Sábado 26 de noviembre de 2016
Hace unos días que me encontraba con un viejo amigo –viejo en el sentido de que somos amigos desde hace muchos años– en el Parlamento Europeo en su sede de Bruselas.
Le explicaba que habíamos llegado unos días antes de la reunión para volver a ver Bruselas, donde habíamos estado varios años antes.
Él con toda su inocencia me dijo: «¿Para qué si Bruselas no tiene nada que ver. A lo sumo la Grande Place y el Atomium?». Yo contesté algo así como que también estaba el «Maneken pis», a lo que él me dijo algo así como: «una estatuilla ridícula que no sé cómo se ha hecho famosa».
Pues bien, nosotros estuvimos unos días y vimos la Grande Place, el Atomium, el Maneken Pis y alguna cosa más, como por ejemplo el Parlamento Europeo. Y de eso les voy a hablar.
Llegamos a Bruselas en un vuelo de la empresa Tui. Era un vuelo barato y como tal, el espacio entre asientos era bastante escaso, pero, por suerte un poquito más que en Vueling. No mucho más, pero lo suficiente para que no se me destrozasen las rodillas.
El aeropuerto de Bruselas es moderno, limpio, amplio… y nada más llegar nos encontramos con referencias a algunas de las cosas que hay que ver en Bruselas; por ejemplo, el «Centre Belge de la Bande Dessinée o CBBD» que nosotros podríamos traducir como Museo del cómic. En este museo se rinde tributo a los grandes dibujantes belgas, entre los que Hergé y su creación Tintín juegan un papel primiordial.
En el aeropuerto podemos ver una réplica del cohete de Tintín:
EL TREN DESDE EL AEROPUERTO
Desde el aeropuerto de Bruselas hay varias formas de llegar al centro de la ciudad. El que nosotros elegimos fue el tren. Cada cuarto de hora aprximadamente sale un tren del aeropuerto que te lleva al centro de Bruselas a cualquiera de sus tres estaciones de tren: la primera con la que te encuentras el la Estacón del Norte, después la Estación Central y después la estación Sur.
Nosotros íbamos a la estación Sur. «La Gare du Midi», pero tuvimos un pequeño problema pues ya en el tren indicadores delñ recorrido no hablaban de «La Gare du midi» sino de «Zuid» y eso nos despistó. Resulta que Zuid no es nada más que Sur en Holandés –o si lo prefieren en Neerdenlandés– que es el idioma que se habla en la parte norte de Bñélgica. Pero como no nos esperábamos ese Zuid que suena vagamente a Sur, nos liamos un poco.
PRECIO: 8,60€. Duración del viaje unos 15 minutos.
EL METRO – PASE DE 24 horas
Nuestro hotel estaba muy cerca de la Estación Sur (La Gare du Midi) del tren, pero yendo con maletas era mejor ir hasta la estación de metro de Lemonnier, en la línea 4.
Es bastante fácil orientarse en el metro de Bruselas las líneas 3 y 4 van de norte a sur y viceversa. Las líneas 1 y 5 vas de este a oeste y las líneas 2 y 6 son circulares que recorren el centro de la ciudad.
El pase por 24 horas cuesta 7,5€.
LEMONNIER
Nuestro hotel estaba a muy pocos metros de la estación de metro de Lemonnier. No es un barrio elegante, pero eso trajo una consecuencia inesperada: había restaurante a buen precio.
Bruselas para comer no es barato. Sobre hemos echado en falta el «menú del día» español, donde todo está incluido. Como resturantes a la carta los pecios son más caros que en España pero tampoco una barbaridad, lo que echamos de menos era el Menú del día.
Encontramos dos restaurantes a buen precio y con buena comida. Uno era una hamburguesería al estilo McDonald y el otro un restaurante marroquí con platos muy bien cocinados y muy grandes.
LA BOLSA
Hoy en día la contratación en la bolsa se hace de forma electrónica, así que el edificio de la bolsa ha quedado como algo obsoleto, un recuerdo del pasado.
Tras aposentarnos en el hotel y tomar un refrigerio decidimos ir a la zona más conocida de Bruselas: La Grande Place. Nos subimos al metro y dos estaciones hacia el norte nos ecnontramos con la estación de La Bolsa. Y al salir, ya anocheciendo nos encontranos con un ciudad iluminda para la Navidad.
El edificio de la Bolsa está ilumindo con muchos ledes.
Aquí vemos un ejemplo palpable de la «paradoja de Jevons»: como los ledes consumen poco, ponemos enorme cantidad de ellos y, por lo tanto, terminan consumiendo más.
El edificio de La Bolsa fue cnstruido entre 1868 y 1873. En la fachada de este edificio hay dos leones. Mejor dicho, dos hombres que sujetan sendos leones.
Pocos minutos después ya es completamente de noche:
Detrás de la Bolsa se encuentra la famosa Grand Place que con sus edificios públicos y privados del siglo XVII ha sido declarada por la UNESCO como Herencia Mundial de la Humanidad.
A un costado del edificio de la Bolsa podemos ver la impresionante torre del Ayuntamiento de Bruselas, sito en la Grand-Place.
LA GRAND-PLACE
Llegamos a la Grand-Place donde un extraordinario sistema de luz y sonido se mueven sincronizadamente con la música. El espectáculo es bello. Y para conseguir los efectos de luz hay miles de ledes:
Pueden ver una pequeña parte de lo que vimos aquí: https://youtu.be/bOL7B-gDUjA
Otra parte aquí: https://youtu.be/bOL7B-gDUjA
El espectáculo dura quince minutos.
UN VIEJO AUTÓMATA
En la propia plaza hay una tienda que vende bordados que tiene en su escaparate un autómata a la vieja usanza, que simula una bordadora:
Las calles de alrededor están llenas de luces:
COLAS PARA COMPRAR PASTELES Y CHOCOLATES
Nos sorprendió que había colas para comprar algunos pasteles.
Con este dulce sabor de boca volvemos al hotel. Hasta mañana.
* * *
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