Barbados 1: amanece

17 de enero de 2013

Para mí Barbados es uno de esos nombres con reminiscencias mágicas. Nada más escucharlo se agolpan en mi mente imágenes revueltas de barcos veleros, capitanes con pata de palo, loros, barriles de ron, trata de esclavos, piratas, tesoros escondidos…

El Barbados actual no es nada de eso, pero llegar a su puerto al amanecer tiene algo de mágico. Eran las 6 de la mañana y navegábamos al oeste de la isla. El Sol, con esa precisión matemática de los trópicos, no había salido, pero ya dejaba ver sus resplandores detrás de la isla (hacia el este).

Tras la isla de Barbados el Sol empieza a iluminar las nubes

Tras la isla de Barbados el Sol empieza a iluminar las nubes

Con una rapidez asombrosa para nosotros que habitamos en latitudes más altas, el Sol brilla mucho más hasta llega a aparecer resplandeciente tras las alturas de la isla.

Tras la isla de Barbados el Sol muestra sus rayos

Tras la isla de Barbados el Sol muestra sus rayos

Mientras tanto, el puerto, en la zona este permanece bastante oscuro.

Mientras tanto, el puerto, en la zona este, permanece bastante oscuro.

En algún momento el Sol ilumina por detrás colinas y árboles y da la sensación de que la isla arde

En algún momento el Sol ilumina por detrás colinas y árboles y da la sensación de que la isla arde. ¿No son esos resplandores un incendio?

Por fin, el Sol, sale anunciando a todos un nuevo día. Nuevamente la luz ha vencido a la noche.

Por fin, el Sol, sale anunciando a todos un nuevo día. Nuevamente la luz ha vencido a la noche.

El mar refleja los brillos del Sol y una boya de navegación nos da la sensación de ser un barco de enanitos

El mar refleja los brillos del Sol y una boya de navegación nos da la sensación de ser un barco de enanitos

Bajamos del barco y caminamos hacia la terminal portuaria:

En Barbados ya es de día

En Barbados ya es de día

En Barbados ya es de día. De fondo una orquesta de «tambores de ácero» nos da la bienvenida.