31 de agosto de 2015
Salimos de Fuengirola para ir a un viaje organizado que nos llevará a Vietnam y Camboya.
Ya hace 37 años que me quedé con las ganas de visitar la zona de Angkor de Camboya. Entronces, todavía, Angkor y su templo Angkor Wat no eran Patrimonio de la humanidad, pero me apetecía mucho ir a verlo. Y sobre todo, me apetecía ver cómo la selva se «comía» los templos. A lo que iba: hace 37 años nos encontrábamos en el aeropuerto de Bangkog y queríamos sacar un vuelo para la zona de Angkor (aeropuerto de Siem Reap) pero acababan de cortar el espacio aéreo y tuvimos que quedarnos. Debemos tener en cuenta que en aquellos años el gobierno de Camboya era el de los «kmeres rojos» de Pol Pot, un genuino genocida.
Por fin, treinta y siete años después, hemos podido ir a ver Angkor.
El viaje es largo.
Como cada día tengo más asco a los controles de seguridad de los aeropuertos, decidí ir hasta Madrid en Ave. Desde allí cogimos un vuelo de Air Europa –en colaboración con Viernam Airlines– a Franckfort y allí, ya en un vuelo de Vietnan Airlines, un vuelo directo hasta Hanoi de una duración de más de diez horas.
Hicimos en vuelo con AirEuropa y la ecxperiencia fue bastante satisfactoria. El espacio entre asientos era aceptable incluso con el respaldo del de delante abatido. Aunque yo soy partidario de que en los aviones con tan poco espacio entre asientos no se permita reclinar los asientos.
En el vuelo no dan nada de comer gratis, pero hay venta de productos a bordo cuyo precio es razonable. Por ejemplo, dos botellitas de 33 cl de vino tinto de Rioja Cune con una ración de jamón serrano, salchichón y chorizo: 16€. Quizá la crítica es que en el jamon serrano lo que se veía era carne, pero al destaparlo era mayoritariamente tocino.
En Francfort teníamos cuatro horas de espera.
Fuimos en un avión Boeing 777. La distancia entre asientos no es para echar cohetes, pero al menos no me estropeaba las rodillas.
Como novedad en este avión, lleva dos cámaras, una en la cabina de los pilotos y otra en la panza y de ese modo podemos ver lo que los pilotos y lo que hay debajo de nosotros. Lamentablemente por la noche no se ve nada.
La ruta, no es exactamente la que nos da Google Maps. La ruta es más al sur. pasa por el Mar mnegro, por Turquía, me dio la sensación de que eludía Irán yendo por Turkmenistan, después Pakistan, el norte de la India, cerca de los Himalayas, pero siempre al sur, Bangladesh, Mianmar, China y por fin Vietnam y aterrizaje en Hanoi.
Desde hace unos pocos meses, Vietnam ha suprimido el visado a los españoles por lo que los trámites aduaneros fueron bastante rápidos.
En la puerta nos esperaba un guía y un bus que nos llevó al hotel.
Ya, en ese momento, vimos que el tráfico en Vietnam es absolutamente caótico. De hecho, el peor tráfico que he visto nunca, aunque no parece que haya muchos accidentes. Más delante contaré porqué.
Llegamos hacia las nueve de la mañana del día 3 de septiembre, día de la independencia del país, a un hotel céntrico de Hanoi y tuvimos todo el día libre.
* * *
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Félix Ares, Maricarmen Garmendia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en viajes.ares.fm.
Contacto con nosotros: