2 de marzo de 2013
El edificio de la Ópera de Sydney se ha convertido en el símbolo de la ciudad, a construcción más significativa. No les voy a contar la historia de su construcción pero sí que en sus inicios fue muy controvertida. Como muchas otras obras se retrasó y el precio se disparó. El arquitecto, Utzon, terminó tan harto que se fue a su país y nunca volvió. La parte interior del edificio la terminaron arquitectos australianos. Recientemente le han invitado ha ir rehacendo el interior de acuerdo con sus ideas. Él ya muy mayor no ha podido venir a Australia, pero ha enviado a su hijo que también es arquitecto y ya hay una primera habitación hecha con sus ideas, que dicho sea de paso, me parece una habitación vulgar y con una iluminación –diseñada por ellos– muy molesta, pero sbre gustos…
A pesar del nombre hay que señalar que se trata mucho más de una sala de conciertos y espectáculos que de «solo ópera». De hechos son edificios, uno con una sala muy grande, demasiado para la ópera, pues con su sola voz y sin amplificadores el público no llegaría a oírlo. Pavroti ha sido el único que se ha atrevido a cantar ópera en la sala grande. La sala para cantar ópera es la pequeña.
LA NUEVA HABITACIÓN DE UTZON
Tal como habíamos dicho hace unos pocos años se invitó al arquitecto, Utzon, a replantear el interior y él y su hijo han preparado esta habitación. La idea es que todo el interior se remodele de acuerdo con sus ideas.
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