjetas, una para entrar y salir del camarote y otra de seguridad. Y un papel en el que se nos pedía que asociásemos la tarjeta del camarote con una tarjeta de crédito, que teníamos 48 hora para hacerlo. Nos lo apuntamos en la agenda «cerebral»: antes de 48 horas presentar la tarjeta de crédito. Estamos a la espera de poder hacerlo.

A bordo se puede llamar por teléfono y se pueden recibir y mandar llamadas, pero a un precio bastante astronómico. También nos dicen que en las zonas importantes del barco hay wifi. Lo que no hemos encontrado es el precio. Ya se lo diremos. De momento estamos actualizando este blog en una copia local –en el propio ordenador– y esperamos que en Madeira –nuestra próxima parada– encontremos un bar con WiFi que nos permita actualizar todo.

En fin, que nos hemos embarcado y todo ha ido muy bien. El barco es muy grande. El camarote razonablemente grande y cómodo. ¡Ah, se me olvidaba! Ha venido el chico que nos arreglará el camarote para presentarse; es, como casi todos, filipino. Nos ha parecido muy amable.

 Paseo antes de embarcar

El día antes de embarcar decidimos dar un paseo por Barcelona. De hecho nos fuimos hasta el puerto y allí cogimos uno de esos barquitos que te dan una vuelta por el puerto y que se llaman «Las Golondrinas»

Lo primero que nos llamó la atención según caminábamos fue la torre Agbar (¿se llama así, no?)que se ha convertido en todo un símbolo de la nueva Barcelona.

Torre Agbar?

Torre Agbar?

Las golondrinas son barcos que dan una vuelta de media hora por el puerto. Su precio son 7 € por persona.

Las Golondrinas

Las Golondrinas

Las Golondrinas. Además del viaje de media hora por el puerto también tienen otro de 1h30m que va por el puerto y el litoral, pero el 7 de enero no no lo ofercían.

Un barco de Costa en el Puerto de Barcelona

Un barco de Costa en el Puerto de Barcelona

Fortaleza al salir del puerto de Barcelona

Fortaleza al salir del puerto de Barcelona

Ya embarcados:

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del "Costa Deliziosa"

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del «Costa Deliziosa»

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del "Costa Deliziosa"

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del «Costa Deliziosa»

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del "Costa Deliziosa"

Detalle de la decoración en la zona de Buffet del «Costa Deliziosa»

 

Costa Mágica

Costa Mágica

Terminal marítima

Terminal marítima

Otro barco en el terminal de cruceros

Otro barco en el terminal de cruceros

 

Costa Splendida

Costa Splendida

Costa Splendida
Una "Golondrina" vista desde el Costa Deliziosa

Una «Golondrina» vista desde el Costa Deliziosa

Piscina de popa del Costa Deliziosa

Piscina de popa del Costa Deliziosa

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En alta mar. El valor de los exploradores

10 enero. Acabamos de subir a cubierta y hemos mirado al mar. Tan solo agua y otro crucero que iba un poco detrás de nosotros. Tal vez nos lo encontremos en Madeira. Es difícil sentirse solo con   un barco en el que van cuatro mil personas. Pero al mirar a los cuatro puntos cardinales y no ver nada más que agua, ni siquiera un pájaro o un pez volador, hemos pensado en el valor de los primeros exploradores.

Nosotros sabemos a dónde vamos y sobre todo sabemos que existe y conocemos sus coordenadas. Pero, aquellos hombres que se atrevían a ir más allá de las islas conocidas, hacia occidente, sin saber lo que había más allá, sin saber si el mundo se acabaría o no, sin saber si caerían por una gran cascada o si un monstruo gigante les comería, exige un gran valor.

Gracias a ellos hoy podemos navegar con toda seguridad. Gracias a Colon América se hizo conocida para los europeos. Gracias a Magallanes y Elcano quedó demostrado que la tierra era redonda.

Gracias.

Desagües y Coriolis

10 de enero. En la cena de ayer hablamos de viajes; supongo que es lo normal en una vuelta al mundo. Uno de los comensales nos preguntó si habíamos estado en Ecuador y nuestra respuesta fue que no. Entonces nos habló de que es un país muy interesante y digno de visitarse. Lo que creemos sin duda alguna.  Y nos contó que unos kilómetros al sur de Quito pasa la línea del Ecuador, que está bien marcada y hay un «teatrillo» de interpretación de la misma. Y nos decía que era espectacular ver cómo por encima de la línea del Ecuador –hemisferio norte– el remolino que formaba el agua al salir por un desagüe era en el sentido de las agujas del reloj y que un metro al sur, el remolino era en contra de las agujas del reloj.

