15 de enero de 2013.
Hace ya unos días que pasamos el paralelo 30 y se había olvidado comentar que durante los primeros tiempos de los viajes de Europa a América era un paralelo maldito, donde las calmas chichas hacían que los barcos quedasen quietos por semanas. Muchos barcos llevaban caballos de Europa hacia América. Cuando las calmas se alargaban, llegaban incluso a quedarse sin comida, así que muchas veces los caballos en vez de llegar a América, se quedaban en el estómago de los marineros.
En motivo de que se formen estas calmas chichas se debe a que la aceleración de Coriolis hace que se formen tres células de movimiento de aire: celulas de Hartley. La primera va desde el ecuador hasta los 30º, la segunda desde los 30º a 60º y la tercera desde 60º a los 90º.
En 30 grados muchas veces el aire cae verticalmente de lo alto suavemente pero no se forman vientos horizontales, por lo que los barcos veleros se quedan sin fuerza motriz.