16 de enero de 2013
Ayer Scopelliti nos habló de los primeros pobladores de América, y, si recuerdo bien lo dicho, un resumen es este:
La idea admitida hasta ahora es que debido a las glaciaciones el nivel del mar estaba mucho más bajo. Él ha dicho que eso es debido a que gran parte del agua estaba distribuida por el mundo en forma de hielo y por lo tanto había menos agua líquida. A eso yo añado un dato que se suele olvidar y que Scopelliti –que habla en español– tampoco ha dicho: que en los márgenes de temperatura normales, digamos que de cuatro a cien grados centígrados, cuanto más fría esté menos abulta. El agua se dilata con el calor. De cuatro a cero grados ocurre lo contrario, por eso el hielo flota.
Al estar el nivel del agua mucho más bajo en lo que hoy es el estrecho de Bering quedaron al descubierto muchas islas y caminos de tierra que permitían pasar de Europa a América. Una vez que llegaron a Alaska, había un camino sin hielo –al oeste del continente – que llevaba directamente hasta el centro de lo que hoy es Estados Unidos, donde se han encontrado muchos restos de una cultura muy definida: CLOVIS. Las puntas de flecha de esta civilización son muy características; por ejemplo algunas en la parte trasera se muestra dividida en dos como si fuera la cola de un pez.
Recientemente arqueólogos rusos han encontrado en Siberia pruebas inequívocas de gentes que hicieron el recorrido al revés: de Alaska pasaron a Siberia.
Pero esta idea convencional está haciendo aguas ante los nuevos descubrimientos arqueológicos. No es que lo que hemos dicho anteriormente no sea cierto, es que es tan solo una parte de la historia. Hay más cosas.
Por ejemplo, en el norte de California se han encontrado restos muy antiguos. Tan antiguos que a los «clovis» nos le habría dado tiempo a llegar andando. Así que las sospechas son que llegaron por mar. Probablemente en pequeñas barcas que no se alejaban mucho de a costa. Así que además del pasillo-corredor sin hielo que lleva de Alaska al centro de Estados Unidos hay que añadir otra ruta marítima.
Incluso en Argentina, en la cueva de las manos, o en Chile en Mesa Verde –cerca de Puerto Mont– y en otros lugares se han encontrado restos que sin duda son anteriores a los clovis. Probablemente tuvieron que llegar por mar, lo que nos tiene que hacer repensar la capacidad de navegar de nuestros antepasados.
Al final, ya con mucha menos base científica, comentó que también pudieron haber llegado polinesios y chinos. Pero sin duda eso requiere mucha mayor evidencia. Sin dada en el siglo XV tanto los chinos como los polinesios eran capaces de hacer navegaciones a larga distancia asombrosas. Pero una cosa es que pudieran hacerlas y otras muy distintas que las hicieran. Un día, comentaré alguna cosa sobre el sistema de navegar polinesio que es realmente fantástico.
Ya de mi cosecha añado que recientemente se han encontrado huesos de gallina en América del Sur que se datan un poco antes de la llegada de Colón. Muy cerca a la llegada de Colón pero unas décadas antes. La gallina se domesticó en Asia y no existían en América. El mero hecho de que aparezcan hace pensar que hubo algún contacto probablemente con los polinésicos pues el análisis de DNA de los huesos indica que son de las Islas Marquesas.