Conexión WiFi

Siempre en los barcos la conexión Wifi era carísima. En esta ocasión como se trata de dar la vuelta al mundo, nos han hecho una oferta especial que lo hace bastante más asequible: 10 horas por 82 Euros. Eso hace que cada hora salga a 8,2€. Nos parece mucho más asequible que las tarifas habituales pero sigue siendo un poco cara.

De momento no compramos las horas. Como estamos casi seguros de que en los puertos que bajemos habrá establecimientos con WiFi nuestra idea es dejar todo preparado en local para que la actualización del blog sea muy sencilla, bajar, encontrar un sitio con WiFi y hacer la actualización.

Ya veremos si funciona

Idioma, nacionalidades y periódicos

El crucero sale de Savona en Italia y el idioma oficial es el italiano, pero tal vez un poco sorprendentemente, la nacionalidad más abundante es la alemana, con 900 pasajeros, seguido de la francesa con 500. Españoles vamos 145, aunque eso no significa que no nos atiendan en nuestro idioma. Hay una encargada de todos los pasajeros de lengua española y portuguesa, las excursiones son en español, etc. Y no debemos olvidar que gran parte del personal es filipino y muchos de ellos hablan filipino que no deja de ser muy parecido al español.

En este crucero nos hemos encontrado con algo que no era habitual en otros: mucho personal es indonesio. Hay menos filipinos y más indonesios.

En cualquier caso no hay ningún problema con el idioma. Es más, el pasajero que lo quiera puede recibir el periódico completo que desee: La Vanguardia, el ABC,… El precio es poco más de dos euros por ejemplar. Ni que decir tiene que las furgonetas de reparto no llegan al barco. Lo que hacen es enviar un archivo pdf y en el barco lo imprimen. Una cosa muy interesante es que no se trata de una versión reducida del periódico, es la versión completa.

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Postal desde Madeira

Madeira es la isla más grande de las Azores. Se trata de una isla volcánica geológicamente muy joven. Se estima que se creó hace poco más de conco millones de años. Viajar por sus estrechas y retorcidas carreteras nos enseña su naturaleza agreste y sus enormes picos formados de lava que surgen del fondo del océano. Además de esas carreteras, en Madeira hay muchos teleféricos que te llevan a distintos sitios, y que te permiten, desde las alturas, ver lo escarpado y belleza salvaje de su orografia. Es una isla tan joven que a la erosión no le ha dado tiempo a suavizar las escarpadas puntas o a crear playas. No hay grandes playas; no obstante, desde las alturas de la carretera de vez en cuando se ven unas solitarias calas con una playa. Dan ganas de bajarse y darse un chapuzón, pero la mayoría de ellas son inaccesibles. Aunque en algunos casos el viajero se encuentra con agradables sorpresas, como por ejemplo un pequeño teleférico que te permite bajar hasta el borde del mar. Bajamos a una de ellas y, como es natural, preguntamos cuándo subía. La respuesta fue que cuando nosotros quisiéramos subir nos pusiéramos cerca de la parada e hiciéramos una seña con los brazos, ellos lo veían a través de una cámara de video y nos enviaban el aparato. En Madeira hay muchos teleféricos.
Las placas tectónicas, son como enormes barcos que flotan sobre la roca fundida del interior de la Tierra y que transportan en sus lomos a los continentes. Si miramos en un mapa que nos permita ver el fondo del mar, como por ejemplo Google Earth, nos damos cuenta de que las Azores están sobre la placa tectónica africana, lo mismo que las islas Canarias.
El origen de Las Azores es lo que se llama un «hot spot» –un punto caliente– que no es nada más que una especie de «agujero» en la placa tectónica por el que sale lava. Con el tiempo la lava crece y llega a crear una isla. El punto caliente está quieto, pero las placas se mueven –la placa africana se desplaza hacia el este–. Por esa razón las islas aparecen más o menos en línea recta. La más antigua está más al este y la más moderna al oeste. Madeira es la que está más al oeste de las Azores: la más joven.
Madeira es una preciosidad que te permite ver la belleza salvaje de una joven isla volcánica.

Volveremos.

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Alea jacta est: los dados están en el aire

El día 6 de enero cogimos el AVE Málaga-Barcelona, pues nuestro embarque para la vuelta al mundo ser en el puerto de aquella ciudad.

