Dubái, revisitado (6): Isla Palmera Jumeirah

1 de marzo de 2019

En 2013 visité por primera vez Dubái, en un viaje de la vuelta al mundo. Mis impresiones de entonces pueden verse en el siguiente enlace:

He vuelto a visitar Dubái en 2018 en un crucero de Pullmantur desde Atenas a Dubái. En esta entrada básicamente repito lo ya dicho en 2013, pero modificando algunas cosas.

Al salir del museo ya era muy tarde y teníamos hambre. Nuestra siguiente parada era la zona de la playa Jumeirah, el hotel «Vela» —Burj Al Arab—, Burj Khalifa, el Souk Madinak Jumeirak —famoso por los productos electrónicos— y la Isla Palmera de Jumeirah.

Para ir hacia aquella zona teníamos que ir en nuestro autobús de la «línea roja» teníamos que ir hasta una zona que actúa de intercambiador y allí coger otro de la «línea azul».

Por el camino volvimos a ver varias de esas curiosas paradas de autobús totalmente cerradas y con aire acondicionado dentro.

Paradas de autobús con aire acondicionado. Dubái.

También pasamos por un muelle de carga de dhows. Tal como ya habíamos dicho, los dhows modernos tienen la forma de los antiguos. En vez de moverse a vela lo hacen con motor. Siguen haciendo comercio con India y África, lo mismo que han hecho los últimos siglos, pero lo que ha cambiado es la mercancía. Fíjense en la actual:

La carga de los modernos dhows. Dubái.

Pasamos por una mezquita en mitad de la ciudad, de la que no recuerdo su nombre (la fonoguía del autobús lo dijo, pero no lo recuerdo).

Una de las muchas mezquitas de Dubái.

Y por fin llegamos al intercambiador allí mismo había una cafetería de tipo francés, que se llamaba PAUL y que en su publicidad decía que era una «boulangerie». Decidimos probar suerte y comer algo rápido pues nos quedaba mucho por ver y muy poco tiempo de autobús (el último a las 19:00). PAUL es una cadena de establecimientos francesa que en la ciudad de Dubái hay varios. En cada mesa había una botellita de aceite de oliva español.

Entre varias cosas había unos bocadillos que en la carta tenían buena pinta. No parecían baratos, pero tampoco extremadamente caros. Pedimos los bocatas y al traérnoslos nos dimos cuenta de que eran muy baratos pues eran enormes. Todos pedimos lo mismo: bocadillo de atún con mayonesa.

Bocadillo de atún con mayonesa. Las dos partes son un solo bocadillo. Dubái

Todo lo hay en el plato, más la cesta de pan, más la botella de aceite de oliva –español, según nos aclararon– forman parte del bocadillo. De un bocadillo. No recuerdo el precio pero era alrededor de los 5 €.

Después un postre —una fruta— y quedamos más que satisfechos.

Salimos y llegaba el autobús de la línea azul. Nos montamos y en el camino nos tropezamos con varias estaciones del metro, pues sigue nuestra misma ruta; desde el centro hasta la Isla Palmera Jumeirah.

Estación de metro de Dubái.

El metro en su vía:

Metro de Dubái.

Se nos había olvidado señalar la ruta que íbamos a seguir:

Recorrido que íbamos a seguir. Mapa de Google Maps.

Nuestra ruta iba desde la ría que se ve arriba, a la derecha, hasta la izquierda a la Isla Palmera Jumeirah.

Al bajar por la costa esperábamos ver la playa Jumeirah, la Isla Palmera Jumeira y pasar por la torre Burj Khalifa que, hoy todavía es el edificio habitado más alto del mundo.

