Agosto de 2014 (Sí, catorce, no es un error).
Tras mi viaje de la vuelta al mundo, cuyas crónicas fueron enviadas religiosamente a Onda Cero desde cada uno de los puertos en los que lograba Wifi (muy fácil en Starbuck de Los Ángeles, horroroso en McDonald de las islas Fiyi), mi forma de colaborar con dicha emisora cambió. Normalmente, dejó de ser un diálogo Yáñez-Ares para ser un monólogo mío. Lo lamenté, pues las preguntas de Yáñez siempre fueron incisivas, provocativas y que me animaban a hablar. Yáñez es un gran profesional que sabe sacar lo mejor de ti en una entrevista.
Pro limitaciones técnicas lo impedían.
En mi viaje de vuelta al mundo, al ir hacia Nueva Zelanda pasé muy cerca de Nueva Guinea. Y, en las largas horas de navegación, intentaba enterarme de la historia de los lugares que visitábamos. Tomé notas en mi ordenador portátil de las cosas que me gustaron, pero no fue hasta el año siguiente, cuando ya estaba en tierra (en Fuengirola), que puede hacer una colaboración en onda cero con aquellas notas.
De eso va la entrada de hoy.
Papúa Nueva Guinea: De la Vendetta a la Paz Digital
Al norte de Australia hay una gran isla que conocemos con el nombre de Nueva Guinea. Está dividida en dos áreas, la occidental se llama Papúa y pertenece a Indonesia, la parte oriental se llama Papúa Nueva Guinea y es un país independiente.

Ese nombre, Papúa-Nueva Guinea, me intrigó y traté de encontrar las razones de esa denominación. La primera referencia que he encontrado sobre esta isla se la debemos al navegante portugués Jorge de Meneses que le dio el nombre de Papúa, nombre se debe a que cuando Jorge de Menezes [1] vio a sus habitantes se dio cuenta de que tenían en el pelo rizado y la palabra malaya para decir rizado es «papúa» así que la llamó así. El navegante español Íñigo Ortiz de Retes [2], como su nombre indica, había nacido en «Retes de llantero» en la provincia de Álava. Al ver aquella tierra le dio el nombre de Nueva Guinea, ya que sus habitantes le recordaban a los de la Guinea africana. Uniendo el nombre portugués (mejor dicho, malayo) con el español se obtiene Papúa Nueva Guinea.
Más allá de su interesante historia etimológica, Papúa Nueva Guinea también tiene realidades sociales sorprendentes, como la violencia en la provincia de Enga.

En Papúa Nueva Guinea hay una provincia que se llama Enga que tiene el récord mundial de muertes violentas del mundo. Para que nos hagamos una idea, en Europa cada año por cada 100.000 habitantes el número de muertos está entre 0 y 3, dependiendo del país. En Enga, el número de muertes cada año, cada 100.00 habitantes, es de 300. [Nota: esto era en 2014, hoy la cosa no es sencilla, en Europa el deterioro de la seguridad ciudadana es manifiesto].
Un compañero de trabajo de la universidad, que había vivido allí, me dijo que las funerarias eran el mejor negocio.
Este tipo de conflictos recuerda a la «vendetta», una práctica histórica en el sur de Italia. Si alguien, por accidente o por lo que sea, mata a una persona de tu familia, se ve obligado a matar a alguien de la otra familia. Entonces, como se ha matado a alguien de la otra familia, esa se ve obligada a matar a alguien de la primera familia. Y así la bola crece y crece: tú has matado a mi hijo, yo me veo obligado a matar al tuyo, etc. Etc. Un ciclo infernal.
Ya sabemos que los ancianos suelen ser más tranquilos y pacíficos que los jóvenes. Las autoridades y los ancianos de la tribu, conscientes del problema, descubrieron que la intervención rápida de un anciano podía evitar que una discusión se convirtiera en una tragedia.
En 2007 pasó algo interesantísimo y es llegó la telefonía móvil a la provincia de Enga y ha sido este hecho el que ha logrado disminuir el número de muertes violentas. La razón es muy sencilla. Ya hay muchísima gente que tiene teléfono móvil que en cuanto ven que dos jóvenes empiezan a pelearse automáticamente llaman a uno de los ancianos de la tribu que esté cerca. Ese anciano se presenta, se pone entre los dos que se están pegando y les hace razonar que aquello no lleva nada. Normalmente, allí acaban las peleas que antes solían terminar en asesinatos.

Este es un ejemplo sorprendente de cómo la tecnología, en lugares remotos, puede salvar vidas y cambiar culturas profundamente arraigadas.
A mí me parece una magnífica noticia.
Nada más por hoy acabo aquí hasta la próxima
[*Notas*]
[1] Wikipedia. Entrada: Jorge de Menezes. https://en.wikipedia.org/wiki/Jorge_de_Menezes
[2] Wikipedia. Entrada: Íñigo Ortiz de Retes. https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8D%C3%B1igo_Ortiz_de_Retes
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