Hemos ido en un AVE de la marca Talgo. Asientos cómodos, servicio de bar razonable y a buenos precios (teniendo en cuenta lo complicada que es la logística de un tren), amabilidad de la tripulación, pero… el espacio reservado para equipajes es ridículamente pequeño. Bastan cuatro pasajeros con maletas medianas para llenarlo del todo. ¿Es coherente?

En fin, llegamos sin novedad a Barcelona, y nos disponemos a ver un poco la ciudad y mañana iremos al puerto a embarcar.

Ultimando detalles

Antes nunca nos habíamos ido de vacaciones durante meses y hemos tenido que ultimar los detalles. Es increíble la cantidad de cosas que surgen, como por ejemplo, cómo pagar la cuota mensual de copropietarios. Cuando te vas un mes no hay problema, lo haces a la vuelta, pero en cuatro meses la cosa cambia. Lo mismo podemos decir de otros muchos servicios.

Al dar la vuelta al mundo pasas por distintos países con distinta norma telefónica y distintas frecuencias. ¿El teléfono que llevo sirve para todos ellos?…

Incluso hay detalles insignificantes que hay que resolver. Por ejemplo, tenemos un blog en el que hablamos de los bares y restaurantes de Fuengirola que nos gustan (felix.ares.fm). No lo actualizamos todos los días; pero una cosa es no hacerlo todos los días y otra muy diferente dejarlo abandonado durante cuatro meses; así que hemos tenido que advertirlo.

Todas las semanas escribo una columna en el Diario Vasco. Normalmente la envío el día antes de su publicación, pero en un viaje de estas características es difícil saber si voy a poder escribirla y enviarla, así que he tenido que adelantar muchas por lo que pudiera suceder.

En fin, que hay un montón de cosas que surgen que son muy distintas a las de irse de vacaciones un mes.

 

3. Medicinas

Cuando empiezas a pensar en un viaje de tanta duración y a una cierta edad, el tema de las medicinas no es trivial. Para las enfermedades puntuales que te puedan ocurrir en el barco hemos contratado un seguro que incluye el pago de las consultas y de las medicinas que tengamos que comprar. Pero no incluye las medicinas que tomamos de forma periódica. Por ejemplo, esas medicinas para las migrañas, o para alta tensión, o para el colesterol.

Incluso nos han advertido que hay medicinas que pensamos llevar que no podemos sacar del barco pues en ciertos países las consideran drogas. Concretamente algunas relacionadas con los calambres musculares que en algunos países árabes consideran drogas similares a la cocaína.

Dado que hemos estado pagando toda la vida a la Seguridad Social sería del todo absurdo que las medicinas de enfermedades crónicas no nos las pagara dicho seguro por el mero hecho de que nos vamos de viaje  Bueno, sería absurdo pero es lo que es. Nos explicamos. Por nuestros problemas de salud estamos tomando sistemáticamente, día a día, una serie de medicamentos con precios nada baratos. Hemos ido al Servicio Andaluz de Salud a pedir que nos den dichas medicinas no hasta que se acabe, que es lo normal, sino para cuatro meses. ¡Ha sido imposible! El sistema andaluz es muy moderno, con una tarjeta chip que hace que te den lo que necesitas y nada más; ni siquiera tenemos que ir al médico a pedir recetas, pero NO TIENE PREVISTO el que puedas estar ausente unos meses. Los médicos no puedan adelantar las recetas, los farmacéuticos tampoco. Es decir, que si te vas a dar la vuelta a mundo, no tienen ninguna forma de adelantar las medicinas en el Sistema Andaluz de Salud.

Se nos ocurren muchos medios de solucionarlo, pero ninguno parece que se le haya ocurrido al Servicio Andaluz de Salud, ¿o sí, y prefieren que el que vaya de viaje –que puede ser para atender a un pariente enfermo en otro país– pague?

Mucha tarjeta chip, mucho ordenador,… pero MUY POCA FLEXIBILIDAD.

Creemos que lo automático está muy bien, pero los humanos somos muy complejos, con problemas muy diversos que los programas de ordenador al uso no son capaces de resolver. Por favor, ¡dejen que el buen sentido de los médicos de cabecera tengan algo que decir! No se puede poner todo en unas normas, lo mismo que no se puede poner todo en un programa de ordenador… Por favor: dejen que los humanos apliquen el sentido común.

Nosotros venimos de Euskadi, con un sistema de recetas que no es tan moderno como el del S@S pero que en casos especiales te pueden dar recetas hechas a mano que cubran las necesidades especiales de un viaje.