También nos contó que el presentador intentaba poner un huevo «de pié» un metro más arriba de la línea y que no lograba. El huevo se caía. Y lo mismo ocurría un metro más abajo. Pero que en la línea del Ecuador el huevo se sujetaba, y nos dijo algo  así como que era por la «influencia de los polos».

Un espectáculo similar lo hemos visto en otros lugares de mundo y tal vez sea bueno recordar que es teatro, que es un espectáculo de magia. Todo lo que dicen es mentira.

Los remolinos de los desagües del hemisferio norte van en el sentido de las agujas del reloj o en el contrario y lo mismo ocurre en el hemisferio sur. Es decir, que los remolinos van hacia donde les da la gana. Las razones son sencillas. Los grandes remolinos como los huracanes, se deben a que son muy extensos y por ello la velocidad de arrastre el aire es distinta en el borde sur que en el borde norte. Un viento arrastrado por la gravedad en el ecuador va mucho más deprisa que si se hace a 45º de latitud. El círculo del ecuador es mucho  más grande que el de un paralelo a 45º, por eso cuando el viento del ecuador se desplaza hacia latitudes más altas tiende a ir hacia la derecha. Y eso forma los remolinos.

Pero eso influye cuando se trata de grandes tamaños y las velocidades de arrastre son claramente distintas, pero cuando se trata de unos centímetros, la fuerza de Coriolis es insignificante y tienen mucha más importancia otras cosas, entre las que se cuenta la inclinación del desagüe –la más importante– e incluso la «memoria» de giro de agua –el sentido de giro que tenía mientras se llenaba el lavabo–. Basta hacer unos numeritos para darse cuenta de que la fuerza de Coriolis en un desagüe es tan sumamente  insignificante y que no tiene ningún efecto.

En cuanto a lo del huevo es obviamente un truco. El huevo es muy difícil de sujetar verticalmente por la punta fina tanto si estás en el norte, como en el sur o en el ecuador. Una solución ya la encontró Colón hace muchos años: se casca un poquito la punta por la que quieres que se quede de pié.

En cualquier caso, vamos observar el desagüe de nuestro baño cuando estemos en el hemisferio norte y haremos lo mismo cuando estemos en el sur. Y si podemos lo haremos en el ecuador. Les iremos informando.

10 enero. A 35º de latitud norte. El desagüe va claramente en sentido contrario a las agujas del reloj.

6 de marzo. A 37º de latitud sur. El desagüe va claramente en sentido contrario a las agujas del reloj.

Amanecer con Venus

10 de enero. A las 6:45 he ido a popa y he visto que allá en el horizonte las primeras luces del amanecer habían pintado de amarillos y rojos zonas de las nubes bajas, dejando en ellas franjas negras. Un poco más arriba estaba una delgadísima Luna menguante y debajo de ella estaba la única «estrella» que las nubes o la luz del Sol no habían borrado: Venus. El motivo de poner «estrella» entre comillas es bastante obvio, todos sabemos que Venus no es una estrella, es un planeta.

Si nos fijamos en el sistema solar tenemos al Sol y en orden de distancia los siguientes planetas: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Es interesante observar que las órbitas de Mercurio y Venus son interiores a la de la Tierra. Es decir, que para verlos siempre tendremos que mirar a puntos no demasiado alejados del Sol. Sobre todo Mercurio pues su órbita tiene un «diámetro»  mucho más pequeño que la de Venus. Realmente la órbita no es un círculo sino una elipse, por lo que no podemos hablar de diámetro. Pero lo dejo así para entendernos; además las órbitas de esos dos planetas aunque elípticas, no se alejan demasiado de la forma circular. Ese es el motivo por el que Venus se ve al amanecer y al anochecer; es decir siempre cerca del Sol. Al amanecer recibe el nombre de «estrella matutina» y al anochecer «estrella vespertina» y durante muchos siglos se pensó que eran estrellas distintas.

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Cobertura 3G

al pasar por el estrecho de Gibraltar al norte vemos perfectamente diversas ciudades españolas y al llegar a Tarifa estamos realmente cerca de la costa. Pensé que con un módem 3G podría lograr una conexión a la red celular española o a la gibraltareña. Pero no funcionó. Intentamos la conexión varias veces y falló. Y una de ellas hizo algo peor: se conectó, con lo cual nos lo cobraron, pero a una velocidad tan baja que era imposible incluso enviar un sencillo e-mail. Así que nuestra experiencia ha sido negativa. Por muy cerca que veamos la costa no hemos logrado una conexión a internet 3G.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kazzam Magic Variety Show

Hoy día 9 de enero de 2013 mientras cenábamos estamos cruzando el estrecho de Gibraltar. La cena era de Gala.

Nada más terminar de cenar había un espectáculo de «magia». Lo hemos puesto entre comillas pues la magia era tan solo una pequeña parte. De hecho el título está muy bien puesto: magia y variedades.