Todos estos sitios, vistos desde el autobús decepcionan enormemente. Por ejemplo, de la Isla Palmera no ves nada global, solo detallitos. Recorrimos la isla de lado a lado por el eje central, pero desde allí no hay forma de ver su forma, ni casi nada. Para verla bien no cabe duda de que hay que hacerlo desde el aire. Con la torre más alta del mundo pasa algo parecido, se ve una base muy grande y un edificio alto, que no impresiona si no te dicen que tiene más de ochocientos metros de alto —dicen que tiene 825—. Debe ser impresionante la vista desde la mitad de la torre. Hay un ascensor que te lleva, pero, además de que pierdes el autobús y hay que esperar al siguiente, cuesta 26 € por persona, con reserva previa. Si no has reservado —como era nuestro caso— 40€. Está claro que si has dado la vuelta al mundo, 40 € no dejan de ser «pecata minuta», pero el principio me resulta molesto: ¿Por subir en un ascensor 40 €? Decidimos que no, que emplearíamos el dinero en algo mejor.

Tuvimos una primera vista de Burj Kalifa a lo lejos

Burj Kalifha. Dubái.

Pasamos por Mercato, teóricamente una de las galerías comerciales más importantes de Dubái.

Centro comercial Mercato. El más importante de la zona de Jumeirah y uno de los más conocidos de Dubái.

Una de las paradas era la de la playa pública de Jumeira, pero no bajamos pues íbamos con el tiempo muy justo.

Dunas en la playa de Jumeirah. Dubái.
Playa Jumeirah. Lamento no haber podido quitar los brillos de la ventana del autobús. Dubái.

Y a lo lejos, el hotel «Vela», Burj Al Arab. Todo en Dubái tiene que ser el más «algo» del mundo. Este es el hotel que tiene la recepción a más altura del mundo y, según su publicidad, es el hotel más lujoso del mundo: «de siete estrellas». Yo a eso no lo hago demasiado caso, pues tal como acabo de decir en Dubái, todo es lo «más» de algo.

Al margen de que en vez de poner la recepción en la planta baja la han puesto en lo alto, destaca su forma de vela, que tiene una plataforma de helicópteros… y que te decepciona desde el suelo —al menos a mí me decepcionó—. Al haber visto en las fotos aéreas un edificio impresionante, desde sus pies no lo parece tanto.

Hotel vela. Dubái.

También pasamos por dos torres gemelas muy bonitas para mi gusto. Son las torres Al Kazim:

Las torres Al Kazim. Dubái
Volvemos a ver el hotel Burj Al Arab desde lejos. Dubái.
Ya estamos en la Isla Palmera. Dubái.

Tal como había dicho, la isla Palmera no impresiona. Decepciona un poco. ¿Dónde están las «ramas» de la palmera, dónde las casas unifamiliares con playa delante, …?

Vista desde el aire llama muchísimo la atención:

Mapa con fotografía desde satélite de Google.

La Isla Palmeras Jumeirah vista desde la estación espacial internacional, con teleobjetivo. Foto de Wikipedia
La Isla Palmeras Jumeirah vista desde la estación espacial internacional, con teleobjetivo. Foto de Wikipedia

La idea de las islas es muy interesante, cada rama de la palmera tiene dos hileras de casas unifamiliares que miran al agua. Digamos que entre ellas se dan la espalda, pero cada una de esas hileras mira al mar y delante de cada casa hay playa donde podrían tener su barquito. La idea me parece estupenda. Se multiplican enormemente los kilómetros de playa. Lo que me preocupa es el coste de mantenimiento. Hacer que una isla artificial no se desmorone no debe ser nada barato.

La idea de que cada casa tiene su trocito de playa. Fotografia De Aheilner – self-made – Photograph by Alexander Heilner, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3776385
Detalle de cómo cada casa tiene su playita. Fotografía de Wikimedia. Autor : Imre Solt. https://es.wikipedia.org/wiki/Palm_Jumeirah#/media/File:Palm_Jumeirah%27s_Fronds_on_1_May_2007_Pict_2.jpg

Además de las Islas Palmera también existe un mapamundi, hecho con islas, que no se ve nada bien desde la costa.