Señores de S@S, por favor, añadan una forma de escaparse de la inflexibilidad de su magnífica tarjeta sanitaria.

 

 

 

 

 

 

 

 

2: El AVE Málaga Barcelona

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Cuando va llegando la fecha para embarcarte en un viaje que va a durar casi cuatro meses son muchas –muchísimas– las dudas y preocupaciones que te surgen: ¿qué medicinas llevar?, ¿qué ropa?, ¿cómo voy a lograr meter todo eso en las maletas?, ¿cómo voy a ir desde Málaga hasta el puerto de embarque  que en este caso es Barcelona?, etc, etc, etc.

Hay muchos vuelos desde Málaga a Barcelona pero la verdad es que a nosotros se nos ponen un poco los pelos de punta por las tremendas incomodidades que representan la parafernalia de la seguridad en el aeropuerto, el poco espacio que dejan en los vuelos baratos –el último que hice fue con Vueling y dudo que vuelva a coger esa empresa pues la distancia entre asientos es ridícula y encima se permiten «el lujo» de que sean reclinables, con lo que personas como nosotros con un fémur largo terminamos en el traumatólogo para que nos arregle es desperfecto sufrido en las rodillas–, y las limitaciones de equipaje.

Buscamos modos alternativos de ir, autobús y tren. El autobús es algo impensable, casi 24 horas en llegar…

Así que nuestra única alternativa era el tren y, desde que han hecho la línea de Alta Velocidad, la única alternativa es la Alta Velocidad. Es curioso, la Alta Velocidad es una maravilla, pero su precio es astronómico y han dejado de dar servicio los trenes normales, más lentos pero mucho más baratos. Una vez que volvamos de la vuelta al mundo pienso ir desde Lyon a Barcelona en los trenes franceses y hemos visto que son MUCHO más baratos que los de nuestra RENFE. Si los sueldos son más caros en Francia,… ¿Por qué? ¿Por qué el precio astronómico de nuestros billetes? ¿Tal vez tenga algo que ver con la corrupción generalizada en nuestro país?

El precio del AVE de Málaga a Barcelona es bastante astronómico, pero te dejan llevar 30 kilos de equipaje (al menos eso creemos). Concretamente el día 6 de enero el AVE cuesta 146 €. Pero reservándolo con tiempo logramos la tarifa Web y con ello nos sale a 73€.

Así que ya está, ya tenemos los billetes de tren. Nuestro siguiente problema son las maletas. ¿Cómo vamos a lograr reducir todo lo que necesitamos para cuatro meses?

Se lo iremos comentando.

Un fuerte abrazo

 

 

Publicado en Ave

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Ayer fue 1 de septiembre de 2012. Era la primera vez en mi vida que pasaba el 1 de septiembre en el sur de España. Mi mujer y yo nos fuimos a comer de un modo muy andaluz: unos vinos y unas tapas. Al caminar por una calle de Fuengirola, sopló el viento. No era nada especial, simplemente que el viento soplaba; pero, de repente, me dio la sensación de Otoño. Ya se que es verano. Ya sé que los calores de agosto están presentes… pero la sensación de otoño fue intensa. Tremendamente intensa.

Ladró un perro y yo vi con mi mente a mi perra «Canuta» –su nombre real era Conducta, pero yo era incapaz de pronunciar aquel absurdo nombre–. Y me vi a mi mismo acurrucado en una esquina al lado de mi gato Zenit. El Sol del otoño pegaba de lleno. El gato se acurrucaba a mi lado. De repente, un viento produjo un remolino de polvo. Calor, gato, polvo… En unos días tendría que volver al colegio. ¡Vaya rollo! Tendría que dejar mis lecturas y tendría que dedicarme a aquellas historias que no me interesaban nada: la lista de los reyes godos, el teorema de Tales, …

Mi padre me había regalado muchas obras de Julio Verne y de Daniel Defoe (Robinson Crusoe) y de Emilio Salgari y me había emocionado con aquellos marineros que se aventuraban a ir a los «mares del sur»… islas, piratas, tesoros, climas extraños, animales sorprendentes,… 

Las había leído con deleite; en mi juvenil cabeza siempre estaba el deseo de ir a los mares del sur. A aquellas tierras míticas donde había piratas, y las islas volcánicas surgían de la nada. Leí Robinson Crusoe, leí La isla misteriosa, leí Historia de los piratas, leí a Marco Polo, leí…. Leí, leí, leí,…

Empecé una carrera –no se la digo pues a lo largo de estos post aparecerá–. Y el primer año me hice con amigos fascinantes, como por ejemplo Ramiro Blanco, David López, Miguel Amírola, Guillermo Cacharrón, MariCarmen Tamayo,… –Please, no hagan mucho caso de los nombres, para salvaguardar la intimidad pueden ser falsos.

