Las razones de un silencio

miércoles 17 de abril de 2013

La verdad es que cuando comencé la vuelta al mundo no pensé que las dificultades para actualizar el blog iban a ser tantas. Pensaba que dado que el barco tenía WiFi el problema tan solo sería de dinero. El WiFi del barco cvostaba 82 € 10 horas. La primera sorpresa fue el dí que intenté acceder a esta página (viajes.ares.fm). Salio un letrero diciéndome que por razones de seguridad la habían bloqueado pues se trataba de una página con «malware». Sinceramente salvo que Costa considere que alguna crítica a su viaje sea «malware» no lo entiendo. Fui a quejarme a Recepción donde me salieron por peteneras. Me enfadé tanto que pedí hablar con el jefe de comunicaciones. En recepció me dijeron algo de que era una persona muy importante, etc, etc. Simplemente le pasé mi tarjeta donde se muestra que durante muchos años he sido profesor de redes de computadores, que sor doctor en «Computer Science», Ingeniero Superior de Teleco, etc, etc., y que quería hablar con él por muy importante que fuera. Por fin accedieron a que él me llamaría. No me llamó. Al día siguiente recibí el recado a través de recepción de que el problema era de su suministrador de internet no de ellos. Claro, a mí me enfado bastante y escribí al director del crucero diciendo que desde el barco mi página no podía accederse y que me importaba un rábano si el problema era del suministrador de internet o del botones de recepción. Yo había pagado a Costa. Yo me había embarcado creyendo que podría actualizar mi blog desde el barco pues eso decía la publicidad y que lo mínimo que exigía era que se pusieran en contacto con el suministrador para decirle que cambiaran los parámetros de los filtros y que me permitieran acceder a mi página que no tiene ningún «malware». Previamente pasé todos los test por si me había entrado un virus o algo similar. No había ocurrido; mi página estaba limpia. Ni que decir tiene que eso tuve que hacerlo desde fuera del barco. Exactamente desde un Starbuck que me dieron un servicio extraordinario y un café estupendo. Ahora sí que el director me llamó y con él estaba el jefe de comunicaciones. Ambos me pidieron disculpas y el jefe de comunicaciones me dijo que ya había mandado un  e-mail al suministrador para que cambiaran los filtros. Ha acabado el viaje y el último día probe y tampoco pude acceder.

Tuve que hacer ciertos trucos para poder hacer parte del trabajo mediante un FTP desde el braco. Aunque para que todo saliera debía terminarlo desde fuera del barco.

La vuelta al mundo ya ha terminado, aunque no he podido actualizar este blog desde después de Singapur. Las razones han sido varias. Una de ellas ha sido que el WiFi del barco dejaba de funcionar cada dos por tres. Otra que yo había descubierto que a las tres de la mañana la conexión tenía una velocidad razonable, pero muchos otros pasajeros lo descubrieron y dejo de ser tan rápida. Mejor dicho pasó a tener la velocidad de una tortuga tetrapléjica. Otra de las razones es que yo aprovechaba a enviar las fotos –que ocupan muchas megas– desde los puertos, los McDonalds o los Starbucks. Al principio el «truco» me funcionó pero pronto otros pasajeros se dieron cuenta e hicieron lo mismo. El resultado fue que el muchos sitios, puertos, McDonlads y Starbucks estaban tan saturados que era imposible enviar cien megas de fotos. Cien megas era habitual.

En fin, ahora me encuentro en Savona –Italia– y tengo internet pero tampoco hay demasiada buena velocidad así que enviar las fotos no es fácil. Lo intentaré, aunque ahora tengo otro problema: han pasado tantos días que ya no sé si me acordaré de lo que eran las fotos. Lo intentaré. Pondré las fechas de las llegadas a los puertos.

Un abrazo.