Los trucos de magia estaban muy bien realizados pero eran los habituales: choca que entra dentro de caja y desaparece, caja vacía en la que aparece una chica,… chicas que entran en un biombo con vestidos de un color y al bajar el biombo –menos de un segundo después– ha cambiado totalmente de color y en el suelo no quedan restos de la antigua ropa, etc. Lo dicho: trucos muy bien realizados pero bastante estándares.

Lo que es magnífico es la puesta en escena. Todo está cuidado al milímetro: vestidos, luces, colores, el movimiento del escenario –se nos había olvidado comentar que el escenario tiene varias plataformas que se levan y que giran–, los bailarines,…

Estuve al lado de la persona que controlaba las luces: un trabajo preciso y tremendamente complejo.

En definitivas cuentas, este primer espectáculo en vivo de las noches del crucero ha sido excelente.

Postal desde Santa Lucía

Estoy realizando una serie de «postales sonoras» para una emisora de radio. Las grabo en el ordenador con el programa Audacity, corrijo los errores o los ruidos como la tos y en cuanto tengo una conexión se lo envío por internet.

Todas estas postales pretenden hablar de los sitios por donde pasamos haciendo énfais en algún detalle que tenga que ver con la ciencia: en el caso de Santa Lucía vamos a hablar del solsticio de invierno.

Me atrevo a hacerlo antes de llegar a Santa Lucía porque ya he estado tres veces allí. La primera, curiosamente, fue el 13 de diciembre, el día en que la descubrió Colón y por el que se le dio el nombre que tiene. Era día de fiesta, había desfiles, orquestas,… en fin que se respiraba un agradable ambiente festivo.

la postal que he preparado más o menos dice así:

Postal sonora desde Santa Lucía

 

Santa Lucia es una isla de las Antillas- Si nos fijamos en un mapa, las islas del Caribe forman un arco que rodea el mar Caribe. Al este de ese arco, ya relativamente cerca del continente sudamericano está la isla de Santa Lucía. Como todas esas islas de origen volcánico aunque de una naturaleza muy distinta a la que ya explicamos para Madeira. Otro día, lo explicaremos, pero hoy vamos a centrarnos en el nombre de la isla «Santa Lucía». El nombre procede porque Colón en su cuarto viaje la descubrió el día 13 de diciembre de 1502. Si miran un santoral verán que el 13 de diciembre es «Santa Lucía».

Hay varios interesantes refranes sobre Santa Lucía:

 Por Santa Lucía, la más larga noche y el más corto día.

Santa Lucía, el más corto de los días.

Por Santa Lucía acorta la noche y alarga el día.

 

Claramente se están refiriendo al día de Santa Lucía como al solsticio de invierno. Pero todos sabemos que el solsticio se da en los días 21 o 22 de diciembre. ¿Estaban tan equivocados que confundían la fecha del solsticio nada menos que en ocho o nueve días? La respuesta es no. Lo que ocurre es que los refranes son anteriores a la reforma gregoriana del calendario, que se introdujo en 1582. Al hacerlo se perdieron diez días. O dicho de otro modo, el día 13 de diciembre pasó a ser el 23 de diciembre. Ya estamos mucho más cerca del solsticio. Es más, si nos vamos 325 años hacía atrás, el día de Santa Lucía correspondía exactamente con el solsticio. Así que si pensamos en el origen del refrán hacia mediados del siglo XIII entonces era totalmente exacto.

Eran antiguos, pero sabían mirar al cielo perfectamente. Mejor que nosotros hoy en día.

 

 

 

 

A bordo no hay cerveza de barril

De hecho el que haya o no cerveza de barril a bordo es una insignificancia, pero nos ha llamado la atención por la razón del hecho. Resulta que en muchos de los puntos que tocamos no hay barriles de cerveza, por lo tanto para poder ofrecerlo durante todo el viaje Costa necesitaría un almacén enorme; almacén que el barco no tiene. Así que han decidido que «cañas» no tienen. Eso sí, no hay problemas con cervezas en bote.

Cambio de hora

Hoy a las tres de la mañana la hora oficial del barco se ha atrasado una hora, de esa forma nos ponemos con la hora de Madeira –de hecho, la hora de Portugal y de Londres–, que está mucho más acompasada a la hora solar que la que usamos en España, que es un poco absurda, pues usamos la hora de Centro-Europa (GMT+1) cuando parece obvio que somos GMT puesto que el meridiano de Greenwich –el que marca el origen del GMT– cruza la península de norte a sur.

Desayuno matutino

me he levantado a las seis de la mañana (hora GMT) y se me ha antojado tomar un café. He subido a la cubierta 9, donde está el autoservicio, y he descubierto que había café y que ya estaban preparando frutas y pastelitos. Como mi antojo era solo de café, lo he cogido, lo he tomado y me he ido.