Antes nunca nos habíamos ido de vacaciones durante meses y hemos tenido que ultimar los detalles. Es increíble la cantidad de cosas que surgen, como por ejemplo, cómo pagar la cuota mensual de copropietarios. Cuando te vas un mes no hay problema, lo haces a la vuelta, pero en cuatro meses la cosa cambia. Lo mismo podemos decir de otros muchos servicios.
Al dar la vuelta al mundo pasas por distintos países con distinta norma telefónica y distintas frecuencias. ¿El teléfono que llevo sirve para todos ellos?…
Incluso hay detalles insignificantes que hay que resolver. Por ejemplo, tenemos un blog en el que hablamos de los bares y restaurantes de Fuengirola que nos gustan (felix.ares.fm). No lo actualizamos todos los días; pero una cosa es no hacerlo todos los días y otra muy diferente dejarlo abandonado durante cuatro meses; así que hemos tenido que advertirlo.
Todas las semanas escribo una columna en el Diario Vasco. Normalmente la envío el día antes de su publicación, pero en un viaje de estas características es difícil saber si voy a poder escribirla y enviarla, así que he tenido que adelantar muchas por lo que pudiera suceder.
En fin, que hay un montón de cosas que surgen que son muy distintas a las de irse de vacaciones un mes.