Sábado 23 de marzo de 2013
Al salir del barco un grupo folclórico nos espera con música y bailando.
Al laado del barco, había unos mercadillos que vendía artesanías. Entre otras cosas vendían las mismas máscara de madera que compramos treinta años antes y que estuvieron colgadas de las paredes de nuestra casa muchos años.
Fuimos hasta la zona de taxis donde alquilamos una furgoneta para seis personas por 60 dólares estadounidenses y que se comprometió a llevarnos durante seis horas a los lugares que le indicamos.
El primer lugar fue el templo hinduista de Sivasubramaniya que está en lel barrio conocido como Isla de los Esclavos.
Allí tuvimos que descalzarnos como es habitual, aunque no entiendo porque consideran que es más respetuoso entrar descalzo que con zapatos, y tuvimos que pagar una entrada para poder sacar fotos.
Al salir volvimos a coger el taxi y por las calles vimos los famosos taxis de tres ruedas que llaman «tuc-tucs», debido al ruido que hace su motor: tuc-tuc-tuc…