La isla Palmera vista desde la estación espacial internacional. Foto gentileza de Nasa. De Member of the Expedition 22 crew. – http://earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=42477 and http://eol.jsc.nasa.gov/scripts/sseop/photo.pl?mission=ISS022&roll=E&frame=24940, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9379227
Primera isla del mundo construida. La foto es de Imre Solt – Dubai construction update Part 4 Page 14 at Post 280, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2767001

La idea de este mapamundi es que como Dubái quiere un turismo de lujo de todo el mundo, pretende que cada turista-rico que venga se compre una isla en su país de origen o en el que le gustaría vivir. Nos dijeron de un actor australiano que ha comprado su isla en «Australia», pero no sé si creérmelo. Me explico, también en la «La Palmera» nos comentaron dos o tres artistas de Hollywood que habían comprado su chalecito. No digo que no haya sido así, pero me suena mucho más a que se lo han regalado a cambio de poder decir que lo han comprado… pero no tengo ninguna prueba.

Las islas artificiales se han construido sacando la arena del fondo y poniéndola en los lugares adecuados. El sacar la arena se hace con máquina similares a las dragadoras. La única diferencia es que en vez de echar la tierra encima de barcazas, aquí se deposita sobre el fondo y se hace una montaña que va creciendo hasta que sale a la superficie y queda una isla. La técnica se llama del arcoíris, pues muchas veces al caer los chorros de arena y agua se forman dichos arcos.

Seguimos nuestro viaje por la isla, que tal como ya he dicho me decepcionó lo poco que se puede ver de su estructura.

A la izquierda el metro que nos lleva al Hotel Atlantis; y al fondo, en contraluz, el Hotel.

El Hotel Atlantis está ubicado en la parte más alta de la palmera y su estructura es muy peculiar. Son dos torres simétricas unidas por un puente.

Desde el mar el hotel se ve así. Esta foto es del propio hotel y está en Wikipedia. De Atlantis The Palm – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=63001269

Cruzamos la puerta del hotel y por detrás el sol ilumina muy bien.

Atlantis quiere ser un homenaje a la Atlántida de Platón, pero en mi opinión se pasan. Lo cuentan todo como si fuera una realidad. Me hubiera gustado mucho más si en algún lugar mencionasen «el mito».

En el hotel también hay un centro comercial y un acuario. Paseamos un rato por él, pero dedicaré una entrada específica a este hotel.

Ya de regreso, desde lejos pudimos ver una imagen de los muchos rascacielos que hay en Dubái.

Al fondo, algunos rascacielos de Dubái. Destaca el edificio Cayan en forma de espiral, que está inspirado en la molécula de ADN y que es el edificio en espiral «más alto del mundo».

Ya sabemos que en Dubái todo tiene a ser «lo más… del mundo» y en el caso de la torre en espiral que vemos en el centro de la imagen, no podía ser de otro modo, es la torre en espiral más alta del mundo. Es la torre «Cayan», inspirada en el ADN. Me hace gracia esa manía de «lo mas… del mundo». No me extrañaría que las personas dubaitíes de estatura normal las llamasen «los enanos más altos del mundo».

Pasamos por una torre de apartamentos con el curioso nombre de «la plaza del silicio»:

Torre Plaza del Silicio. El reflejo de los edificios de al lado, con cristales azules, le da el tono azulado a la foto. Dubái.

Pasamos por la pista de esquí de Dubái. Sí, en Dubái se puede esquiar con nieve de verdad, no con nieve química. Se esquía en un edificio totalmente cerrado en el que el que se crea nieve artificial —de agua— en una pista que tiene bastante altura.

Pista de esquí de Dubái.

Y, por fin, sobre la vía del metro otro de los emblemas de nuestro viaje: la torre más alta del mundo.

Torre Burj Khalifa. Dubái.

Este post se está alargando demasiado. Así que acabamos aquí. Continuaremos con algunas fotos de la torre más alta del mundo.

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Nota fotos. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con

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