A mi manera colaboré con el programa de «Ángel Álvarez» titulado «Vuelo 605″ y con «Caravana de Amigos». Mi primo me presentó a Masiel y a Eduardo Aute…. ¿Que no le suena ninguno de los dos? ¡Qué maravillosamente joven es usted!

Soñé en ser pirata, soñé en dar la vuelta al mundo como Juan Sebastián El Cano, soñé en ser capaz de hacer un descubrimiento como el de Urdaneta que permitió volver de las Filipinas… Leí a Marco Polo….

Un día  del año 1964 me animé a ir a «El Corte Inglés» de Preciados en Madrid y pedir un folleto de la vuelta al mundo. Me lo dieron. Era un crucero que, como su nombre indica, daba la vuelta al mundo. Su precio, para los conceptos de aquel año, era disparatado: cuatro millones de pesetas por persona. Pero los lugares que visitaba me traían recuerdos. Recuerdos de los libros que me regaló mi padre; recuerdos de las historias que me contaba mi abuelo. ¡Recuerdos!

Cuando conseguí un trabajo fijo traté de ir a aquellos sitios que me habían fascinado de la vuelta al mundo. Fui a la Isla de Pascua a ver sus moais, fui a Palenque a ver su pirámide, fui a las pirámides de Egipto, fui a ver la columna de hierro que nunca se oxida en Delhi, fui a los templos budistas del Tíbet, fui a …

Pero siempre había una zona que nunca llegaba a ir: El Pacífico, Australia, Nueva Guinea, Nueva Zelanda…

Y no logré ir porque los precios eran prohibitivos; se escapaban de mi capacidad de gasto.

Para dar la vuelta al mundo en barco, para mí el barco era imprescindible, se necesitaban dos cosas: dinero y tiempo.

He estado trabajando, con un mes de vacaciones, hasta los 65 años. Al jubilarme me he encontrado con dinero suficiente para dar la vuelta al mundo y, lo más importante, con TIEMPO. Puedo dedicar tres meses y medio en dar la vuelta al mundo.

Mi segunda sorpresa ha sido que la compañía COSTA ha hecho una ruta de «Vuelta al Mundo» que dura casi cien días y que cuesta: lo mismo que costaba la Vuelta Al mundo de El Corte Inglés de hace casi cincuenta años. Es sorprendente lo que la industrialización del turismo ha conseguido. Hoy un sencillo trabajador como yo puede permitirse dar la vuelta al mundo al estilo de lo que Agatha Cristie contaba en sus viajes. La diferencia es que Agatha Christie nos habla de la nobleza y de la alta burguesía inglesa y en mi caso estamos hablando de un trabajador que ha vivido de su sueldo. La vuelta al mundo me cuesta más o menos lo que un coche. Me siento con salud para hacerlo y quiero hacerlo. Y quiero comunicarles mis sensaciones, mis problemas, mis decepciones –seguro que las habrá–, y mis alegrías…

Mi mujer y yo conocemos casi todos los puntos que toca el crucero y ya hemos viajado en ese barco, pero son nuevos para nosotros Hawái, Nueva Zelanda y Australia.

El objetivo de este blog es ir dándoles cuenta de nuestras experiencias, tanto si son buenas como si son malas.

Nos quedan cuatro meses para partir. Estamos ilusionados. Sabemos que habrá grandes alegrías y grandes decepciones. Nuestra intención es ir escribiendo nuestras experiencias sean estas buenas o malas.

Si quieren contactar con nosotros pueden hacerlo a esta dirección:

 

tapas [arroba] ares

PUNTO fm

 

 

Hello world!

Empezamos este blog donde iremos narrando algunos detalles de nuestra vuelta al mundo. Se trata de un blog, es decir, de un diario, por lo tanto reflejará tan solo nuestras apreciaciones, lo que nos ha llamado la atención, etc

No pretendemos sentar cátedra ni nada similar, se trata simplemente de tener unas humildes «notas de viaje».

 

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